Re: [escepticos] Hintelestuales piden cierre de Garoña

Mariam Chico xmimisma en gmail.com
Mar Sep 22 18:02:45 WEST 2009


Aquí estoy de nuevo.
Mi acceso a internet ha estado más limitado ultimamente, por eso no he
podido participar  activamente, a ver si ahora dispongo del tiempo necesario
para contestar debidamente.

Gracias por vuestras explicaciones, comprensión y empatía.

Espero que esta selección de textos que he elaborado consiga aclarar mi
punto de vista:

"Cuando oímos la palabra "violencia" pensamos enseguida en el empleo de la
fuerza bruta, en la "aplicación de medios violentos a cosas y personas para
vencer su resistencia" como dice el diccionario de la lengua. Pero la
violencia física para someter a las perosnas y a los pueblos sólo se utiliza
en casos extremos. Existen otras formas de violencia más frecuentes y
sutiles, esto es menos evidentes y directas, que se emplean cotidianamente
para moldear mentes dóciles. También se ejerce la violencia cuando se falsea
y tuerce lo natural hasta el punto de obligar a las personas a hacer cosas
que no desean ni les gusta.
Basta con mirar a nuestro alrededor y analizar los datos que nos ofrece la
realidad para percibir las angustias y el dolor que genera [este modelo de
sociedad].

A nivel mundial, los gobiernos que rigen los destinos de los pueblos emplean
25.600 dólares en gastos militares por soldado, frente a 450 dólares por
niño en edad escolar.
Pero las burocracias militares, los profesionales de la violencia física, no
sólo goozan de las prefereencias presupuestarias de los gobiernos. También
disfrutan de otras muchas ventajas en los centros de poder, ya sean
políticos o económicos. Desfiles, guardias de honor, aviones, etc., aportan
los símbolos visibles a los políticos. Se ven mimados por los capitostes de
los negocios, por las multinacionales que engordan con los contratos
militares, etc. Participan, además, del secreto que fundamenta todo poder.
Con independencia de las formas violentas de represión, el secretismo del
poder reduce las informaciones públicas, esto es, las posibilidades de que
el pueblo esté informado sobre los acontecimientos y decisiones que más le
afectan.

El capitalismo es un sistema social que, por su propia naturaleza, genera
incertidumbres, angustias y frustraciones. la inseguridad en el trabajo, el
las relaciones humanas, en la calle, etc.; el miedo al futuro propio o de
los hijos, a no llegar a fin de mes, a no hacer frente a las letras del
coche o de la vivienda, etc.; la imposibilidad de satisfacer los deseos
provocados y estimulados por la industria del reclamo publicitario[...]. El
individuo tiene que sentirse dolorosamente insatisfecho y frustrado cuando
percibe que se le niega una posición social y económica que espera obtener y
considera merecida, o cuando pierde su empleo y se queda en paro. Para un
número cada vez mayor de personas debe ser evidente que las aspiraciones
individuales generadas rebasan en mucho la capacidad del sistema para
satisfacerlas.
¿Cómo superar enconces estas angustias? Lo más fácil es refugiarse en el
peensamiento mágico, en la ocultación de la realidad, en las sectas y en las
verdades absolutas que ofrencen las religiones. Coomo bien se sabe, la
ciencia no produce sino nuevas dudas e encertidumbres, única manera de
seguir avanzando.
El empeño en habituar psicológicamente a las personas, ya sean niños o
adultos, a la violencia y falta de escrúpulos en el empleo de los medios
para alcanzar los objetivos personales, el culto de la agresividad y es
desprecio por la vida ajena, [pero sobre todo] por los miembros de otra
nación, de otro grupo social, etc., responden a los intereses y
necesidades de una política basada en la explotación de unos seres
humanos por otros, y no en la cooperación y la solidaridad.

La violencia está siempre en las noticias y documentales, y es el tema
frecuente de películas, series televisivas y novelas.
La violencia y la contra violencia vienen a representar en la comunicación
estereotipada de los llamados "medios de masas" la lucha épica entre el bien
y el mal, la luz y las tinieblas, la democracia y el totalitarismo, la
civilización y la anarquía, el orden y el caos. La mayor parte del
conocimiento público acerca de la violencia, de esta lucha, se basa en las
imágenes, definiciones y explicaciones propocionadas por los medios. A este
respecto conviene tener en cuenta que en la tecnificada sociedad actual la
inmensa mayoría de aventuras y experiencias no son directas sino mediadas e
indirectas.
Harry Pross define la violencia simbólica como el poder para imponer la
validez de significados mediante signos y símbolos de una manera tan
efectiva que la gente se identifique con esos significados.
A fin de cuentas siempre es más económico y eficaz meter a la instancia de
control, a la policía, en la mente de los individuos que mantener y utilizar
cuerpos de represión física. De ahí la necesidad de analizar la violencia
que se ejerce sobre el individuo a través de los símbolos sociales y de los
medios de comunicación. Llegando al extremo de que cada una* se ha
convertido en su propia opresora; en opresora y oprimida de sí misma.
(* refiriéndome a "persona".)

