Re: [escepticos] Catedrática de bioética, ni más, ni menos.

jm jmbello en mundo-r.com
Jue Mayo 23 01:16:31 WEST 2013


El día 23 de mayo de 2013 00:12, Miguel Angel <mimartin en unizar.es> escribió:
> Exactamente. Los Derechos Humanos son una convención mayoritaria  de
> referencia para la legislación.
> Entre ellos se encuentra el derecho a la vida, pero no el derecho a disponer
> libremente de la vida de un feto. Corrígeme si me equivoco.

Te corrijo. Los Derechos que marca la Declaración de 1948 son de los
seres humanos, no de los fetos. De las personas, no de los embriones.
Lo explica magníficamente Mosterín en los artículos cuyos enlaces nos
brindaron Mr. Reivaj y Germán. Pero llega con ver el artículo 1º:

"Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros".

La libertad, la igualdad, la dignidad y los derechos nacen cuando se
nace, no antes. Es ser humano aquel que nace. La Declaración no es un
buen punto de apoyo para lo que dices. Los embriones y fetos carecen
de derechos en ese marco. El aborto es compatible con la Declaración
hasta el mismo momento del nacimiento.

El aborto es compatible con la Declaración, pero no está amparada por
ella. El aborto es algo al margen de la Declaración, como al margen
está el límite de zona pública en la orilla de los ríos.

Las orillas de los ríos y los fetos no son sujeto de derechos. Eso no
implica que se pueda hacer cualquier cosa con ellos. Tampoco los
animales domésticos son sujeto de derechos y sin embargo está
penalizado el maltrato a los mismos. En Cataluña se ha prohibido el
toreo con sangre hace poco. No se pueden cazar, ni matar, ni comerciar
con los restos de determinadas especies. Aunque no sean sujeto de
derechos.

Parece claro que una sociedad es tanto más humana cuanto más restringe
el maltrato a las otras especies animales, incluso en la crianza para
alimentación o en el aprovechamiento de su fuerza de trabajo. Lo mismo
cabe pensar para el feto: aunque no sea sujeto de derechos, sí que
puede ser objeto de protección.

La discusión, como se lleva un montón de tiempo señalando, es dónde se
pone el límite a la protección de ese ser, nacido o no, pero en todo
caso dependiente de forma absoluta: si en el momento del nacimiento o
en el que aparecen los mínimos imprescindibles para poder considerar
la existencia personal de la forma más generosa posible. Cualquier
duda de que el recién nacido ya es persona, o de que el huevo recién
formado no lo es, desde mi punto de vista cae fuera de lo razonable.

> Y ahora, entramos en lo que es la vida defendible o no. Si nos ponemos de
> acuerdo sobre lo que es la vida defendible, entonces la defenderemos por
> encima de otros derechos. ¿Y cómo nos ponemos de acuerdo? Votando.

Ya hemos visto que la Declaración no es aplicable al feto. Pero aunque
lo fuese, no podría hacerse de forma independiente en cada estado.
Estamos hablando de derecho universal (en el ámbito de los países que
reconocen ese derecho universal, claro, que no son todos), no de
derechos locales propios. Su alcance e interpretación (en el caso de
que haya duda, cosa que en este caso no se da) ha de ser asimismo
universal.

La prueba de que no hay duda en cuanto a que el derecho a la vida no
alcanza al zigoto es que el aborto está despenalizado en muchos paises
y ninguno denunció el incumplimiento de los DDHH en dichos paises. No
me consta que lo haya denunciado ninguna asociación pro DDHH, ni AI,
ni ninguna similar.

> ¿Y si sale lo contrario a lo que postulamos? Pues nos queda lo que ya he
> dicho del Aquinate: el derecho a sublevarse contra las leyes que
> consideramos injustas. En ese caso, si la conciencia del proabortista le
> dicta que la ley antiabortista es injusta, está internamente legitimado para

Perdona que no acepte los términos "proabortista" y "antiabortista".
Con esa baraja trucada no juego. No conozco a nadie proabortista. Toda
la gente que conozco es antiabortista. Y no me refiero a conocer
personalmente, sino mediante lecturas, escuchas y lo que quieras.

Yo soy antiabortista. Como lo es la mujer que decide abortar. También
soy antipendientes y antitatuajes. Pero eso no me lleva a intentar
prohibir esas mutilaciones de estética, de status o de moda. Ni a
intentar prohibirle que aborte a una señora que decida hacerlo. Con
una diferencia: salvo demencia, esta última lo evitaría si pudiese.

Con este cambio de terreno de juego, ahora afirmo que soy más "pro
vida humana existente" que "pro vida humana proyectada" (estando, que
quede claro, a favor de ambas, no contra ningún feto), por lo que en
caso de conflicto debe prevalecer la primera.

Pero volviendo a lo que se debate (con el "se" me refiero a la
sociedad), por más que la caverna pretenda (y consiga, que es lo
sorprendente) tergiversar el asunto, no es proaborto/antiaborto, sino
propenalización/antipenalización. La duda no está en si se debe o no
se debe abortar. Está en si se mete en la cárcel (o se le multa, o lo
que sea), si se sanciona penalmente, a la mujer que aborta o no se
sanciona; y si se sanciona, cuáles son las acciones u omisiones en las
que cabe la sanción.

Planteadas en sus justos términos, no es difícil empezar a ver las
cosas con algo de rigor. ¿Realmente hay alguien que, sin estar con el
tarro comido por cualquier esencialismo, religioso o no, quiera meter
en la cárcel a una señora que prescinda del zigoto dos días después de
haberse fecundado? ¿Y una semana? ¿Y dos? Por este camino habrá que
buscar un límite que, a falta de verdades absolutas, deberá ser cuando
menos razonable.

En la búsqueda de ese límite nadie puede hacerse el inocente. Tampoco
los científicos. No hay un primero y un después: la aproximación ha de
ser colectiva, interdisciplinar y simultánea. No es cierto que el
discurso de la ciencia (no es cierto que haya un "discurso de la
ciencia") sea neutro. Si hablamos de los Grandes Monos, no va a ser lo
mismo escuchar a Mosterín o Sabater Pi por un lado, que a cualquier
médico que esté experimentando medicamentos importantes con chimpancés
por el otro. La ciencia es la misma, pero los enfoques son diferentes.
Nada de lo humano es neutral.

Al final la cosa queda en fijar el límite a partir del cual se puede
empezar a pensar en un ser objeto de protección, y en el tratamiento
sancionador a aplicar a quien se salte esos límites. Lo cual es muy
diferente de la discusión esencialista e irreductible a la que nos
quiere llevar la caverna.

Saludos

JM


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