[escepticos] ajedrez y mujeres

[Francisco Mercader]

[Inés]
 Lo de la visión espacial está muy traído y llevado, pero, 
francamente,
sigo pensando que por ahí pueden ir los tiros. No sé cómo andan las
cosas entre arquitectos y arquitectas. Sé que no hay una desigualdad
comparable a la del ajedrez. Pero me gustaría tener datos (otra cosa
es saber cómo obtenerlos de forma que sean fiables) de cómo se
desenvuelven ambos sexos en exámenes de dibujo técnico y de cálculo.
Por poner dos ejemplos en los que el condicionamiento cultural me
parece similar.

[Mercader]
Yo no tengo datos, Inés, pero una experiencia de casi cuarenta años 
examinando a aspirantes al permiso de conducir.  Antes de que alguien 
me lo señale, he de reconocer que este oficio hizo aparecer en mí una 
creciente misoginia pero espero saber separar el grano de la paja al 
relatar algunos datos.
Los examénes de conducir  combinan, como ya sabéis los que los habéis 
sufrido, medición de  conocimientos teóricos y de capacidades para 
desenvolverse en condiciones del tráfico.  Los resultados del examen 
teórico los obviaré porque  los tests de tráfico son un ejemplo de 
método mal diseñado y más vale correr un tupido velo sobre los 
porcentajes  que, para uso interior, publica la DGT. Simplemente, no 
son más que lejanamente representativos  de los conocimientos de los 
aspirantes.
Sin embargo, las pruebas  de habilidad y circulación son muy 
representativas. Las faltas cometidas por hombres y mujeres son 
absolutamente típìcas de cada sexo y algunas arrojan muchísima luz 
sobre las capacidades de percepción espacial.
Desgraciadamente, no tengo delante los porcentajes  exactos pero 
intentaré reproducirlos a ojo.

Por ejemplo; Las mujeres no suelen olvidar abrocharse el cinturón al 
comenzar la prueba.
Sin embargo, la simple maniobra de orientar el retrovisor  interior 
antes de iniciar la marcha comporta, al parecer, graves dificultades a 
algunas mujeres. No es raro el caso de que lo orienten hacia una 
ventanilla lateral y juren que lo tienen perfectamente orientado.  No 
es nada frecuente este caso,  tratándose de hombres.
Los hombres suelen confundir lo de 'detenerse en un stop' y lo 
resuelven 'aminorando' la marcha. Luego, suelen jurar y perjurar que 
se detuvieron.  Las mujeres  se detienen siempre que perciben un stop. 
Las que no se detienen es que,  simplemente, no lo han visto.
Los hombres suelen percibir mejor las distancias laterales. Las 
mujeres tocan con mucha mayor frecuencia los retrovisores de otros 
vehículos con el del suyo.
Atención, ahora:
En las maniobras de habilidad, las diferencias son enormes: en el 
cambio de sentido (una maniobra en lugar limitado que exige hacer 
marcha atrás), las mujeres comienzan (creo que en un noventa por 
ciento de las veces) girando el volante al revés.  La cara que 
percibibimos por el retrovisor cuando comprueban que el coche hace lo 
contrario de lo que ellas esperan, es todo un poema.
 Los hombres  NUNCA cometen esa falta, a pesar de haber podido cometer 
barbaridades en otras situaciones del examen.
Recuerdo un travesti, o quizás transexual,   que cometió esta falta 
como lo hubiera hecho una mujer.

En la maniobra de estacionamiento, las mujeres no corrigen, en 
general,  la posición del vehículo durante la realización de la 
prueba; esto quiere decir que, una vez situadas   delante del espacio 
que han de ocupar, comienzan las maniobras sin dudar  hasta al final, 
a veces sin comprobar que el final de la maniobra les ha llevado hasta 
la acera contraria o al centro de la calle.

 Los hombres cometen muchas veces la falta de exceso de velocidad 
cuando hay señales verticales que indican una limitación.  Algunas 
veces  me han respondido que habían visto la señal pero que "no venía 
nadie".
Las mujeres no suelen cometer ninguna falta de exceso de velocidad.

En vehículos pesados, cada vez hay más mujeres consiguiendo el permiso 
de camiones y autobuses. Sin embargo, el permiso de remolque exige 
superar una maniobra de marcha atrás con un vehículo articulado. En 
este tipo de  vehículo, la marcha atrás se convierte en una maniobra 
muy compleja que empieza girando el volante al revés para enseguida ir 
corrigiendo  con movimientos mínimos.   No se presentan mujeres a este 
tipo de permiso.  No tengo datos sobre si alguna mujer lo ha hecho 
alguna vez.

Hay muchísimas más situaciones curiosas pero creo que éstas definen 
bien lo que aquí se trata.
Parece desprenderse de todo esto que la mujer emplea sus mayores 
capacidades para la memorización y la disciplina en el aprendizaje y 
el hombre su aptitud para la improvisación.
Del capítulo de las maniobras parece desprenderse que, en las mujeres 
falta, o es escasa,  la capacidad para representarse mentalmente el 
mapa espacial de la situación donde se encuentran.

Salvo mis comentarios, todo lo que he puesto aquí son hechos 
contrastables, en  informes internos  publicados para uso interior del 
organismo.  Puede que alguien interesado pueda pedir estos datos a la 
DGT.
Saludos.
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Mis residuos mentales, en:
 http://www.telefonica.net/web/fmercaderr
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