[escepticos] Funcionarios

Pedro J. Hdez phergont en gmail.com
Mie Mar 10 00:27:54 WET 2010


El día 9 de marzo de 2010 23:26, Miguel Martínez Estremera
<mimartin en cepymearagon.es> escribió:
> Este artículo es muy interesante, porque expone varias falacias, que ,como
> siempre, van dirigidas a a la defensa de unos privilegios de clase. En este
> caso, la clase funcionarial. Y dejo aparte las líricas alusiones al
> funcionario indigente galdosiano, inmolado atado a una mesa y un flexo,
> porque son de aparecer en "celtiberia show" de Carandell, por lo grotescas.
>
> En primer lugar, el artículo es una cerrada defensa de clase,
> corporativa,del sueldo funcionarial. Lo cual es lícito y comprensible, pero
> olvida que en situación de crisis, los privilegios se entienden mal. En
> concreto ¿por  qué en mi empresa colaboradora ha habido un ERE del 20% y no
> se trabaja un día a la semana y no puede ocurrir eso en un Ayuntamiento.

Porque el Ayuntamiento no es una empresa y a lo mejor debería
funcionar como tal, pero a lo mejor no. No tengo datos que me digan
que lo servicios públicos gestionados por empresas privadas sean más
eficientes.

¿Es
> por la "santa misión" pública y su imprescindibilidad? No se entiende bien
> que el sueldo de los trabajadores privados se congele-y, contando a los
> desempleados, que descienda de media- y que el de los funcionarios suba.

Mi sueldo ha estado congelado desde el 96 y no he visto a nadie que
haya defendido que se me subiera el sueldo cuando las cosas iban bien.
Pues ahora, simplemente ahora tampoco tengo que rendir cuentas a
nadie.
>
> Hay que decir que no existe esa tan neta separación entre funcionarios y
> "especuladores". Es bien sabido que multitud de funcionarios de
> ayuntamientos y otras administraciones se han enriquecido lícitamente en una
> actividad privada incluso gracias a su puesto y conocimiento de la
> situación. Y por supuesto, debido a que es fácil, y frecuente, para un
> funcionario,tener un despacho de abogado, o una gestoría, o una consulta, a
> partir de las 4 de la tarde, y, por tanto, participar de las ventajas de
> ambos mundos:

Lo que nunca ha estado vetado a nadie. Por cierto. Falacia
absolutamente estúpida de la clase obrera de este condenado país. En
lugar de exigir a la empresa privada que mejore sus condiciones de
trabajo y sus horarios laborares, resulta que pretendemos que todo el
mundo esté sometido a la misma esclavitud. En Dinamarca por ejemplo,
nadie que conozca tiene un horario partido por ejemplo.

enriquecerse rápidamente, y tener la seguridad de un trabajo
> de por vida. ¿ Y qué decir de gente como los notarios, de los que todos
> vemos cómo cierran los ojos cuando en la compraventa de un piso se desliza
> un sobre de dinero B bajo su mesa entre las partes? Puro servicio al interés
> privado y traición a su deber .
>
> Por otra parte, la alusión a los "cesantes" pone el dedo en otra sangrante
> llaga: ¿por qué un bedel de la universidad ha de tener empleo de por vida y
> un portero de una finca puede ser despedido por llegar tarde al trabajo 3
> días? ¿por qué un administrativo de la SS es prácticamente inamovible en su
> cargo ante su falta de productividad, y su equivalente en una gestoría puede
> ser fulminado sí o sí? ¿ Y qué tiene que ver la oposición? ¿para ser
> alguacil hay que estudiar lo mismo que para ser juez? ¿No hemos estudiado
> más los que hemos hecho 5 años de carrera que el que tiene graduado escolar
> y ha hecho una oposición de nivel C o D?

Sí, pero algunos de esos últimos ganan menos de 800 euros al mes. Si
los envidias te preparas las oposiciones de nivel C o D y ya está. Sí
que estoy de acuerdo en que existe un problema de productividad. Pero
eso no se arregla sometiendo a la gente a la esclavitud del despido
libre en una economia con una tasa elevada de desempleo. Se soluciona
con algo que se llama flexiseguridad, como se hace en Dinamarca por
ejemplo y con una buena gestión de los recursos humanos de la que
carece la administración.

>
> Para seguir con el cúmulo de despropósitos ¿ a qué viene una elegía de lo
> público en medio de un vulgar cierre de filas ante una congelación salarial?
> Es de todos conocido que un porcentaje notable de funcionarios no se
> caracterizan por su amor a lo público, sino más bien por haber accedido a su
> puesto buscando exclusivamente la seguridad personal y la tarde libre .

Esa es una generalización injustificada. Te puedo poner varios
ejemplos en empresas privadas de comportamientos indeseables en el
mismo sentido. Es más, en una empresa privada incluso se presume de
escaqueo cuando la gente se lo puede permitir.

> "Funcionaria, aunque sea de Prisiones", como decía una amiga. Basta con
> reflexionar sobre la expresión "plaza en propiedad" ¿hay algo más monstruoso
> que un funcionario que considera una parte de la res publica como una
> parcela de su propiedad, como un derecho privado adquirido, y no como un
> servicio abnegado a la comunidad? Llegamos a la sangrante paradoja para los
> que defendemos el interés general por encima del privado: que los
> funcionarios son en gran parte los adalides del interés privado. Y la suma
> de intereses privados no es el público.
>
> No entiendo, finalmente, su aversión a fontaneros, encofradores y albañiles.
> Yo los que conozco, entran a trabajar a las 8 de la mañana y salen a las 8
> de la tarde ( como yo mismo), y en cambio es frecuente ver funcionarios que
> entran a las 8 y mucho y salen a las 2 y poco, y eso tras diversos
> "recados", "cafés" y demás. Ahora quieren poner tornos a los funcionarios
> aquí en Aragón, ante la escandalosa falta de bastantes de ellos a su puesto
> de trabajo. Si hay pocos albañiles es porque todo el mundo quiere ser
> funcionario, y no precisamente por amor al Estado, sino porque a uno le
> sobra tiempo para , si quiere, se r albañil por las tardes o dedicarse a la
> colombofilia.

