[escepticos] Privilegios de los politicos

[Paco Gaspar]

El 27/08/2012 15:59, Cibernesto escribió:
> El 27/08/2012 15:18, Akin escribió:
>
>> Cuando los obreros de aquí estemos como los
>> obreros de allá, entonces la equivalencia entre sueldos de políticos
>> también será procedente.
>
> Hay obreros de aquí que ganan mucho más que políticos de aquí. Ejemplo 
> (pero hay cientos): un minero puede cobrar fácilmente 2500 euros al 
> mes, mientras que un concejal de pueblo puede cobrar fácilmente 1200 
> euros.
> No caigas en la trampa de "los políticos" versus "los obreros", o peor 
> aún, la "clase política" versus "la clase obrera".
>
> En mi opinión, indignarse por lo que cobra un alcalde o un diputado es 
> una tontería bastante grande en estos momentos, y una forma de 
> distraer la atención que desde luego le encanta a los ricachones y 
> especuladores. En general toda la indignación reciente contra la 
> "clase política" y sus "privilegios" les viene de perlas.
>
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Como dijo Alberto Garzón en la entrevista que le hicieron en El gran 
debate (que recomiendo a quien no la haya visto), no hay 'una clase 
política' sino diferentes clases de políticos.

Está la clase política de los que ganando 5100 o 6000 euros al mes, las 
pasan canutas (como ese diputado gallego) o les cuesta llegar a fin de 
mes (como Es-perraza Aguirre).
Está la clase política de los que afirman que los políticos trabajan 
mucho y se sacrifican mucho por muy poco dinero (como Doña Cospedal, con 
sus 200 y pico mil euros anuales).
Está la clase política de los que, cobrando un sueldo de jubilación, 
renuncian a cobrar el sueldo que les corresponde por haber sido diputado 
(como Julio Anguita).
Está la clase política que, viviendo en Madrid, cobra 1800 euros de 
dieta al mes por asistir al parlamento que está en Madrid.
Está la clase política que renuncia al plan de pensiones privado del que 
disfrutan todos los diputados (caso de Cayo Lara y Alberto Garzón) que 
con su ejemplo y presión fuerzan a que todos los demás diputados se vean 
obligados a hacer lo mismo.

Solo hay que mirar a qué partidos políticos pertenecen unos y otros, y 
la ecuación está resuelta.