[escepticos] ***¿Tenemos demasiados universitarios?

[Francisco Mercader]

[Juan Juan]
Curioso. En Móstoles (Madrid), en los años 80, el miedo era que te 
tocara "la gallega", una de las poquísimas, si no la única mujer 
examinadora de la época, con fama de crujirse a todo cristo y tener muy 
mala baba. Para bien o para mal, no se cruzó en mi camino.

[Mercader]
Esto es un ejemplo de cómo se distorsionan en la memoria los hechos por 
el paso del tiempo o por el filtro de predisposición que, 
involuntariamente ponemos  cuando las cosas no suceden a nuestro gusto.
Emilia Marquina, la "gallega"  de Madrid no era la única  examinadora 
que había en el centro de Móstoles en aquel tiempo. No puedo ahora saber 
el número exacto pero podrían ser  casi la mitad entre los treinta 
examinadores. O sea, quince examinadoras aproximadamente.  En Barcelona, 
en esa época teníamos una proporción semejante; he mirado la lista de 
esos años y  había diecisiete examinadoras y  catorce examinadores.  En 
las jefaturas de Andalucía, sí había una desproporción notable;  casi 
todos eran examinadores.  Es un tema de análisis   interesante.
En cuanto al carácter de Emilia,  la traté personalmente durante todo un 
cursillo de perfeccionamiento y no pude percibir que tuviese mala baba. 
Naturalmente, no sé qué pasaba en sus exámenes.
Eso sí; las mujeres examinadoras sobrellevaban sobre sí el peso de las 
miradas de todo el mundo  y se veían obligadas a  seguir las normas del 
examen a rajatable y ser poco flexibles en su trabajo.  El examen era un 
trabajo muy técnico  y   las mujeres echaban mano de su mayor memoria y 
su capacidad para empollarse el código de la A a la Z para ir 
solucionando las mil y una incidencias  que había que interpretar 
durante la prueba.
Saludos.
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Mis residuos mentales:
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