[escepticos] pasando a algo más frívolo: una reflexión de esas del café de la tarde

Rubén Villoria rvilloria en gmail.com
Jue Feb 7 17:29:12 WET 2008


[he aquí un testimonio: "hola, soy Rubén, y mi chica y yo jugamos
habitualmente a juegos online"]

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Pasada la ¿vergüenza? inicial, os transmito una idea que quizá pueda
parecerle algo interesante a quienes toquen el palo de la informática o
de las matemáticas.

Os pongo en antecedentes: hay un juego online (muy, muy famoso) que
incluye entre sus muchas características la posibilidad de organizar
combates por equipos en terrenos delimitados.

Dichos combates requieren también de la conquista de puntos estratégicos
para restarle méritos al enemigo. Hasta ahí, nada nuevo. Tampoco es
nuevo que, una vez empieza la batalla, cada cual tire por su lado, y
aquello se convierta en un caos más parecido a cualquier capítulo de
Benny Hill que a una estrategia en firme*. Quiero pensar que por
problemas de comunicación, principalmente.

Así que como soy de esos pesaos incapaces de disfrutar de un juego sin
más ni más, me he dedicado a buscar literatura de estrategia a este
respecto. Y siempre me encuentro con lo mismo: densas instrucciones
arborescentes, del corte de "manda al grupo 1 a tomar la Zona X, en caso
de ganar... " etc. etc. etc. Que no dejan de ser buenas intenciones, por
supuesto, y que en un mundo ideal debería funcionar, pero la realidad es
muy distinta: en el mejor de los casos (cuando los jugadores hacen caso
del capitán del equipo), suele ocurrir que la amplísima cantidad
circunstancias que se pueden dar anula por completo la efectividad de
cualquier plan bien trazado.

Así que me puse a pensar, eso me recordaba al libro "Sistemas
Emergentes", el de Steven Johnson. Me pregunto si no sería más efectivo
crear un protocolo de acción individualizada, de tal manera que cada
jugador, atendiendo a una serie de variables (el nivel propio, los
compañeros que hay alrededor, las zonas ocupadas por aliados y enemigos,
etc.) funcionase del modo más eficiente sin necesidad de tener una voz
comandante para dirigirle.

Reconozco que si tuviese más tiempo y, sobre todo, conocimientos
suficientes de programación de objetos (intuyo que hay que moverse en
esos ámbitos) yo mismo me lo pasaría bomba jugando a simular
posibilidades. Y si tuviese más conocimientos aún, trataría de recrear
estrategias con capacidad evolutiva, al estilo de las de Mitch Resnick.

Volviendo a lo de antes, no dejo de preguntarme si el entrenamiento
estratégico tanto de cuerpos del ejército como de otros profesionales
especializados (bomberos, equipos de rescate, equipos anti-incendio) se
habrá planteado de esa manera en alguna ocasión: micro-programación --->
macro-conducta. Me temo que mi falta de experiencia (y de literatura)
sobre ese tema no me da para mucho más.

Y ya fue cuando terminé el café y volví a darle al ratón...

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(*) - por citar a un personaje de Sapkowski: 

"He conocido en mi vida a muchos militares. He conocido a mariscales,
generales, voievodas y atamanes, triunfadores en numerosas campañas y
batallas. He escuchado sus narraciones y recuerdos. Los he visto
inclinados sobre mapas, dibujando en ellos líneas de diversos colores,
haciendo planes, pensando estrategias. En estas guerras de papel todo
rodaba, todo funcionaba, todo estaba claro y en un orden ejemplar. Así
debe ser, explicaban los militares. El ejército es sobre todo orden y
reglamento. El ejército no puede existir sin orden ni reglamento.

Por ello resulta todavía más extraño el que la guerra de verdad —y he
visto unas cuantas guerras de verdad—, en lo que se refiere a orden y
reglamento, recuerde hasta el aburrimiento a un burdel en llamas."







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