[escepticos] Escepticismo y nacionalismo soberanista

jm jmbello en mundo-r.com
Mie Nov 14 15:18:33 WET 2012


El día 14 de noviembre de 2012 13:00, David Revilla
<davidrev en gmail.com> escribió:

> Lo flipante es que después de casi 30 años aquí en Cataluña puedo asegurar
> que el 99,9 (porque decir el 100 me pondría en difícil situación ante algún
> gilipollas aislado) los catalanoparlantes y castellanoparlantes encuentran
> siempre la mejor manera de comunicarse ellos solitos, sin más problemas.

Me alegro un montón de que digas eso y de que tu experiencia coincida
de lleno con la mía y con la de mis amigos y familiares que son
catalanes porque viven y trabajan en Cataluña, pero son de aquí :-)

> Tengo un vecino que siempre me habla en catalán y yo le voy respondiendo en
> castellano con alguna morcilla en su idioma, otra que cambia ella al
> castellano y así todo tipo de versiones.

Mi anécdota mas simpática (creo que ya la conté en alguna ocasión) es
de las que no se creen. En el centro de Barcelona le pregunté por una
dirección, ya hace años, a un señor mayorcito, con un mandilón o bata
de esas grises con lamparones de grasa, que empujaba un gran
carretillo de esos de trasladar mercancías. Creo que era en el cruce
de Passeig de Gracia con Aragó. El bueno del hombre, muy amable, me
dijo que, aunque entendía el castellano, sólo sabía hablar catalán. Yo
le respondí que estupendo porque a mí me pasaba lo contrario, que
entendía el catalán pero no lo hablaba, por lo que nos completábamos
de maravilla, que cada cual hablase en su idioma y ahora paz y después
gloria. No veas qué contento se puso el buen señor; me dio la
impresión que no estaba acostumbrado a que su carencia lingüística
fuese bien recibida. En fin, que me explicó en catalán lo que yo
quería saber, todo fue de maravilla y santas pascuas. Pero no dejó de
sorprenderme que hubiese en plena Barcelona adultos que no sabían
hablar el castellano.

Pero a lo que íbamos: el "problema lingüístico" tiene más de falso e
inducido que de verdadero. Y añado que es más inducido, en mi
criterio, por los rancios nacionalistas españoles "¡Esto es España y
usted me habla en cristiano, en español como Dios manda!") que por la
parte contratante de la segunda parte.

Al rancio nacionalista español de tripita, bigotillo, calva, camiseta
de tirantes, sudor en los sobacos y mala hostia por todos lados, lo he
tenido que sufrir con frecuencia en el museo. La derrota electoral de
Domanuel Fraga en su día me jodió vivo. Algunos vetustos carteles del
museo están exclusivamente en gallego (normalmente están en gallego y
castellano). Doy fe de que quien los hizo empleó en todo momento las
palabras más parecidas al castellano, por lo que no presentan ningún
problema de comprensión para el castellanohablante. Pero siempre hay
algún casposo con ganas de ganar una nueva guerra civil que le montan
un pollo al ordenanza y exigen hablar de inmediato con el director,
que me va a oir. Y ahí me tienes aguantando la bronca de un
descerebrado. Bien, mi protocolo particular de actuación pasaba por
mostrarme comprensivo, salir del despacho, ir hasta un cartel de esos
y ofrecerme a traducirlo, aunque animándolo a intentar comprenderlo
por sí mismo, explicándole que ya se buscaron palabras similares,
etcétera. "No, si entender, sí que se entiende". "¿Cuál es el problema
entonces?" "¡Pues que estamos en España y como español exijo que los
carteles se pongan en español!"

Ese era mi momento de gloria. "Claro, yo no quería llega hasta aqui,
pero..." le decía al caspas. "Yo estoy completamente de acuerdo con
usted, no estoy nada contento con esto, pero... es que no sé si debo
decirlo... ya sabe usted cómo es Domanuel... claro, no nos esperábamos
esto, y... bueno, que desde que ganó la presidencia de Galicia, parece
que se le olvidó su pasado español y todo es gallego, venga gallego
por aquí, venga gallego por allá..." "Ah, pero ¿esto es cosa de Don
Manuel?" "Pues claro, ya sabe usted que es el Presidente de Galicia,
¿de quién iba a ser si no?" "Bueno, en fin, oiga, ha sido un auténtico
placer haber tenido esta conversación con usted, quedo a su servicio,
ha hecho usted un amigo", y se iba con la caspa a dar la vara a otro
lado.

Y es que a los locos y a los imbéciles profundos no hay como seguirles
la corriente.

¡Ay, Domanuel, qué sólo me has dejado!

Saludos

JM


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