[escepticos] El parto y el reparto

Josep Català jcatala en tecnopress.es
Vie Mar 5 13:08:11 WET 2010


Dolores Gomez Gonzalez ha escrito:

> Pues si la epidural te quita el dolor de las contracciones y son estas
> las que te dicen cuándo empujar ¿cómo sabes cuándo hacerlo?¿o es que
> solo las disminuye pero las notas igual?

En primer lugar, debe tenerse en cuenta que la "epidural" no es de exclusivo
uso en obstetricia. A mí, por ejemplo, me la aplicaron en la intervención
que ya dije de la meseta tibial. Más aún: le dije al cirujano, que había
sido alumno mío, que si era posible me gustaria no sentir ningún tipo de
dolor (¡hombre!) pero sí el "tacto". El anestesista no puso ninguna pega,
y yo pude seguir perfectamente la operación unas 4 horas y media (*) y oir
de manera muy inteligible lo que estaban hablando entre ellos.

Como te he dicho en un anterior mensaje, yo diría que aquí todo depende
del anestesista. No pueden hacer milagros, pero sí coneguir cosas que no
pensabas. Hay algunos que, tras inyectarte la primera dosis, te hacen doblar
el cuerpo hasta aquí o hasta allí. Calculan, pues, cómo llega la epidural a
su sitio.

Las contracciones les aprecia mucho mejor el obstreta que la parturienta,
no lo dudes. Aparte de que no te inyectan epìdural hasta quedarte
totalmente KO, ni que sea en la parte inferior del cuerpo. Existen riesgos,
que han de tener en cuenta; pero desde luego te disminuyen el dolor de lo
lindo.

Saludos.

Josep Català

(*) Existe una costumbre hispánica que atribueye la importancia/gravedad de
una intervención quirúrgica al tiempo que el paciente ha estado en el
quirófano. La mía, pues, y según este crfiterio, fué importantísima, pues
en total duró unas 6 horas... Claro: entras en quirófano; hablas con el
cirujano de cuanto tiempo hace que no nos veíamos; el anestesista comienza
a actuar; el cirujao revisa la prótesis metálica que va a ponerte; abre
tu costado a la altura... de la pelvis. Obvio: ha de obtener hueso de donde
sea para suplir el que está cascado en la meseta tibial, así que va a sacarlo
de la pelvis, que por algo no parece que yo tenga mucho riesgo de quedar
embarazado; corta (¡y cómo!) el trozo de hueso que le interresa; va a la
meseta tibial y abre la zona para dejarla al descubierto; exami qué forma
debe darle al hueso de reemplazo; empieza a trabajar como un mecánico de
locomotoras: yo sentía perfectamente los golpes de escarpia que le daba
tanto a la meseta tibial como mal trozo de pelvis; lo coloca y ajusta; pone
la prótesis metálica; aprieta los tornillos (de locomotra, ya digo, y
fueron 5); comienza a cerrar la herida abierta en la meseta tibial;
hace lo propio con el "bujero" de la pelvis; revisa todo, etcétera....

En fin: 6 horas. "Seguro que fué muy grave", que diría la comadre. Pues
mire, no. Lo más "grave" fué que cuando yo estaba en la sala de
recuperación, el cirujano Auleda me espetó: "Nosotros  nos vamos a
comer, que ya es hora. Poque usted seguro que no tiene hambre..." El caso
es que sí tenía, y al rato me trajeron una dieta de recién operado que
para qué voy a contar.

Pues eso.

Saludos.

Josep Català



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