[escepticos] Salario mínimo

[David Revilla]

El 17/03/2013 12:51, Mr Reivaj escribió:
> La memoria política  [aquí] se pierde y se
> olvida quiénes fueron los que crearon el marco social y económico para que
> esa movilidad social pudiera producirse".
Vamoave si me hago entender, para que puedas corregirme el punto en que 
me equivoco: Una cosa es la estrategia, otra diferente la táctica. Una 
cosa son los objetivos, y otra, los medios con que conseguirlos.
El derecho real a la vivienda es un objetivo estratégico. Vaya, un ideal.
Pero antes, mucho antes de eso, viene la táctica. Y sin duda ahora 
estamos en un punto en el que sacar a airerar los ideales puede ser 
contraproducente.
Para definir una táctica lo primero es entender dónde estamos. Y hay dos 
datos que creo especialmente relevantes: mucha gente está hipotecada, 
mucha gente tiene miedo a encontrarse en la calle. Y por otro, esa misma 
gente olvidaron, como bien señalas, cómo llegaron hasta ahí.
Miedo e ignorancia. Combatir ambas es primordial, porque necesitamos que 
esa misma gente traspase el miedo al otro lado del tablero y que además 
tome conciencia de clase y entienda quién está, dónde.
Por eso los desahucios son (pueden ser) materia prima de primera 
calidad: porque tácticamente son una formidable palanca para
-Conseguir que cese la presión sobre los de abajo y empiece a ir en 
dirección contraria
-Crear conciencia de clase: bastaría una victoria en este tema para que 
se vea como posibles otras políticas, para que se entienda mejor quién 
pierde si hacemos qué.
-Aglutinar voluntades en un proyecto común: quien abandere un proyecto 
que triunfe puede encontrarse situado de manera inmejorable para lanzar 
la siguiente reclamación, y tras esta la siguiente.

La cuestión es que en este tema hay una inmensa mayoría de gente que es 
directa, visceral y decididamente partidaria de parar la tendencia, de 
invertir el proceso. Los listos ya están intentando arrimar el ascua a 
su sardina, desde la Rosa de las narices hasta los fascistas de turno. 
Ahora es cuestión de que la izquierda, que está en teoría mejor situada 
que nadie para tomar la vanguardia en el asunto, se deja de la 
estrategia general y empieza a definir tácticas concretas para las 
batallas concretas que, quiera o no, están pasando a nuestro lado.