[escepticos] Los psicopedagilipollas se defienden

Jorge Frias jorgejfrias en gmail.com
Mar Jun 16 18:04:50 WEST 2009


El 16 de junio de 2009 18:49, <david en puntoque.net> escribió:
> Mira tu por donde, me encuentro con una duda al respecto; efectivamente
> encuentro que deslegitimiar al profesor es un error gravísimo que uno no se
> puede permitir, pero ¿qué hacer en el caso de que el profesor se ponga a
> hacer apología de creencias? Por ejemplo, religiosas.
> Se me ocurre el negar lo que el profesor diga con la máxima corrección y eso
> que se suele llamar "respeto a las creencias ajenas", algo que me toca
> especialmente las narices (lo que hay que respetar es a los demás, no a sus
> creencias), pero no lo encuentro muy satisfactorio, la verdad: Supone poner
> a la misma altura una creencia absurda con la racionalidad...

Eso siempre ha existido, creo. Mi abuelo lo hacía con mis tíos y mi
madre cuando le largaban rollos del cara al sol y similares (aunque a
escondidas, claro). Mas incluso ese caso solo iría contra la persona
en sí y no contra el propio cuerpo docente.

Te cuento una batallita para que veas hasta qué punto se puede
"deslegitimar" como la compresa, de forma fina y segura. Fue el curso
pasado, y daba ciencias naturales de 1º de ESO, cuando, tras el primer
examen aparece la tutora preguntándome por qué había suspendido cierta
chica (de esas que harían perfectamente la o con un canuto, pero
suspendería si le dieran un cilindro). Le contesté que, simplemente,
no se había puesto a trabajar en la materia. A la hora siguiente el
director me llamó a su despacho con la misma pregunta. Y no iba a
acabar el día sin que la niña me reclamara el suspenso, y me dijo que
iba a venir su madre (mundialmente conocida en el colegio por armar
cristos a los profesores). Por suerte, el día de la cita con la
señora, andaba una profesora contándome lo insoportable que era, y sin
darse cuenta, estaba detrás. Obviamente lo oyó, y tal debió ser su
sonrojo cuando se portó conmigo tan suave que el resto de profesores
no me creyeron cuando lo conté.

Después de hacer el recuento, si por un suspenso movilizamos a la niña
(vaga), la madre (insoportable), la tutora (que tiene que lidiar con
todos) y el director (que no quiere ver aparecer a padres
protestando), me pregunto yo a quién le interesa que esta chavala se
esfuerce. Porque, por muy profesional que uno sea, el tocamiento de
pelotas acaba por hacerte desistir del esfuerzo y acabas equivocándote
en la nota y poniéndole un 5 con tal de no oir a ninguno.


Más información sobre la lista de distribución Escepticos