[escepticos] **En defensa de la agricultura ecológica

[Francisco Mercader]

[Jaime Rudas]
A este respecto, dice la Academia:
(...)

[Mercader]
Sí; pero en toda esa retahila de citas no hay la menor explicación a que 
escontremos natural el que un presentador se dirija a su auditorio 
diciendo: "Señoras y señores" o "Damas y caballeros" y, sin embargo, 
encontremos ridículo que un   sindicalista  se refiera a "compañeros y 
compañeras". La Academia  hace muy bien  su trabajo de recopilación pero 
el análisis  y el porqué hay que buscarlo en otro lado.
Yo creo que la actitud de un presentador al decir "señoras y señores" (y 
esto es algo  que se viene haciendo desde que soy capaz de recordar) es 
ganarse la complicidad de todos  sus espectadores reconociendo 
implícitamente  la discriminación que supondría  utilizar el género no 
marcado y decir sólo "Señores".  Todos los presentes, incluidas las 
mujeres, son sus clientes y a todos  es necesario tener contentos.  Y 
fijémonos en que en la última frase ya estoy utilizando de nuevo el 
género no marcado, porque en el resto de situaciones en que alguien se 
dirige —o se refiere— a la comunidad, ya no necesita  urgentemente esa 
complicidad.
Es en estos últimos tiempos, cuando aparece  el fenómeno de la 
reivindicación, cuando los políticos y sindicalistas necesitan de nuevo 
ganarse la complicidad de  todos sus miembros y reinventan el recurso 
sin  saber cómo hacerlo, incurriendo en la ultracorrección y  echando 
mano de las 'series coordinadas'    hasta llegar a la cómica redacción 
del  artículo 41 de la Constitución venezolana citado antes. Valdría la 
pena sopesar si atraerse al electorado femenino  compensa el  ridículo 
corrido.
Venga; a ver si alguien lo explica mejor, que yo no llego más allá.
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