Según los cánones de uso, hay que filmar "imágenes telegéneticas", retener
lo extraorinario, no lo ordinario. Lo ordinario es la paz, lo extraordinario
es el escándalo y el conflicto vilento. Pero al acumularse lo extraordinario
en la pantalla y en la prensa se invierte la relación: la acción violenta y
el conflicto se convierten en lo ordinarioo, y el orden pacífico queda
fuera. Parece como si "el mundo" constase únicamente de actos violentos y
accionismo.
La fascinación de la violencia responde a la filosofía del éxito social a
cualquier precio, del individualismo y egoísmo primitivos frente a la
cooperación y la solidaridad propias de la especie humana.
En los últimos tiempos se ha propagado una concepción estrecha del progreso.
Se considera progresista y positivo lo que promete una rápida rentabilidad,
vale decir, ganancia financiera. Pero se dejan de lado los efectos sociales
y ecológicos. La responsabilidad subyace en la euforia tecnológica que
presiona para aplicar una técnica sin tomar en consideración sus posibles
consecuencias. A esta línea de pensamiento, llamada modernidad,
postmodernidad o como se quiera, pero ya vieja en la historia social, le es
ajena la idea de que no hay por qué hacer todo lo que técnicamente es
posible.
Irreflexivamente podría considerarse que esta abundancia de estímulos marca
el progreso de la organización social moderna. Pero el desarrollo no puede
medirse por la densidad de estímulos, sino por lo adecuados que sean estos
estímulos para perfeccionar la organización social, para la creación de un
medio humano más solidario y libre.
Quien tiene los medios tiene también la palabra. El es quien determina las
representaciones con sus imágenes. Pues lo que no se muestra es como si no
existiese.
Los medios proporcionan poder porque pueden estimular y atraer la atención
de otros seres humanos hasta el punto de robarles parte de su biotiempo
irrecuperable. La violencia simbólica del "dinero" (se es por lo que se
tiene, o por las deudas que se tienen) se apodera de la violencia simbólica
"tiempo".
Las ofertas de violencia en la sociedad y en los medios son numerosísimas.
[Pero nos centraremos en] los medios de comunicación, especialmente la TV, y
la violencia simbólica ejercida a través del lenguaje.
Por lo que respecta a los medios audiovisuales, la violencia se presenta
tanto en los programas de actualidad (boletines de noticias, temas del día,
documentales) como en los de ficción (series, telefilmes y películas). Los
formatos de los informativos se clasifican en abiertos o cerrados. Un
formato es abierto cuando proporciona espacio en donde se puede cuestionar y
contestar la perspectiva oficial y en donde se pueden presentar y examinar
otras perspectivas. Un formato es cerrado cuando opera dentro de los
términos de referencia establecidos por la perspectiva oficial. Estas
constricciones conducen a una forma de noticias que se presenta como informe
objetivo e imparcial del acontecer. Los boletienes de noticias tienden a
presentarse en un estilo que oculta el proceso de selección y decisión que
subyace tras la información y apenas deja margen para el comentario o la
argumentación. Las opiniones que se prensentan son casi siempre las de los
detentadores del poder en las principales instituciones: ministros y
políticos de los partidos mayoritarios; miembros destacados de la policía y
de la judicatura; dirigentes sindicales y de las organizaciones patronales;
portavoces de grupos de presión y de intereses, como iglesia y
organizaciones profesionales. El resultado es que los boletines de noticias
y telediarios, que es la fuente exclusiva de información de la mayoría de la
población, cosntituyen una de las formas "cerradas" de presentación y opera
por lo general en términos de la perspectiva oficial.
La mayoría de las noticias sobre violencia las porporcionan las autoridades
y se refieren a las respuestas gubernamentales a la violencia. Pero rara vez
se explican los objetivos subyacentes de la violencia, y casi nunca se
justifican. No se discuten los motivos ni las condiciones sociales que los
provocan. La información se presenta descontextualizada, esto es,
incomprensible. Se ofrencen unas cifras, pero se callan otras.
El lenguaje sigue siendo uno de los principales instrumentos de violencia
simbólica. Las palabras y los conceptos se utilizan conscientemente para
violentar la capacidad cognitiva de las grandes masas de la población, para
confundir las mentes, y en última instancia para imponer significados que se
contradicen con la realidad [de esto se pueden dar cantidad de ejemplos].
Se puede violentar [persuadir] al público (de populicus, pueblo) hasta el
punto de que se identifique con los significados oficiales, se le opuede
movilizar para que apoye y acepte la transferencia de fondos del Estado de
bienestar a la seguridad y el Estado de guerra.
La sociedad que genera alienación es un caldo de cultivo para la violencia.
Los estereotipos, el fanatismo, el dogmatismo y la intolerancia generados
por unas condiciones de alienación unidireccional, esto es, interesada y,
en última instancia, violenta [se pueden y deben combatir].

