Re: [escepticos] Nuclear en Japón

Miguel A. Martínez mimartin en cepymearagon.es
Jue Mar 17 22:28:18 WET 2011


----- Original Message ----- 
From: "Alberto Rodríguez" <fordprefect en cuarentaydos.eu>
>
> Este razonamiento tiene un fallo: Si ese "nutrido frente antinuclear"
> realmente tuviera tanta fuerza como quieres dar a entender, Garoña
> estaría cerrada.

- Como dice David, ahí tienes a Lemóniz.Pero en Valdecaballeros no había 
ETA.
Y entre las dos se nos fundieron 500.000 millones de pesetas. Si eso no es 
tener fuerza , que venga [Dios] (sic) y lo vea.

> Para no seguir caldeándolo casi prefiero que el post de Javier Armentia 
> hable por mi.
>
> <http://javarm.blogalia.com//historias/69212>

Es un post sentimental e incluso lánguido, pero tiene ciertas incoherencias, 
como:

"...y al final parece que todo ha de moverse a golpe de los criterios de los 
administradores y dueños de la empresa y no conforme a los criterios de los 
técnicos implicados ..."

Y resulta que si se siguieran los criterios de los técnicos, no se hubiera 
dudado, por ejemplo, de prolongar la vida de Garoña. Pues en pocos temas 
como en el nuclear, la visceralidad está tan de un lado, y los cálculos "que 
hacen que los aviones no se caigan", de otro.

>
> Así que discrepo. La única batalla que podemos ganar (de hecho la única
> batalla que hay) es la de los políticos. Es a ellos a los que tenemos
> que convencer de que deben tomar esas medidas que generen confianza o,
> cuando menos, que mitiguen la desconfianza en la energía nuclear.

- Eso es una batalla perdida, pues esa desconfianza está fundada en una 
mezcla de superstición y, singularmente, egoismo de la gente de la calle.

Desde que ocurrió el terremoto, en el mundo han muerto entre 5 y 10.000 
personas por accidente de tráfico. Pero el individuo que coge el coche por 
la mañana, llena el depósito y va al curro, difícilmente va a tener en 
cuenta ese riesgo si se trata de prescindir del coche, pues prescindiría de 
un beneficio inmediato e identificado.

Pero es mucho más fácil la demagogia de prescindir de una fuente de energía 
que no está ligada a una acción concreta de girar un interruptor, ya que 
está mezclada con otras, y cuya desaparición aparenta no eliminar ninguna 
comodidad cotidiana.
Miguel



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