[escepticos] En plenos morros de los neoliberales de FEDEA

jm jmbello en mundo-r.com
Dom Jun 3 12:18:06 WEST 2012


Pues hete aquí que la magufería ha contaminado también a la
Universidad Carlos III. Véase cómo un profesor de esa universidad les
da a los chicos de Fedea con sus manifiestos en plenos morros. Creo
que puede ser también de utilidad para el próximo "escépticos en el
pub".

Aprended de los siete cabritillos: "¡echa la patita por debajo de la puerta!"

"Fedea es un ‘think tank’ especialmente activo en estos años de crisis
y que se presentó en sociedad con las propuestas que el famoso ‘grupo
de los cien’ economistas (al que pertenecen los citados autores) lanzó
al último Gobierno de Rodríguez Zapatero demandando el abaratamiento
de los costes del despido, la congelación salarial y la apuesta por la
negociación colectiva en la empresa. Ahora, una vez conseguidos estos
tres objetivos con el Gobierno del PP y visto su nulo éxito a la hora
de reactivar la economía, es de prever que sus futuras demandas pasen
por la formación de este Gobierno de unidad nacional que sea capaz de
llevar a cabo las reformas requeridas por Bruselas. Cuáles sean estas
es algo que solo debe estar al alcance de avezados economistas y no de
simples ciudadanos, meros votantes y carentes de la ‘expertise’
necesaria para abordar tan magna tarea.

"La estrategia con que actúan estos ‘think tanks’ es bien sencilla.
Presentan sus propuestas como el resultado del trabajo científico o
bajo la etiqueta de prestigiosos investigadores, pero nunca como
aportaciones ideológicas, interesadas o parciales. La adscripción a la
ciencia presenta ventajas, dado que sus opiniones se benefician así de
la aureola de neutralidad, objetividad e imparcialidad que rodea al
científico, quedando al margen y por encima del terrenal debate
político. Ahora bien, ya que científicos dicen ser, deberían cumplir
con una de las reglas básicas que Max Weber demandaba de todo
científico: declarar expresamente sus opiniones y puntos de partida.

"No obstante su silencio, un simple vistazo a la lista de patronos de
Fedea resulta muy ilustrativa. De ella forman parte las principales
corporaciones bancarias del país, así como grandes empresas que
cotizan en el Ibex-35 y que gozan de una posición dominante en sus
respectivos mercados. Incluido, por cierto, el Banco de España, cuya
negligencia a la hora de vigilar el sistema bancario español ha sido
más que notable. “Quien paga al flautista elige la melodía”, suele
decirse. En el caso de Fedea, el refrán se cumple a pies juntillas.
Sus propuestas soslayan el rol desempeñado por grandes empresas y
bancos en el devenir de la crisis y se centran, por el contrario, en
los defectos de nuestro sistema laboral y de los sindicatos, causantes
de los grandes males de este país. Hay que reconocer que en parte su
estrategia ha dado buenos resultados: durante estos últimos años han
conseguido fijar el debate y la atención pública en el mercado
laboral, evitando así que se cuestionara la actuación de grandes
empresas, constructoras, bancos y cajas en el devenir de la crisis.

"Pero la última reforma laboral del Partido Popular ha mostrado la
falacia de esta argumentación: ni el desempleo ni la prima de riesgo
han descendido. De ahí que ahora las propuestas miren hacia otro lado.
Descartados ya los sindicatos, sólo queda dirigirse hacia los
gobiernos y los parlamentos que los eligen. Es la última trinchera por
conquistar: el día en que los gobiernos dejen de ser elegidos por los
ciudadanos y se elimine esa molesta “soberanía popular”, aunque sea en
los exiguos términos en que todavía sobrevive, ese día será el del
inicio de la recuperación económica, dado que solo así reconstruiremos
la confianza de los inversores extranjeros y socios europeos.

Permítase poner en duda esta conclusión. La experiencia de los últimos
tiempos –reforma constitucional exprés incluida– ha puesto de
manifiesto que actuar a los dictados de Bruselas y de las
instituciones reguladoras de los mercados no es garantía de generación
de confianza. A juzgar por los hechos, parecería más bien todo lo
contrario. Los sacrificios realizados tanto en derechos sociales como
en calidad democrática –situada hoy, ciertamente, en unos niveles
lamentables– no se han visto acompañados de resultados económicos
favorables. Ello viene a mostrar algo que ya debería haber quedado
claro tras lo sucedido con el final de la República de Weimar: que en
ningún caso la democracia es la causa de las crisis económicas y
financieras, y que propuestas como la lanzada por estos economistas,
que obvian el valor de la soberanía popular, conducen a experiencias
infinitamente peores."

¡Toma cadera! Todo eso y más en
http://www.eldiario.es/zonacritica/2012/06/03/queremos-volver-a-la-espana-de-los-50/

Saludos

JM


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