La manipulación, como comunicación orientada al dominio ideológico, persigue
adaptar todo lo posible al sistema social vigente la conciencia y
las actividades, incluidas las de su tiempo libre, de la mayoría de la
población, en contra de sus intereses objetivos y, por consiguiente,
subordinarlos a los intereses minoritarios. Los más deben someter su imagen
del mundo, su comprensión de las cosas, sus hábitos de pensamiento, sus
sentimientos, sus gustos, en suma, su forma de vida, a los intereses de los
menos.
Por eso, "lo que la gente ve, lee y escucha, lo que viste, lo que come, los
lugares a donde va, y lo que cree estar haciendo, han pasado a ser
responsabilidades de un sistema de información que fija gustos y valores en
función de sus propios criterios de mercado, los cuales a su vez, se
refuerzan a sí mismos". [... ] Las acciones y conductas resultantes se
presentan como decisiones "libres", autodeterminadas, cuando en realidad
son inducidas, heterodeterminadas.
Una de las técnicas más desapercibidas de manipulación consiste en
seleccionar y difundir las informaciones y conocimientos que mejor
satisfacen los intereses y objetivos de los productores. Hacer objeciones a
esta selección equivaldría, según los pocos que seleccionen y deciden para
los muchos, un atentado a la libertad de expresión, de comercio, de
creación, etc. etc. [Por cuestión de espacio limitado] hay que seleccionar
entre el flujo incesante [de información] que sale de los corresponsales y
agencias, se criba en éstas, se envía a las redacciones que, a su vez,
vuelven a seleccionar, de modo que al final, apenas se publica un 1% de lo
que originariamente se produjo. Se trata de un despilfarro enorme que
valdría la pena analizar.
La verdad es que sobran los dedos de una mano para contar las agencias
internacionales que seleccionan los acontecimientos y las imágenes que vemos
en la mauyor parte del mundo. Este poder de fijar el programa social de
cualquier comunidad es la clave del control social.
[Todo esto puede estar cambiando algo con internet, pero no olvidemos que
internet sigue siendo una herramienta minoritaria, y que es necesario que se
hagan eco los medios de los que hablabamos antes, de lo aparecido en
internet, para que se le de la importancia y credibilidad necesaria.]
El sencillo método de manipular comunicando tan sólo lo que a uno le
conviene inplica, claro está, el de silenciar lo que no conviene. Cuando la
verdad no responde a los intereses del capital no se trata de mentir, sino
de no decir la verdad. Se informa de modo selectivo, pero creíble, sobre
fenómenos, detalles, sin explicar la esencia del sistema, sin contexto.
La manipulación de las conciencias se lleva también a cabo mediante una
serie de mitos que estructuran el contenido de los mensajes. Entre ellos,
Herbert Schiller analiza cinco de estos mitos en su libro *Los manipuladores
de cerebros.*
*El mito del individualismo y de la decisión personal.* Se basa en la
supremacía  del individuo como valor supremo. Aquí reside el fundamento de
la libertad [individual], la propiedad privada, del triunfo personal a toda
costa, etc. Esta manera de presentar el progreso del ser humano oculta
interesadamente que lo que llamamos sociedad o cultura humana surgió de la
cooperación, la solidaridad y la comunicación.
*El mito de la neutralidad. *La eficacia de la manipulación depende de que
no haya pruebas de su existencia, [...] que se crea que las cosas son como
son y no se puede hacer nada por cambiarlas. Por eso es fundamental que la
gente crea en la neutralidad de las instituciones sociales, de los
gobiernos, de la enseñanza, de los medios de comunicación y de la ciencia.
*El mito de la naturaleza humana inalterable.* Si se difunde la idea, e
incluso se la pretende demostrar "científicamente", de que la condición
humana está creada de una vez por todas,[bien por creencia irracional o
racional] se admitirá fácilmente que las relaciones conflictivas son
proipias de la condicion humana y no de las circunstancias sociales; que la
agresividad es propia de la naturaleza humana, y por lo tanto incorregible;
que, por lo tanto, no vale la pena cambiar el medio social que genera esos
conflictos y esa agresividad para con los demás seres humanos.
*El mito de la ausencia de conflictos sociales. *El conflicto se presenta
siempre como un problema individual. Desde el punto de vista de la
comercialización, la presentación de los problemas sociales como conflictos
colectivos requiere mayor esfuerzo, e incluso molesta a los consumidores,
nos dicen los investigadores. De ahí que los entretenimientos y productos
culturales de mayor difusión estén tan impregnados de violencia individual.
La cooperación, la unidad y la lucha colectivas son conceptos que se
presentan como peligrosos.
*El mito del pluralismo de los medios.* [...] si se miran de cerca los
contenidos se verá fácilmente que son más o menos idénticos. [...]
uniformidad y conformismo, compensación fácil de los déficits emocionales y
de las angustias y frustraciones, y, en última instancia, adoctrinamiento.
*Las encuestas y sondeos de opinión. *Mediante su publicación se pueden
crear estados de opinión, disipar las dudas de los indecisos, estimular el
espíritu gregario. Las encuestas y sondeos se emplean, como es sabido, para
dirigir los gustos y las decisiones tanto en la compra de bienes de consumo
como en las elecciones políticas.
*La censura.* [...]
*La personificación de la política.[...] *Mediante esta personificación se
distrae la atención de las masas respecto de los problemas sociales que les
afectan.
*La presentación lingüística.* Si los seres humanos desarrollaron el
lenguaje para entenderse entre sí y cooperar unos con otros en beneficio de
todos, el capitalismo de hoy día los utiliza para confundirlos. Las noticias
se presentan casi siempre sin ninguna conexión entre ellas.  Esta
fragmentación dificulta e impide su comprensión, pues sin contexto no hay
significado. Si no nos presentan las relaciones que existen entre los
acontecimientos y los estados de cosas no podemos entender lo que pasa.

