Re: [escepticos] Trepanarse el cráneo pra abrir la mente ¡Alucinante!

Ramon Diaz-Alersi ramon.diazalersi en gmail.com
Lun Oct 16 20:10:19 WEST 2006


El día 16/10/06, Francisco Mercader <fmercaderr en telefonica.net> escribió:
>
>
> Así que volviendo al asunto de la anorexia; yo ya sé que eso es una
> enfermedad mental pero  viendo que algunos de estos pacientes no son
> visiblemente desgraciados (como ya me referí a un caso que conozco bien)
> no estoy seguro de estar legitimado a interferir con su derecho a
> gobernar sus vidas como quieran, al menos en la primera fase en la que
> todavía el daño es reversible.


En cuanto al derecho sobre disponer sobre el propio cuerpo, sé que soy un
pelmazo, pero vuelvo a citar a ese pedazo de liberal que fue JS Mill,
después de todo, parece que por ahí va la ética de la salud:

"El único objeto que autoriza a los hombres, individual o colectivamente, a
turbar la libertad de acción de cualquiera de sus semejantes es la propia
defensa, la única razón legítima para usar la fuerza contra un miembro de
una comunidad civilizada es la de impedirle perjudicar a otros; pero el bien
de este individuo, sea físico, sea moral, no es razón suficiente. Ningún
hombre puede ser obligado a actuar o abstenerse de hacerlo porque de esta
actuación haya de derivarse un bien para él, porque ello ha de hacerlo más
dichoso o porque, en opinión de los demás, hacerlo sea prudente o justo.
Esta son buenas razones para discutir con él, convencerle o suplicarle pero
no para obligarle si obra en forma diferente a nuestros deseos. Para que
esta coacción fuese justificable, sería necesario que la conducta de este
hombre tuviese por objeto el perjuicio de otro. Para aquello que no le atañe
más que a él, su independencia es absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo
y su espíritu, el individuo es soberano".

Parece que resume algunas de las posturas aquí expuestas ¿no?

Un médico no puede intervenir por tanto, si no es a petición del propio
paciente o de sus representantes. Y estos últimos sólo serán atendidos si el
médico (y solo el médico) juzga que el paciente no es capaz o si está
incapacitado legalmente.

Por otro lado, en tanto y en cuanto una persona busca ayuda de un médico, es
un paciente. Y damos por supuesto que si la busca no está contento con su
estado de salud físico o mental. En este sentido, es un paciente tanto un
anoréxico que busca tratamiento, como un homosexual que, por la razón que
sea, lo busque por su condición como tal. Hay situaciones que caen dentro de
la definición de enfermedades dependiendo de la ética del momento, que como
muchas otras cosas de la sociedad, está sujeta a evolución. Para mí, ya que
se las ha comparado, la diferencia principal entre la homosexualidad y la
anorexia, es que una mata y la otra no, no su definición como enfermedad o
variante normal de la conducta De momento todo aquello que mata se considera
una enfermedad.

Ahora nos queda definir como "impedimos que perjudique a otros" de la cita
de Mill. En el caso de la salud el perjuicio más frecuente deriva de la
dilapidación de recursos causadas por el uso de la libertad individual.  Por
tanto, entran en conflicto dos derechos, uno individual y otro colectivo. No
creo que ninguna persona esté autorizada a dar prioridad a uno sobre otro,
pero sí lo está la sociedad como conjunto. Y las prioridades deben
establecerse siguiendo las reglas de la democracia. Esto ya ha ocurrido: en
el Reino Unido se han negado los trasplantes a los fumadores, en otros
lugares no se trasplantan hígados a alcohólicos y aquí se ha pensado sacar
de la cobertura de la seguridad social los accidentes derivados de prácticas
de riesgo, como ciertos deportes practicados de forma amateur.

Saludos.


> --
> Ramón Díaz-Alersi
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