[escepticos] Castigos monjiles

[Inés Toledo]

Paula y Dolores,  sí, malicia, arbitrariedad, hipocresía, injusticia y pelín
de sadismo. Dentro de ciertos límites. Yo también viví castigos e historias
de índole muy semejante a las que contáis vosotras.

A mí me tocó algún zarandeo, capón o tirón de orejas, alguna humillación,
alguna amenza de violencia física... Vi más ensañamiento con compañeras más
torpes en los estudios, con peor suerte, o menos espabiladas.

La verdad, recuerdo que, cuando eramos muy chiquitinas, vi cosas que ahora
me hacen pensar en una peli de Buñuel. A las charlatanas las ataban a la
pata de la silla de la mesa de la profesora con los lazos del pelo. Y la
monja de labor, si dabas la lata, te ponía de pie con la silla en la cabeza.
Si dabas mucho la lata, lo que tenías que ponerte en la cabeza no era la
silla, era el pupitre. Ahora imagínense entrar en una clase y ver a dos
crías atadas con lazos de coletas a sendas patas de la mesa de la profe, a
tres de pie con una silla en la cabeza, a dos con el pupitre en la cabeza...


Según fuimos creciendo, y los castigos y los comportamientos punibles eran
otros, destacar mucho, o de forma visible, no era femenino ni teresiano. Me
temo que las listas tampoco les gustaban mucho a menos que fueran auténticas
moscas muertas. Mejor ser trabajadora y discreta, sin sentido del humor, sin
más elocuencia que la justa para hacer modestas redacciones navideñas, mejor
chivarse de las compañeras "por su propio bien", mejor la caridad privada y
no perturbadora que la defensa pública y eficaz. Premiaban un discreto (y
más bien torpe) peloteo, basado en la sumisión, la obediencia y el esfuerzo,
el servilismo y el pasar desapercibida. Lo de ser escéptica o indagar...
para qué voy a decir nada, se sobreentiende.

Todo aquello, estimuló en mí el cinismo con rapidez y cierta gracia.

En fin, nada que no nos imaginemos (la mayoría) en una institución religiosa
femenina post-transición. No por eso más excusable. Eso sí, lo de Ramón me
impresiona.

Ya lo de las actividades en grupúsculos devotos daba, a veces, más grima.
Jo, si nos llevaron a hacer ejercicios espirituales a una casa en la que
había látigos en los armarios de nuestras habitaciones (!!).

El 28 de octubre de 2008 18:26, Paula <descalza en gmail.com> escribió:

> Yo:
> -Castigada todo el día fuera de clases porque a mi madre se le destiñó el
> anorak y se le quedó gris en vez de azul.
> -De pie en una clase porque se me cayó un boli y por no levantarme sino
> inlcinarme.
> -Por decir "furcia" en una oración en vez de fucsia, una semana sin patio.
> -Castigada a ir toda una semana al despacho de la directora porque me
> aguanté las ganas de hacer pis y eso era pecado (porque al hacerlo sentiría
> gustito y eso no podia permitirse).
> -Humillada en clase llamándome de todo porque mi padre era un rojo
> sindicalista...y castigada con las demás hijas de rojos e internas.
> -Sin paticipar en el festival de navidad porque habia llevado a clase la
> única barbie que tuve en mi vida y la saqué de la cartera par enseñársela a
> mi amiga.
> y así, suma y sigue .
> Me pasé mi infancia castigada en el despacho de la dire, en el pasillo y
> sin
> hacer cosas sólo porque a esas hijas de crixto se le antojaba.
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