En relación a la industria del reclamo o  publicidad comercial, a fin de dar
salida a los artículos y acelerar la circulación del capital, se han rodeado
de un gigantesco ejército de expertos: economistas, ingenieros agrónomos,
médicos, jurisconsultos, químicos, psicólogos, escritores, músicos,
investigadores de la conducta humana, pintores, sociólogos, físicos,
filósofos, estadísticos, comunicólogos, etc., etc. En la industria del
reclamo trabajan expertos de casi todas las ramas del saber y de las artes
con la misión de inculcarnos el nuevo Evangelio: comprar, comprar, comprar.
Y cada vez son más los ciudadanos y ciudadanas que se realizan comparando y
tienen que recibir tratamiento psiquiátrico para devolverlos a la realidad.
[Se gastan cientos de miles de millones de pesetas en seducir al público
mediante anuncios publicitarios. Sin embargo, tan sólo se dedican algunos
cientos de millones en informar a los consumidores.]"

(*La formación de la mentalidad sumisa*: Vicente Romano)


"La crisis de soberanía de los estados tradicionales y su conversión
progresiva en meros administradores de las políticas que se dictan por
poderes transestatales formales e informales (sobre todo por estos últimos),
han desplazado el concepto de seguridad en diversos ámbitos de lo social en
general y de lo político en particular. Uno de ellos ha sido el ámbito del
control formal que comprende el sistema policial, penal y carcelario.
La industria policial estatal o privada, la industria penal y carcelaria son
empresas auxiliares dentro del complejo de empresas que viven de producir
inseguridad a las personas y sociedades con el fin de comercializar los
medios para supuestamente combatirla. Más exactamente, habríamos de decir,
en lugar de combatirla, desactivar la sensación de inseguridad a corto plazo
y a su vez funcionar como mecanismos, creación de condiciones de vida y de
estructuras que perpetúan e incrementan la inseguridad ciudadana a medio y
largo plazo.
A partir de aquí, en este contexto, y desde hace casi ya [veinticinco años],
se construye el nuevo espacio policial y penal europeo, que trata de
estandarizar el control y hace hincapié en nuevas funciones. Por lo que
respecta a los cuerpos policiales desarrolla la idea de la prevención
policial, que es sinónimo de control previo (proactivo) y extendido
(generalizado a toda la ciudadanía), para lo cual se despliega un
impresionante aparato tecnológico e informático que consiga la acumulación
de toda la información confidencializada y la centralización de la misma,
acentuando así la necesidad de control extensivo y de la presencia policial
que se justifica con funciones de prevención del delito, pero que cumple mas
bien funciones de control de la ciudadanía en general y de los potenciales
movimientos sociales organizados o espontáneos que pudieran extenderse en la
sociedad.
Esto se concentra en el incremento de las tasas de encarcelamiento y por
tanto en el incremento progresivo del número de plazas carcelarias. Así,
según los propios datos oficiales del Boletín Penitenciario Europeo editado
por el Consejo de Europa, en los países pertenecientes a la Unión Europea el
número de plazas de ejecución penal son más del doble en los últimos treinta
años [hasta 2005], lo que representa una clara apuesta por reproducir y
recrear la industria penal y carcelaria que, lógicamente, para su
crecimiento necesita acompañarse de medidas como el incremento de las
condenas, nuevas penas complementarias a la cárcel, nuevos sujetos
criminalizados (inmigrantes no regularizados, nuevos tipos penales que
amplían la definicióin de "terrorismo", etc). El objetivo es encerrrar más
tiempo a los definidos como "enemigos de la seguridadd" y a nuevos sujetos
