[escepticos] Qué poco sentido del humor...

[Francisco Mercader]

[Miguel Martínez]
 Ya, admirado Mercator ;-) , pero el abuelo siguió su instinto igual que 
el  perro ¿Qué diferencia hay?
 Pura bioquímica en ambos casos, adrenalina y neurotransmisores.  La 
selección natural ha favorecido la Ley Del Talión como apta para nuestra 
supervivencia. Nada de Edades Oscuras del Derecho.
 EL viejo la aplicó, luego no es denunciable. ;-P

[Mercader]
Ya; si no creas que estos sucesos no me provocan profundas reflexiones 
filosóficas (que no me llevan a ningún sitio).
Tanto el perro agresor como el abuelo ahorcador  siguen impulsos 
irrefrenables  (es evidente que la débil cascarilla de la civilización 
humana no es suficiente para frenar esas cosas).  Tras un primer impulso 
de calificar  al abuelo  de puto criminal, reflexiono exculpándole 
también, tanto como al perro.  Y  deduzco que el conflicto ético no se 
da en ellos sino  en mí, cuando no puedo evitar calificar los hechos 
porque de alguna manera he  incorporado  el mecanismo de juzgar, que no 
es sino  una manera de sentirse cómodo con uno mismo.  Sin embargo, 
treinta y tantos años de juzgar a la gente en un simple acto 
administrativo, no por repetido siempre diverso,  me ha ido generando 
esta distancia respecto a la responsabilidad humana sobre sus actos.

[Richi]
PD: Aprovecho para otro flame: odio a los cazadores (hala!, ya lo dije)

[Mercader]
Alguna vez he dicho por aquí que yo empecé a hacer caza submarina. 
Deporte cuya práctica me duró dos minutos, cuando cobré mi primera 
pieza, una magnifica palometa de tres o cuatro kilos. Cuando la vi 
debatiéndose al final del arpón me pregunté "¿Pero  qué hago aquí?" y 
terminé para siempre con ello, sustituyéndolo por la caza fotográfica. 
Muchas veces he reexaminado el proceso recordando las horas que me había 
pasado  mirando en los escaparates los fusiles  más potentes  sin darme 
cuenta de mi confusión entre las implicaciones técnicas y las 'otras'.
Creo que lo adaptativo, como he dicho en otras ocasiones, es ser , mal 
que me pese,  insensible hacia el dolor ajeno, puesto  que si no, no 
sobreviviríamos.  Los argumentos de los vegetarianos son comprensibles 
pero no se sostienen porque la compasión no  sirve para la 
supervivencia.  La vida sólo es posible porque se apoya en la muerte y 
decir que una lechuga está menos viva que una oveja sólo desplaza el 
problema un poco más allá.    Sé que el problema lo tengo yo y los que 
piensan igual;  el mundo  no es como nos gustaría.
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Mis residuos mentales, en:
http://personal.telefonica.terra.es/web/fmercaderr
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