Todo el mundo quiere ser funcionario porque el problema en este país
es precisamente el sector privado. Un sector que compite en mano de
obra barata y no en cualificación de sus empleados, cuya inversión en
i+D es bastante patética.

Y sí, soy funcionario y puede que mi visión no sea neutral en este
asunto. Pero no pretendo tampoco que lo sea, porque estoy rebotado
ante los ataques unilaterales a lo público que se estilan últimamente.
De hecho, la demonización del deficit público que parece la solución
de todos los males podría ser contraproducente, como afirma Stiglitz
http://www.cnnexpansion.com/economia/2010/02/02/stiglitz-desdena-inquietud-por-deficits


saludos


Pedro J.
>
> Siento el panegírico, pero es que ese artículo me recuerda a uno que circula
> por Internet en defensa de las bolsas de plástico tradicionales de
> supermercado, de polietileno: un bodrio escrito por la industria del sector.
> Miguel A
>
>
>
>
>
> El 07/03/2010, a las 0:55, maresco escribió:
>
>> Comparto con la lista un mensaje que me ha llegado con el ruego de que lo
>> difunda. No suelo hacerlo nunca, pero esta vez, por lo raro (hablan bien de
>> los funcionarios) hago una excepción.
>>
>> ----------------------------------------------------------------------------
>>
>> Funcionarios públicos y sueldos congelados
>>
>> En 1956, Dolores Medio escribió “Funcionario público”, novela desgarrada
>> donde se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario atado a un sueldo
>> mísero que malvivía en un cuartucho junto a su mujer.
>>
>> Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado público
>> casi indigente, trasunto del cesante de novelón galdosiano, fue poco a poco
>> hundiéndose en el olvido.
>>
>> Pero en los últimos días, la cloaca política y mediática neoliberal ha
>> babeado de placer ante los ecos de una posible congelación salarial a los
>> funcionarios. Sin embargo, nada sería más injusto que pasar la factura de la
>> crisis a este colectivo.
>> Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un encofrador podía
>> duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la Administración, y para
>> conseguir que un albañil viniera a casa había, poco menos, que apuntarse en
>> una lista de espera y cruzar los dedos.
>>
>> Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban
>> malabarismos contables con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club
>> y caspa montaban una constructora y juntaban billetes de quinientos euros
>> como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los estudios y dejaban sus
>> libros escolares criando polvo mientras se pavoneaban en coches refulgentes…
>> ¿los funcionarios? Unos “pringaos, hombre, unos “pringaos”… ¿para qué
>> estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué innovar?...
>>
>> “España va bien”.
>> Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de
>> coca y “España va bien”, miles de hombres y mujeres habían inmolado sus
>> mejores años junto a una taza de café cargado, un flexo y un temario de
>> oposiciones. Con los codos clavados en una mesa, viendo la vida desfilar a
>> través del claroscuro de un ventanal, a la espera del momento crucial y
>> temible de los exámenes.
>>
>> Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos de
>> aquellos excesos han de pagarlos los “privilegiados funcionarios”,
>> precisamente el colectivo que apenas se benefició del auge económico y que,
>> por supuesto, no provocó la crisis.
>> Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que
>> prestaron dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las ganancias
>> obscenas de la especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en
>> ayuntamientos y comunidades que dilapidaron millones encargando obras
>> absurdas que enriquecieron a empresarios. No, no… todo esto que lo paguen
>> los funcionarios.
>>
>> Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del falso
>> esplendor económico. Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una
>> oposición terrorífica (aparte de los cinco de carrera) para ganar menos que
>> muchos fontaneros. Sí, los miles de opositores que hubieron de recurrir al
>> Lexatín, el policía que se juega la vida por mil quinientos euros mensuales,
>> el auxiliar que no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar
>> la crisis y son unos “privilegiados”!
>>
>> Y todavía el funcionariado español no se ha mentalizado que todas las
>> ideas de congelación salarial y ataque a lo público responden a la
>> sobrecogedora ofensiva de la derecha ultraliberal, que ha sustituido a la
>> derecha “de toda la vida” y que presiona con una fuerza devastadora
>> acoquinando a muchos gobiernos de izquierda que, contra su sentir, han de
>> plegarse a estas medidas.
>>
>> Pero los funcionarios españoles, en una suerte de suicidio colectivo,
>> votan masivamente a la derecha actual. Y esta derecha neoliberal odia lo
>> público. La doctrina ultraliberal es muy simple: que unos pocos se apropien
>> y aprovechen del esfuerzo y trabajo de la mayoría. En la más genuina línea
>> de Esperanza Aguirre y su entrega de los servicios públicos a codiciosas
>> manos privadas.
>>
>> En este sentido, que un funcionario votase a la derecha “de toda la vida”
>> podía entenderlo, pero que vote a la actual derecha, la neoliberal, me
>> parece tan esperpéntico como que Emilio Botín se afiliara al Partido
>> Comunista Revolucionario.
>>
>> /Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor
>> /
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>> http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=43838
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Pedro J. Hdez
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