[escepticos] Funcionarios

Miguel Martínez Estremera mimartin en cepymearagon.es
Mar Mar 9 23:26:05 WET 2010


Este artículo es muy interesante, porque expone varias falacias,  
que ,como siempre, van dirigidas a a la defensa de unos privilegios  
de clase. En este caso, la clase funcionarial. Y dejo aparte las  
líricas alusiones al funcionario indigente galdosiano, inmolado atado  
a una mesa y un flexo, porque son de aparecer en "celtiberia show" de  
Carandell, por lo grotescas.

En primer lugar, el artículo es una cerrada defensa de clase,  
corporativa,del sueldo funcionarial. Lo cual es lícito y  
comprensible, pero olvida que en situación de crisis, los privilegios  
se entienden mal. En concreto ¿por  qué en mi empresa colaboradora ha  
habido un ERE del 20% y no se trabaja un día a la semana y no puede  
ocurrir eso en un Ayuntamiento? ¿Es por la "santa misión" pública y  
su imprescindibilidad? No se entiende bien que el sueldo de los  
trabajadores privados se congele-y, contando a los desempleados, que  
descienda de media- y que el de los funcionarios suba.

Hay que decir que no existe esa tan neta separación entre  
funcionarios y "especuladores". Es bien sabido que multitud de  
funcionarios de ayuntamientos y otras administraciones se han  
enriquecido lícitamente en una actividad privada incluso gracias a su  
puesto y conocimiento de la situación. Y por supuesto, debido a que  
es fácil, y frecuente, para un funcionario,tener un despacho de  
abogado, o una gestoría, o una consulta, a partir de las 4 de la  
tarde, y, por tanto, participar de las ventajas de ambos mundos:  
enriquecerse rápidamente, y tener la seguridad de un trabajo de por  
vida. ¿ Y qué decir de gente como los notarios, de los que todos  
vemos cómo cierran los ojos cuando en la compraventa de un piso se  
desliza un sobre de dinero B bajo su mesa entre las partes? Puro  
servicio al interés privado y traición a su deber .

Por otra parte, la alusión a los "cesantes" pone el dedo en otra  
sangrante llaga: ¿por qué un bedel de la universidad ha de tener  
empleo de por vida y un portero de una finca puede ser despedido por  
llegar tarde al trabajo 3 días? ¿por qué un administrativo de la SS  
es prácticamente inamovible en su cargo ante su falta de  
productividad, y su equivalente en una gestoría puede ser fulminado  
sí o sí? ¿ Y qué tiene que ver la oposición? ¿para ser alguacil hay  
que estudiar lo mismo que para ser juez? ¿No hemos estudiado más los  
que hemos hecho 5 años de carrera que el que tiene graduado escolar y  
ha hecho una oposición de nivel C o D?

Para seguir con el cúmulo de despropósitos ¿ a qué viene una elegía  
de lo público en medio de un vulgar cierre de filas ante una  
congelación salarial? Es de todos conocido que un porcentaje notable  
de funcionarios no se caracterizan por su amor a lo público, sino más  
bien por haber accedido a su puesto buscando exclusivamente la  
seguridad personal y la tarde libre . "Funcionaria, aunque sea de  
Prisiones", como decía una amiga. Basta con reflexionar sobre la  
expresión "plaza en propiedad" ¿hay algo más monstruoso que un  
funcionario que considera una parte de la res publica como una  
parcela de su propiedad, como un derecho privado adquirido, y no como  
un servicio abnegado a la comunidad? Llegamos a la sangrante paradoja  
para los que defendemos el interés general por encima del privado:  
que los funcionarios son en gran parte los adalides del interés  
privado. Y la suma de intereses privados no es el público.

No entiendo, finalmente, su aversión a fontaneros, encofradores y  
albañiles. Yo los que conozco, entran a trabajar a las 8 de la mañana  
y salen a las 8 de la tarde ( como yo mismo), y en cambio es  
frecuente ver funcionarios que entran a las 8 y mucho y salen a las 2  
y poco, y eso tras diversos "recados", "cafés" y demás. Ahora quieren  
poner tornos a los funcionarios aquí en Aragón, ante la escandalosa  
falta de bastantes de ellos a su puesto de trabajo. Si hay pocos  
albañiles es porque todo el mundo quiere ser funcionario, y no  
precisamente por amor al Estado, sino porque a uno le sobra tiempo  
para , si quiere, se r albañil por las tardes o dedicarse a la  
colombofilia.

