[escepticos] OT: 100 libros que cambiaron su vida.

Miguel Martínez Estremera mimartin en cepymearagon.es
Mie Sep 17 01:10:50 WEST 2008


El 17/09/2008, a las 0:08, Inés Toledo escribió:

> Yo me refiero a la terrible ideología que destilan los libros de Enid
> Blyton (Los cinco, Los siete secretos...). Incluso Guillermo el
> travieso y hasta Tom Sawyer, que eran bien entretenidos, por otra
> parte. No es que yo diga que a la hoguera con ellos, sino que no me
> gustaría que fuesen el principal, casi único "alimento literario" de
> una personita que aún crece. Están bien, con más cosas al lado.
>
> Por no hablar, como apunta acertadamente G.Hernández, de "Las mellizas
> en Santa Clara" y demás, que nos papamos toda una generación.
> Francamente, ahora me doy cuenta de la puñeta que significa haber
> admirado a ciertos personajes que se presentaban siempre como los más
> atractivos.
>
> Cuando sabías que leías un clásico, al menos sabías que leías algo "de
> otra época".

Las mellizas o "dieciochomil grado en Torres de Mallory" era algo que  
cualquier niño que leyera otras cosas percibía como de otra época, en  
concreto los años treinta británicos., lo que ya los podía convertir  
en un clásico, de hecho no muy diferente a "Jane Eyre", por ejemplo,  
y entonces se trata de saborear el ambiente y mentalidad de una  
época, lo que para mí es un viaje más interesante que coger el avión  
a Bali, por ejemplo, y apoyo principal de una cultura sólida.

Pero lo que yo me refería de Tim, Jorge &Co era la atemporalidad del  
contacto con la naturaleza, a veces amable y a veces misteriosa,  
victoriana pero válida. Seguro que existen libros de más calidad y  
menos edulcorados para adolescentes, pero realmente, a mis 9 años, me  
arrepiento de haber leído tan pronto "la familia de Pascual Duarte",  
cuentos de Le Fanu, "1984"  y "Bola de sebo y otros relatos" de  
Daudet, y similares realismos/brutalismos que para esa edad me  
dejaron una huella, muy realista, sí, pero bastante perturbadora y  
provocadora de pesadillas.
Quizá por eso con los años me he ido desapegando de las  
"tarantinadas", y prefiriendo literatura que muestre un poco de  
esperanza en medio de una condición humana bastante calamitosa. In a  
word, más vale cursi que cabrón.

Miguel A
  


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