definidos como tales.
Estas políticas criminales que apuestan por el desarrollo e incremento de la
industria policial y carcelaria están directamente inspiradas por las
políticas de encarcelamiento y criminalización llevadas a cabo por los
actuales gobiernos de EEUU tanto dentro de su país (tasas de encarcelamiento
sin precedentes a partir de políticas de tolerancia cero) como fuera de el
(Guantánamo, Afganistán, Irak, etcétera).
No se nos puede escapar que en el actual escenario, la clave de la
globalización carcelaria no es solo el desarrollo de esta industria, sino la
transformación de las sociedades hacia dentro en sociedades carcelarias en
vistas a garantizar la seguridad mundial. Y esto supone la policialización
de la sociedad.
Esta política criminal fundamentada en una cultura punitiva que consiste en
creer que la aceptación de las leyes se consique mediante el desarrollo de
una maquinaria sancionatoria implacable resulta socialmente ineficaz, pero
económicamente muy rentable. A nadie se nos escapa que para la prevención
del delito, los sistemas policiales son la instancia menos eficaz, puesto
que evitar el delito y sus motivaciones antes de producirse es por
definición prevención social y no policial (también en el caso de la
violencia de género, doméstica [o machista]), y evitar el delito en el
momento de producirse implica mediante la intensificación de la vigilancia,
la presencia policial, la delación, la colaboración de confidentes, la
implicación en los circuitos de criminalidad, las redadas "grupos definidos
por la propia policía como de riesgo o sospechosos", en definitiva, la
construcción de un Estado policial y la reproducción de un modelo de
eficacia policial fundamentado en la represión se se sirve, con viejos y
nuevos objetivos de las técnicas de investigación policial clásicas de
carácter represivo, solamente que más sofisticadas.
La cárcel tiene, entre otras, *funciones sociales generales* de dos tipos:
*instrumentales y simbólicas.*
En cuanto a las* funciones simbólicas*: se crea una imagen bien precisa: los
delincuentes son quienes están presos* gracias a la actividad del Estado en
la lucha contra el delito, luego el Estado es eficaz en la persecución y
sanción de los criminales. Así pues cumple importantes funciones ode
legitimación del estado como supuesto garante de la seguridad ciudadana.
En cuanto a las *funciones sociales instrumentales*: la cárcel funciona como
un espacio educativo (reeducación desocializadora)  para la producción de
delincuentes adaptados a ella y a su papel social de chivos expiatorios de
la necesidad de una delincuencia habitual que justifica la protección de
intereses de poder mediante formas de control policial, penal y carcelario,
ocultando otros tipos de delincuencia infinitamente más grave y numerosa y
engañando a los ciudadanos haciéndonos creer que la cárcel es una
herramienta eficaz en prevención y lucha contra el delito.
Pero la cárcel también cumple importantes *funciones políticas tanto
instrumentales como simbólicas.*
En cuanto a las *funciones políticas instrumentales*, [...] funciona como
una forma de control duro dentro de las llamadas estrategias
antiterroristas,[...] para erradicar los movimientos de resistencia armada.
Con respecto a sus funciones políticas simbólicas, [...] se pretende
desarrollar una acción coercitiva selectiva de tipo simbólico para crear una
imagen o representación clara que identifique (sobre todo de cara a los
activistas potenciales y su entorno social) el hecho de negarse a cumplir
las obligaciones [administrativas], fiscales o de cualquier tipo, con la
gran probabilidad de ser encarcelado, buscando así frenar cualquier forma de
desobediencia civil.

