Re: [escepticos] Más sobre ciencia, política y castas

[jm]

Entre las frases que le sirven a Alberto Garzón para abrir su libro "La
Tercera República" (Península, 2014), hay una de Howard Zinn, historiador
norteamericano de la antiacademia y persona destacada en las luchas por los
Derechos Civiles de los 60 (que tanto recuerdan los actuales movimientos
ciudadanos, como acertadamente apuntó Pedro J.), que, aunque no se dirige a
la ciencia, creo que puede venir a colación:

"El grito de los pobres no siempre es justo, pero si no lo escuchas nunca
sabrás lo que es la justicia."

La reacción de los científicos menos reflexivos fue la de negar el grito.
Deslegitimarlo porque no es justo, o mejor porque no es justo en alguno de
sus componentes. Pablo Echenique, que afirmó con claridad que los
transgénicos no son malos en sí mismos y que el sufrimiento animal es el
mal menor si hay que escogerlo frente al sufrimiento humano, fue
salvajemente lapidado (es un decir) por taking a walk on the wild side: se
atrevió a decir lo obvio, que cuando el hombre de la calle oye
"transgénicos" no piensa en una científica de bata blanca preparando
membrillos electroforéticos en un laboratorio del Far West, sino que,
indisolublemente, le viene a la cabeza Monsanto y los abusos que comparte
con otras transnacionales agroalimentarias y farmacéuticas; y sí, también
el miedo a la ptalidomida y a las consecuencias de Hiroshima y Nagashaki.
Las palabras significan lo que sus usuarios las hacen significar: cuando
Rubalcaba habla de socialismo nadie piensa en colectivización de la tierra,
nacionalización de la banca y propiedad pública de los medios de
producción. De nada sirve hacerse el purista: el pueblo é quem mais ordena,
y si quiere que álgido signifique caliente en lugar de frío, caliente
significará. Los que tenemos que lidiar con "celtas" todos los días
conocemos de cerca cómo los términos van perdiendo su significado prístino
y van sufriendo adherencias que llegan a invertir el sentido original.
Volviendo a Echenique, todavía pecó más: mostró empatía por los
animalistas.

Esas cosas no se perdonan por los de las jaculatorias y reductores del arco
iris. O estás conmigo en cuerpo y alma o estás contra mí. Y ahí tienes al
buen retrón recibiéndolas de los talibanes de ambos lados. Es el destino de
los no fanáticos, de los librepensadores, de los capaces de comprender al
teórico enemigo y, en virtud de esa comprensión empática, transformarlo en
adversario. Si se deja, claro; normalmente los talibanes, sean
magufotalibanes, esceptitalibanes o ciencitalibanes, no se dejan y se
empeñan en enquistarse imposibilitando toda salida sensata.

Volvamos a Zinn. Efectivamente el grito del pobre no siempre es justo. Aquí
tenemos un caso claro: no es justo acusar a los transgénicos de toda la
serie de peligros que, prudentes en un principio, han ido demostrándose
como falsos, ni es justo acusar de torturadores insensibles a los
investigadores que, casi con plena seguridad a contragusto, tienen que
experimentar con animales a los que, por más paliativos que se quieran
poner, no hay más remedio que hacer sufrir en beneficio de un bien mayor o,
si se prefiere, para la neutralización del mal mayor.

Pero falta la segunda parte: si no se escucha el grito, nunca se sabrá lo
que es la justicia. Los antitransgénicos no gritan por placer, ni por estar
pagados por esas multinacionales del ecologismo que se inventan algunos
conspiranoicos que piden a gritos una pasadita por el psiquiatra. No tienen
razón... en unas cosas; pero probablemente la tengan en otras y, en
cualquier caso, tienen razones que no se desmontan con un bombardeo de
consignas ya desteñidas, como esa fascistada de "la ciencia no es
democrática" que, aplicada donde no corresponde, resulta inválida como
argumento aunque es reveladora del autoritarismo totalitario de quien la
lanza como proyectil además de poner de manifiesto la carencia de
comprensión de las metáforas por parte del poncio.

