[escepticos] ideologías

David Revilla davidrev en gmail.com
Dom Nov 28 08:16:21 WET 2010



El 28/11/2010 1:17, Pedro J. Hdez escribió:
> Yo el asunto lo veo bien claro. Las grandes corporaciones y los grupos
> de individuos que acumulan mucho capital obviamente tratan y consiguen
> una influencia legislativa que no tendríamos que permitir que
> sucediese en una democracia.


Totalmente de acuerdo.


> La mayoría de las veces sin ni siquiera
> trasgredir la ley, porque es sencillo jugar con los límites de un
> gobierno (por ejemplo lo que comentábamos anteriormente de las
> subvenciones a determinados sectores).


Bien, un matiz: El capital sigue la ley o la rompe según un mero cálculo 
de riesgos. Ese detalle no es irrelevante: Demuestra lo insano que es el 
sistema. Si con la ley en la mano no llega a sus objetivos o bien podrá 
romperla, si el castigo no supera el beneficio, o directamente intentará 
presionar para cambiar la ley. Pero esos cambios de leyes para su 
beneficio no son para nda anecdóticos, de hecho todo el marasmo que 
estamos viviendo ahora es una gigantesca operación de recortes sociales, 
de libertades y de derechos cuyo fin claro, declarado y abierto es 
aumentar las ganancias de los que detentan los medios de producción.
Van a saco.


> De hecho, cuando la gente (como
> Felipe González) habla de un mercado para la sociedad y no una
> sociedad para el mercado, en realidad no están hablando de la
> estructura de libre mercado. Están hablando de que en las democracias
> actuales a veces se legisla más para los intereses de esas
> acumulaciones de capital que para los intereses de los ciudadanos.

¿A veces? A veces se legisla para contentar los ciudadanos... Siempre 
que no sea tocando los intereses de los de arriba. Hace ya mucho tiempo, 
desde la caida del muro, que no se hace nada en el sentido contrario, 
quizás antes, desde el Thacherismo y la primera oleada de liberalismo.


> Que
> se puede lograr esto último esta claro. Ahí tienes el ejemplo de
> Noruega con sus acuerdos nacionales sobre el uso racional de sus
> reservas de petróleo teniendo en cuenta a generaciones futuras.

Ya, bueno, insisto en que el modelonórdico le debe mucho a la situación 
de su contexto. Que estuvieran bien pegaditos a la URRS cuando empezó la 
guerra fría no es casualidad, empobrecer a quien tiene frontera con tu 
enemigo no es buena política, se puede vender más fácilmente. O le metes 
una dictadura bien rígida o los enriqueces: La primera es una política 
cortoplacista, la segunda tiene más visión de futuro. Pero pretender que 
es un modelo exportable, además de suponer el cambiar la actitud de los 
ciudadanos, también implica cambiar la actitud de los empresarios. Y los 
intereses son muy diferentes.




> Pero
> eso sólo se consigue haciendo política. Y la gente en las últimas
> décadas ha mostrado muy poco interés en hacer política.

La desmotivación de los ciudadanos, sin duda. Pero no de todos los 
ciudadanos: El 70% de los empresarios está afiliado a la CEOE, solo un 
25% de trabajadores hace lo propio con los sindicatos. Hablo de memoria, 
la cifra podría variar, la leí por algún foro y podría estar errada (o 
herrada). Lo que tengo claro es que los ciudadanos que están 
desmotivados para la política no son los de arriba.

Justamente a eso me refería cuando dije que

la clase proletaria no se de cuenta de que lo es: Si dos están
>  peleando pero uno no se da cuenta, imagina quién gana... Y luego, mira lo
>  que está pasando a nuestro alrededor.

Esa desmotivación se ha conseguido a base de inyectar dinero en grupos de presión, en comprar periódicos, televisiones y otros medios para que transmitan el mensaje del fin de la historia, mientras paralelamente se alimentan sistemas parafascistas estilo Berlusconi o sistemas clienteleistas y corruptos que propagen el "todos son iguales". No creo que eso responda, ni tan siquiera circustancialmente, a una estrategia calculada desde la sombra, fruto de ninguna conspiración. Simplemente, la clase propietaria de los medios de riqueza ha seguido luchando por sus intereses, sabedora de su debilidad numérica nunca pierde el norte. La clase proletaria no, ha fragmentado su lucha hasta perderla. Y la unidad es condición sinne qua non para conseguir o deja de conseguir nada.


De resultas de ello estamos donde estamos.



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