[escepticos] Desactiva el separatismo

jm jmbello en mundo-r.com
Mie Mayo 29 23:26:06 WEST 2013


El día 29 de mayo de 2013 23:44, Pepe Arlandis
<pepe.arlandis en gmail.com> escribió:

> Es que no argumento nada, simplemente es un lamento, entro lo que me
> gustaría y lo que es, y de paso muestro mi simpatía hacia los
> comunistas, simplemente porque no está de moda y también necesitan

Carajo. Estos días estoy leyendo a trocitos el libro de Preston sobre
Carrillo. Trae muchas cosas que sabía (o cuando menos me sonaba la
copla) pero que hacía tiempo que no recordaba con tanta crudeza. No de
Carrillo, sino del PCE de la postguerra. Los pelos se te ponen como
escarpias, y no sólo por las cosas que sufrían, sino también por las
que hacían, sobre todo entre ellos. Aunque sea normal, me sigue
intranquilizando el trato que se les dio a los que regresaron de
Rusia. Las guerras clandestinas, con asesinatos y denuncias a la
policía de los adversarios dentro del Partido, ni las cuento. Salvo el
poder todo es ilusión, que dice por ahí un sabio cuando le da por
esas.

Me recordó cuando a una amiga y a mí se nos dio (para ser más exactos,
se le dio a ella; yo me encargaba del magnetofón) por hacer lo que
décadas después se puso de moda con el nombre de "historia oral", con
la diferencia de que ahora se hace, o se hacía antes de la Gran
Estafa, con subvenciones, y nosotros nos pagábamos el trolebús de
nuestro propio bolsillo.

En fin, que con la misma entrevistamos, con grabación, a unos cuantos
viejos que habían estado en el maquis. Uno de ellos, cuyo nombre
recuerdo pero no voy a decir, nos recibió en su casa. Era un señor
bajito, anchote, apacible, que estaba jugando con sus nietos. La
bondad y la serenidad personificadas. Allá estuvo contando sus
historias de fuxido, cómo las montaban en las aldeas, cómo dieron
algún golpe en la ciudad, cómo huían de la Guardia Civil, cómo se fue
deteriorando la situación hasta que los que antes los ayudaban se
convirtieron en colaboradores de los Civiles... En un momento se quedó
mirando al aire, y con la mayor naturalidad dijo "arredemo, que moita
xentiña matamos, carallo". Y no se refería a muertos en combate, que
de eso prácticamente no hubo. Se trataba de ir a casa de un paisano
por la noche, preguntar por él y meterle un tiro entre ceja y ceja
dejando a continuación a la viuda y los huérfanos pegando alaridos.

Espeluznante. Seguro que justificadísimo, muy posiblemente necesario.
Pero a mí, declarándome incapaz de juzgar y mucho menos de condenar,
se me quitan las ganas de hacerles cariñitos. No vaya a ser.

> muestras de cariño, no va a ser todo elogios a FEDEA ;).

Cuando leo ese nombre me vuelven las ganas de hacerles cariñitos ;-DDDD

Saludos

JM


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