*Mirar, en el mismo trabajo: *Mitos sobre la inevitabilidad de la cárcel*.
(*La cárcel: ¿para qué y para quién?:* César Manzanos Bilbao)

"Las nuevas formas de urbanismo (guetización de zonas pobres y
bunquerización de zonas ricas), las políticas estatales de recortar gastos
sociales, la precarización del empleo, el endurecimiento de la represión
penal y el aumento de la población reclusa se encuentran íntimamente
relacionados en este nuevo modelo autoritario de explotación que importa
grandes ganancias a quienes especulan con la industria inmobiliaria y la de
seguridad.
[...] Un proyecto que la ciudad de Los Ángeles exporta al resto del mundo.
[...] *El miedo como negocio y el paradigma de la seguridad."
*
(Más allá de Blade Runner. Control urbano: la ecología del miedo. Mike
Davis)


"Cuando las desigualdades sociales se evidencian con mayor crudeza y los
presupuestos sociales de la Administración se ven mermados, ¿cuál es el
papel de los y las trabajadores sociales? ¿Ponen paños calientes o hacen
efectivos derechos básicos? ¿Es un empleo con mayores implicaciones? ¿Hay
margen de maniobra para una labor crítica?
Las diferencias sociales que genera el sistema económico imperante conllevan
situaciones en las que muchas personas necesitan de la solidaridad del
resto. Situaciones que no han pasado desapercibidas para el conjunto de la
sociedad. De esta forma, a lo largo del siglo XX, fue surgiendo el concepto
de “servicios sociales”. Sin duda, una conquista histórica del movimiento
obrero que con su lucha arrancó concesiones y obligó a los Estados a
destinar una parte importante del dinero público a las llamadas políticas de
bienestar social, como forma de redistribuir la riqueza y garantizar así un
mínimo nivel de vida a todas las personas. Ésta es la base ideológica del
llamado “Estado del bienestar” que durante décadas imperó en los países
capitalistas avanzados.
Este sigue siendo el concepto que sobre los servicios sociales impera en el
ideario colectivo. Pero bajo el modelo capitalista, incluso los grandes
avances sociales conquistados tras décadas de lucha, pueden verse
distorsionados, hasta volverse en su contrario incluso. Ya hace mucho que el
genio literario de Orwell nos advertía del peligro de perder el poder sobre
el lenguaje, ya que pensamos (y por tanto actuamos) en base a conceptos
lingüísticos. Y esto es lo que ha pasado con los servicios sociales:
seguimos pensando en ellos en su concepto original, pero nos han dado el
cambiazo al modificar sus funciones reales, sin que nos hayamos percatado
siquiera.
Realizar informes
A día de hoy, la función principal de los servicios sociales es la
elaboración de informes. Es más fácil entender lo que decimos con un
ejemplo. Pongamos el caso de un niño que muestra un comportamiento
conflictivo en el colegio. El orientador del centro elaborará informes sobre
el niño, que finalmente elevará a la inspección educativa, donde algún
técnico derivará el caso a los servicios sociales del Ayuntamiento, tras el
preceptivo informe. Los técnicos municipales citarán a la familia, que
empezará a ser investigada, y será objeto de nuevos informes. Desde el
Ayuntamiento se hará un seguimiento del caso, seguramente a través de alguna
ONG concertada para tal fin. El educador de dicha ONG elaborará nuevos
informes, donde se hablará del desempleo del padre y sus problemas con el
alcohol, y de la desatención que sufre el niño también por parte de la
madre, que pasa muchas horas fuera de casa. El caso será derivado a la
Consejería de Bienestar Social de turno, donde nuevos informes apuntarán a
la necesidad de tutelar al menor por estar en situación de riesgo y
desamparo. El niño irá a un centro de acogida, donde nuevos informes
decidirán su futuro. Hay que fijarse en la cantidad de instituciones, ONG y
recursos que se están dedicando al niño, cuánta gente está ganando un sueldo
sin dar ninguna solución real a la familia. ¿Dónde está la famosa
redistribución de la riqueza? Porque el padre sigue siendo un parado de
larga duración y la madre sigue viéndose obligada a desatender su propia
casa para atender la de los demás y ganar así algo de dinero para sustentar