Lo mismo ocurre con aquéllos que se dan por aludidos cuando se habla de
"casta científica". ¿Que no la hay? ¡Y un huevo de avión! En el sistema de
cosas en el que vivimos es imposible, IM-PO-SI-BLE, que no se desarrollen
castas en cualquiera de los aspectos de la vida. Lo que es sangrante,
además, es que quienes se ofenden todos toditos por lo de la casta
científica, lo que están haciendo es lo mismo que el público del Hola o las
que se lleven ahora: suplir sus carencias y frustraciones mediante la
identificación con el ideal. Y no, ni el ama de casa con delantal y guantes
de goma (por ejemplo, yo mismo) que friega los platos no es ni será
princesa, ni el PB (Puto Becario) tiene ni el menor acceso a los lugares en
los que cuecen las decisiones quienes son usuarios de las puertas
giratorias entre la ciencia, la industria y la política. Ésos son la casta
científica. Los que deciden que tantos millones van para la Guerra de las
Galaxias (de cuyos subproductos nos beneficiaremos todos, o al menos los
que tengan la posibilidad económica de beneficiarse, y aun así unos mucho
más que otros), cuántos para forrarse con la energía (mediante, por
ejemplo, la subvención de empresas dedicadas a una falsa innovación que
ahora empiezan a cerrar por falta de rentabilidad), o cilantros para el
círculo cultivo-pesticida. Y los que tengan el virus de la hepatitis C y
sean pobres, que se jodan. Por culpa del gobierno, sí, pero también de una
empresa que fija un precio abusivo que no se corresponde con lo invertido.

En fin, que sí, que menos ruido y más nueces. Que también de exceso de celo
se peca, y mezclar con ese término, tan oportuno en su creación y tan
nefasto en su uso actual, de "magufo", a los mediums espiritistas y al
señor que compra unos gránulos de azúcar en una farmacia y además a él le
va muy bien, y a su primo también le funciona, no sólo es ofensivo y ajeno
a la realidad, sino que, tal vez sobre todo, es una burrada de mucho
carajo. Una magufada, empleando el nuevo y dañino significado.

Un abrazo y muy bien ese escrito. Ponte casco y da saludos a la familia :-)

JM

El 17/06/2014 17:06, "Javier Armentia" <javier.armentia en gmail.com> escribió:

> Mis dos céntimos de opinión, en la pecera:
> http://javarm.blogalia.com/historias/74714
> Entre otras prescindibles afirmaciones gratuitas: "también está la
> anticiencia en los propios ministerios que están desmantelando la educación
> y la ciencia, y el estado de derecho. Creo que desde la izquierda hay que
> luchar por muchas guerras, y las de la ciencia están ahí, pero no "en vez"
> de las otras, sino porque son parte de una verdadera revolución necesaria,
> una apuesta por la modernidad de la que la izquierda no debería haberse
> separado nunca. Por más que sea comprensible que la gente se hartara de que
> la razón científica siempre estuviera apadrinada y soportando el poder
> económico y político. O al revés, que nunca se sabe. "
> Saludos
>
> javier
>
>
> El 16 de junio de 2014, 10:14, David <davidrev en gmail.com> escribió:
>
> > El 15/06/2014 2:38, Carlos Ungil escribió:
> >
> >  ¿Quién mato más soldados alemanes? Los rusos. Pero si contamos también
> >> prisioneros ganan el resto de los aliados (como decía siniestro, no se
> >> hacen prisioneros que hay que darles la merienda). Etc, etc.
> >>
> >
> >
> > Claro, es lo que pasa cuando todos los soldados alemanes querían rendirse
> > ante americanos o ingleses, porque después de lo que habían hecho a los
> > rusos tampoco era buena idea esperar de ellos que les preparasen el pan
> con
> > nocilla que preferían, de merienda.
> >
> > Estás graduado cum laude en la facultad de revisionistas, tú.
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