Siento el panegírico, pero es que ese artículo me recuerda a uno que  
circula por Internet en defensa de las bolsas de plástico  
tradicionales de supermercado, de polietileno: un bodrio escrito por  
la industria del sector.
Miguel A





El 07/03/2010, a las 0:55, maresco escribió:

> Comparto con la lista un mensaje que me ha llegado con el ruego de  
> que lo difunda. No suelo hacerlo nunca, pero esta vez, por lo raro  
> (hablan bien de los funcionarios) hago una excepción.
> ---------------------------------------------------------------------- 
> ------
>
> Funcionarios públicos y sueldos congelados
>
> En 1956, Dolores Medio escribió “Funcionario público”, novela  
> desgarrada donde se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario  
> atado a un sueldo mísero que malvivía en un cuartucho junto a su  
> mujer.
>
> Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado  
> público casi indigente, trasunto del cesante de novelón galdosiano,  
> fue poco a poco hundiéndose en el olvido.
>
> Pero en los últimos días, la cloaca política y mediática neoliberal  
> ha babeado de placer ante los ecos de una posible congelación  
> salarial a los funcionarios. Sin embargo, nada sería más injusto  
> que pasar la factura de la crisis a este colectivo.
> Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un  
> encofrador podía duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la  
> Administración, y para conseguir que un albañil viniera a casa  
> había, poco menos, que apuntarse en una lista de espera y cruzar  
> los dedos.
>
> Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban  
> malabarismos contables con el sueldo, miles de paletos de eructo,  
> puti club y caspa montaban una constructora y juntaban billetes de  
> quinientos euros como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los  
> estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo mientras se  
> pavoneaban en coches refulgentes… ¿los funcionarios? Unos  
> “pringaos, hombre, unos “pringaos”… ¿para qué estudiar?, ¿para qué  
> invertir?, ¿para qué innovar?...
>
> “España va bien”.
> Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas,  
> rayas de coca y “España va bien”, miles de hombres y mujeres habían  
> inmolado sus mejores años junto a una taza de café cargado, un  
> flexo y un temario de oposiciones. Con los codos clavados en una  
> mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de un  
> ventanal, a la espera del momento crucial y temible de los exámenes.
>
> Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos  
> de aquellos excesos han de pagarlos los “privilegiados  
> funcionarios”, precisamente el colectivo que apenas se benefició  
> del auge económico y que, por supuesto, no provocó la crisis.
> Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias  
> que prestaron dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las  
> ganancias obscenas de la especulación acabaron en paraísos  
> fiscales. No indaguemos en ayuntamientos y comunidades que  
> dilapidaron millones encargando obras absurdas que enriquecieron a  
> empresarios. No, no… todo esto que lo paguen los funcionarios.
>
> Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del  
> falso esplendor económico. Sí, el juez que sacrificó como poco  
> cinco años en una oposición terrorífica (aparte de los cinco de  
> carrera) para ganar menos que muchos fontaneros. Sí, los miles de  
> opositores que hubieron de recurrir al Lexatín, el policía que se  
> juega la vida por mil quinientos euros mensuales, el auxiliar que  
> no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar la  
> crisis y son unos “privilegiados”!
>
> Y todavía el funcionariado español no se ha mentalizado que todas  
> las ideas de congelación salarial y ataque a lo público responden a  
> la sobrecogedora ofensiva de la derecha ultraliberal, que ha  
> sustituido a la derecha “de toda la vida” y que presiona con una  
> fuerza devastadora acoquinando a muchos gobiernos de izquierda que,  
> contra su sentir, han de plegarse a estas medidas.
>
> Pero los funcionarios españoles, en una suerte de suicidio  
> colectivo, votan masivamente a la derecha actual. Y esta derecha  
> neoliberal odia lo público. La doctrina ultraliberal es muy simple:  
> que unos pocos se apropien y aprovechen del esfuerzo y trabajo de  
> la mayoría. En la más genuina línea de Esperanza Aguirre y su  
> entrega de los servicios públicos a codiciosas manos privadas.
>
> En este sentido, que un funcionario votase a la derecha “de toda la  
> vida” podía entenderlo, pero que vote a la actual derecha, la  
> neoliberal, me parece tan esperpéntico como que Emilio Botín se  
> afiliara al Partido Comunista Revolucionario.
>
> /Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor
> /
>
> http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=43838
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