Re: [escepticos] Sobre política y ciencia

Xosé Afonso Álvarez Pérez xalvarez.lists en gmail.com
Mie Jun 11 17:13:49 WEST 2014


El día 11 de junio de 2014, 13:51, Pepe Arlandis
<pepe.arlandis en gmail.com> escribió:

> ¿En aquella época eran muy distintas las lenguas romances habladas en la
> península?¿Y en el resto de Europa?
> salud

Huy, ¡menuda pregunta!
Como diría el Amado Líder, It's very difficult todo esto...

El problema que tenemos es el de delimitar las propias lenguas
romances de los primeros tiempos, en qué se diferenciaban del latín y
cuáles eran sus características internas. Y no es nada fácil, porque
las primeras noticias que tenemos de las lenguas romances es a través
de fuentes escritas, y este medio de transmisión presenta  problemas
importantes para definir las identidades lingüísticas de los primeros
tiempos y, por tanto, el grado de diferenciación interna:

a) No plasma de modo totalmente fiel el registro oral. Es decir, hay
muchas cuestiones de la oralidad que no se pueden identificar de modo
sistemático en un registro escrito. Por eso hay kilos de papel
dedicados a debatir si la f en latín era bilabial, labiodental o si
había las dos posibilidades o si dependía de las zonas, cuando si
pudieses grabar a unos cuantos hablantes de latín, la cuestión la
resolverías rápidamente.
b) Las personas que escriben esos primeros textos en romance están muy
influidas por el uso latino. Pueden escribir en grafía latina algo que
se pronunciaba de modo muy diferente en la lengua oral y, por eso, dar
la impresión de una mayor proximidad al latín (y, por tanto, menores
diferencias internas). Del mismo modo, como en el uso gráfico latino
no hay caracteres para determinados fonemas (p.ej. las palatales), es
difícil saber cuándo aparecen y eso puede tener problemas incluso a la
hora de delimitar la lengua de un texto. En las lenguas romances
peninsulares tienes "pluja, plevia, lluvia, chuvia, chuva...", pero si
el copista te planta la forma latina "pluvia", es difícil saber cuál
es la pronunciación real, por lo que ya no puedes usar ese rasgo para
diferenciar una lengua de otra ni tampoco saber cuándo empezaron a
aparecer esas pronunciaciones.

Muy relacionado con esto está el problema de determinar cuándo
aparecen las lenguas románicas. La aparición de textos escritos en
romance es una fecha "post quem", es decir, puedes afirmar que a
partir de tal fecha es indudable que existe una conciencia lingüística
de una lengua propia diferente del latín que lleva a expresarlo
gráficamente. Pero es innegable que se trata de un proceso gradual, un
copista no se levanta por la mañana y dice "coño, que hablamos
castellano, vamos a escribirlo". Décadas antes de estas apariciones
hay ejemplos de "pruebas" y de textos en latín "corrompido" que dejan
ver claramente que hay algo que subyace que no es latín, sino romance.
El problema es fijar una separación, decir cuándo acaba una cosa y
empieza otra. De hecho, hay quien opina (Roger Wright es el máximo
exponente) que varios siglos antes de que aparezcan los primeros
textos romances ya las lenguas romances serían la variedad usada de
modo general, sólo que a la hora de escribir, se usaría el sistema
gráfico latino. Es decir, un señor francés y un señor portugués
escribirían VERGINE, pero a la hora de leerlo (y, por supuesto, de
hablar entre ellos) lo leerían a la romance, cada uno en su estilo.

En cuanto a las diferencias. Lo que es cierto, con permiso de Pidal y
de las muchas décadas transcurridas desde sus tiempos, es que cada vez
que vamos sabiendo más cosas del mal llamado "latín vulgar", vamos
sabiendo que las diferencias internas dentro del latín eran mayores de
lo que se decía) y que muchas diferencias entre algunas variedades
peninsulares (p.ej. entre castellano y catalán) ya estaban ahí en la
época latina, son debidas a que el latín que "ocupó" una u otra zona
era diferente (diferente cronología, distintas procedencias
geográficas, diferentes estratos sociales,...).

Si atendemos a la diferenciación lingüística que nos han enseñado los
atlas lingüísticos en el último siglo, vemos que hay 2 grandes
divisiones en la Península: un(a) área constitutiva y un(a) área
consecutiva/substitutiva. El área constitutiva está formada por los
territorios en los que se habla una evolución "natural" del latín, una
evolución continua a lo largo de los siglos. En esa zona (siempre
hablando de los "dialectos", de la lengua "tradicional", no de la
lengua estándar), las evoluciones lingüísticas son graduales, las
isoglosas se van sucediendo de norte a sur a lo largo de un continuum
en el que es difícil establecer fronteras. La imagen que se pone
siempre es la de una cadena de hablantes, separados por 25 km,
hablando cada uno con el otro en su lengua materna. A no tendrá
problemas para entender a B ni posiblemente a C, pero si pones a un
marinero gallego hablando con un campesino del alto Pirineo catalán,
la comunicación lingüística sería otra. Eso no sucede en el centro-sur
de la Península, donde las fronteras son más tajantes, porque son
lenguas "exportadas" con la "Reconquista", no evoluciones naturales en
el territorio.

Cuando sólo tenemos textos antiguos, hay que ir jugando "a los
detectives" leyendo los textos, viendo qué se escribe, intentando
definir el valor fonético de las diferentes grafías, observando las
innovaciones de cada copista e intentando definir un hábito, etc. Pero
no es fácil, y muchas veces no puedes adscribir un texto claramente a
una lengua. En el caso de las glosas emilianenses, determinadas
palabras (los ejemplos clásicos son muito, feito,..) dan la pista de
que no puede ser castellano, porque el resultado fonético sería otro
en esa lengua, pero es una cuestión compleja (p.ej., el libro de Wolf
son nada menos que 200 páginas de edición y estudio de las glosas.

Saludos


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