a la familia. Pero ahora ya no podrán ni quejarse: son objeto de
investigación (y por lo tanto al menos sospechosos de ‘algo’), su intimidad
avasallada y además tendrán que ser sumisos y obedientes ante las órdenes de
los servicios sociales para evitar que alguien escriba en un informe aquello
de ‘actitud oposicionista ante la intervención’ y no perder así
definitivamente a su hijo legalmente secuestrado.
De la idea de organizar mecanismos de redistribución de la riqueza, ha
surgido un todopoderoso Gran Hermano, muy eficaz como cuerpo parapolicial de
control social, y muy hábil también a la hora de hacer desaparecer ingentes
cantidades de dinero público entre sueldos y ‘gastos de gestión’ de las
distintas ONG y fundaciones, que a los servicios sociales hace ya que les
llegó también lo de la externalización de servicios. Sin embargo, la
ineficacia a la hora de resolver los problemas reales de las personas a las
que ‘ayudan’ es asombrosa. Por decirlo a las claras, tras la intervención de
los servicios sociales, los pobres siguen siendo pobres, pero ahora están
‘fichados’ y vigilados. Es más, mientras que el enorme ejército de
asistentes, trabajadores sociales, educadores, integradores, etc., crece
exponencialmente, los índices de pobreza y exclusión social no sólo no
disminuyen sino que tienden a crecer.
¿Podemos entonces concluir que los servicios sociales no funcionan? En
absoluto. Desde el punto de vista de la clase dominante funcionan a la
perfección. No sólo han sido capaces de crear un sistema tremendamente
burocrático y represivo tan sibilino como eficaz a la hora de mantener a
raya a la pobreza y ocultarla, sino que además han conseguido que sea
económicamente rentable. Le han dado la vuelta a la tortilla y hemos pasado
de la redistribución de la riqueza a la mercantilización de la pobreza. La
patronal ha encontrado una nueva fuente de negocio a través del desvío de
dinero público hacia sus bienintencionados bolsillos, y además han
conseguido coartada ideológica: el sistema funciona bien, y los pequeños
desajustes se solucionan gracias a los generosos recursos que las
administraciones destinan a fines sociales. Quien a pesar de esto se
encuentra en la pobreza y la exclusión es por su propia voluntad. Y además,
le quitan armas a los ya indefensos… ¿con qué legitimidad vas a rebelarte
contra quien te ayuda?
Los políticos logran así esconder la pobreza, la burguesía encuentra una
nueva fuente de ingresos y apuntilla los mecanismos de control social, y
miles y miles de jóvenes con titulación universitaria que no tendrían más
futuro que el paro o el Burger King encuentran algo más acorde a su estatus,
ya que si bien seguramente sea un empleo precario y mal pagado, es un
trabajo relativamente cómodo y socialmente prestigioso. No pretendemos
culpar al conjunto de los trabajadores del sector de la intervención social
del funcionamiento del sistema, pero tampoco podemos olvidar que Hitler no
mató con sus propias manos a seis millones de judíos: muchos millones de
informes asépticos se tuvieron que escribir para ejecutar el Holocausto."

(Extraído del periódico Diagonal)


El neocolonialismo y el etnocentrismo suponen una violencia indirecta, y en
ocasiones directa. Por la cual se niega otras realidades y percepciones de
la realidad, así como una absoluta falta de respeto al desarrollo de las
otras*.
Se plantean soluciones, por supuesto parciales, desde aquí, para  sus
problemas, haciendo el "paripé" con la cooperación internacional, cuando lo
que se pretende en realidad es la aculturización y que se suban a nuestro
tren del "progreso" de capitalismo y destrucción, implantando "nuestras"
empresas, "gobiernos" u otros, en sus países y favoreciendo a nuestra
producción endógena y exógena. Además, por supuesto, de evitar
levantamientos populares que podrían hacer peligrar el modelo social
imperante.
Por eso deberíamos hablar, como bien decía El Roto, de "países arrollados y
países desarrollados"; nunca me gustó aquello de "países subdesarrollados o
en vías de desarrollo".

La irracionalidad que define el modelo social imperante se basa en la lógica
de la dominación y del capitalismo, la cual no es inherente a la sociedad
humana.

