[escepticos] el machismo en estos lares

[Francisco Mercader]

[Inés G.A.T]
Me alegro de que te lo pases bien conmigo, si ya sé yo que tengo un punto 
tronchante.

[Mercader]
Ponte algo en la piel  que me parece que la tienes demasiado sensible. 
Yo intento debatir contra las ideas, no contra cada persona concreta.  Si 
me pillas en algún argumento 'ad feminem', aparte de mi natural 
antipatía,   me lo señalas.

[Inés G.A.T]
En otro orden de cosas, me parece bastante demostrado que los niños
aprenden comportamientos por imitación, pero concedo que las teorías de
Bandura son un terreno tal vez más resbaladizo. Con todo y con eso, el
hombre fue bastante más científico que Lombroso y que Freud, por ejemplo 
en
su experimento sobre niños e imitación de conductas agresivas (...)

[Mercader]
He leído lo de los experimentos de Bandura y creo que hacen agua por 
todas partes. Lo cual no me extraña demasiado, porque ya he repetido por 
aquí mi habitual desconfianza hacia la interpretación que muchos 
científicos hacen  a posteriori de sus propios experimentos. Me temo que 
cuando experimentamos algo no podemos evitar estar buscando de antemano 
la confirmación a nuestros propias opiniones y que ello envenene 
inconscientemente la pretendida imparcialidad  del resultado que 
buscamos. Merecería el premio Nobel aquel científico de quien se pudiese 
demostrar la absoluta neutralidad de su investigación.
Por otra parte, recordemos que esas demostraciones como lo del 
hipotálamo y  la impulsividad,  han tenido que esperar a hallazgos  en 
traumatismos de guerra o a casualidades como la de seccionar el cuerpo 
calloso buscando a ciegas un remedio para los ataques epilépticos. No le 
demos tanto mérito a los descubrimientos casuales.

 Que un niño presencie un episodio de violencia  como lo del muñeco Bobo 
y que luego lo reproduzca él, puede deberse tanto a que  lo está 
aprendiendo en ese momento e imitando,  como que el episodio no haya 
hecho más que desinhibir sus propias tendencias que no esperaban más que 
la ocasión adecuada para  salir a la luz.  Algunos cambios en mi propio 
comportamiento han sido debidos, simplemente, a un detalle o a una 
advertencia puntual que me han hecho caer  en ello.  No he aprendido 
nada; simplemente, ha habido una llave que ha abierto un cajón con las 
disposiciones ya preparadas. Yo no creo que vengamos al mundo  en plan 
tabula rasa  ni como unos angelitos inocentes dispuestos  a amar 
profundamente a nuestros congéneres ni  tampoco a odiarlos nada más 
verlos.  Creo que venimos con un equipaje genético que prevé las dos 
actitudes  (En unos individuos en distinta proporción  que en otros) y 
que nos  equipa para la convivencia en un difícil equilibrio.
No me cabe la menor duda de que el entorno cultural pueda potenciar 
después una u otra  disposición,  pero ello sólo significaría "llover 
sobre mojado".  Que uno se convierta de mayor en un asesino en serie no 
significa forzosamente que lo haya aprendido en el cine  mirando "la 
Matanza de Texas"; necesita, probablemente,  una predisposición inicial 
que facilite la identificación con cierto tipo de actitud. He tenido 
mucho tiempo de "laboratorio de autobús" con mis hijas y mis nietos y los 
hijos de mis amigos para presenciar cómo  ante los mismos estímulos y 
entornos  muy bien controlados, unos niños desarrollaban unas u otras 
tendencias, opuestas entre sí y  sin que nadie pudiésemos encontrar 
explicación fácil.  Hemos escondido en lo posible las pistolas de juguete 
a hermanos en el mismo contexto y la respuesta al método  y posterior 
disposición de uno u otro ha sido completemante distinta. En qué 
proporción prima la influencia del ambiente  o la disposición genética va 
a ser difícil determinarlo y dudo que cualquier iluminado de estos que 
lanzan una teoría ex cátedra al respecto  la  pueda fundamentar mejor que 
mi portera.
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Mis residuos mentales:
http://personal.telefonica.terra.es/web/fmercaderr
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