 Las democracias locales sirven de cohartada a la encubierta dictadura
internacional capitalista.
Lo intocable e incuestionable de la ideología, cultura, modelo dominante es
la estructura de poder, no quien detenta ese poder; mientras la persona o
grupo social que lo detente o pretenda compartirlo con quienes lo poseen
asuma o asuman las reglas establecidas no habrá ningún "problema", salvo los
ajustes que suponen las destituciones o pérdida de estatus de las que
detentaban o detentan el poder (los cuales supondrán un problema menor y
particular).

Tal vez, dichas así, descontextualizadas, estas afirmaciones pueden parecer
gratuitas, pero sólo con observar, a pesar muchas veces de los medios de
"comunicación", la realidad política, social y económica nacional e
internacional te escupe a la cara las evidencias de que lo que digo es
cierto, un análisis más detallado de todo esto sería escesivamente
extenso, no obstante trataré de hacerlo, si fuese necesario, según vayan
surgiendo ejemplos demostrativos extraídos de acontecimientos actuales.

Asambleas:
por supuesto, que se pueden dar juegos de poder, pero no hay que olvidar de
donde venimos y a donde vamos, y además, sólo son efectivas en un grupo,
comunidad, organización, colectividad,... en la que se establezca la
horizontalidad, en la que todas* cuenten igual.
Las artimañas o juegos de poder tarde o temprano se descubren, más vale
disponer de una organización social que permita directa e inmediatamente el
descubrimiento de ellos que otra en la que encontremos trabas, de tipo
estructural, en la que participas en un plano completamente secundario.

Sí, tal vez sea cierto, estoy acostumbrada a conversar o escribir con
"creyentes", pero, en cualquier caso, creyentes racionales, aquellas* que
parten de un análisis de la realidad fidedigno. No obstante, reconozco que
tendemos a dar como válido sistemáticamente cualquier plantemiento que sea
disidente de "lo establecido", he aprendido con vosotras que el escepticismo
debe incluir absolutamente todo, vale, forma parte del sentido crítico que
siempre he defendido; además cuando aceptamos algunas creencias
irracionales, sin base alguna, y se mezclan con otras que son de caracter
racional, obviamente supondrá una pérdida de credibilidad de tus
planteamientos fundamentales.

(*refiriéndome a "persona/s")

Saludos,
Mariam


El 4 de septiembre de 2009 15:57, Jose Luis <joseluis.vm en inbox.com>escribió:

> Una de las grandes ventajas de escribir en esta lista es, precisamente,
> que en cualquier momento nos pueden pedir que argumentemos
> convenientemente nuestras afirmaciones. Aquello que nos puede parecer
> evidente puede no serlo para los demás y, aunque todavía no habéis (*)
> vivido ninguna "tormenta", pueden ser terribles y el cruce de argumentos
> realmente duro, pero es en la discrepancia donde podemos aprender ya que
> los acuerdos no pasan de ser un "mirarnos el ombligo".
>
> No te preocupes, en unas semanas le cogerás "el aíre" al modo  en que
> solemos discutir; casi todos hemos empezado con confrontaciones más o
> menos similares. Yo, personalmente, choqué con Eloy nada más empezar y,
> aunque actualmente no participa, muchos en esta lista saben lo que
> significa una confrontación directa con él.
>
> (*) Me refiero a algunos a los que estoy leyendo en este ultimo par de
> meses desacostumbradamente placidos.
>
>
> Mariam Chico escribió:
>  > De acuerdo, procuraré hacer los deberes para el fin de semana y
> conectarme
> > la semana que viene para entregároslos. A mí me parecieron, la mayoría,
> > evidencias por eso no expuse una respuesta más elaborada, lo siento.
> >
> > Saludos,
> > Mariam
> >
> > "Democracia: arte de hacer creer al pueblo que es el quien gobierna"
> >
> > El 3 de septiembre de 2009 18:38, Jose Luis <joseluis.vm en inbox.com
> >escribió:
> >
> >> Mariam Chico escribió:
> >>> La irracionalidad de esta sociedad no creo que parta de ella misma sino
> >> que
> >>> el modelo político, económico y cultural lo favorece.
> >> Y "el modelo" creo la sociedad y vio "el modelo" que la sociedad era
> >> buena y la pobló con hombres y mujeres para que alabaran su nombre ...
> >>
> >> Si quieres una respuesta seria prueba a razonar y argumentar tus
> >> afirmaciones.
> >>
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> >> La ciencia es verídica. No deje que lo engañen los hechos. (Credo de
> >> Finagle)
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