[escepticos] Fábula del hombre sabio. AYUDA.

[Francisco Mercader]

[Jose Manuel Fernandez]
Hace años leí en un foro sobre filosofía, una fábula que intentaba 
explicar
porque hay gente que, cuando es incapaz de adaptarse a los cambios, ya 
sean
estos sociológicos, tecnólogicos o de otra índole, tienden a 
enfrentarse a
ellos frontalmente y de esta manera encuentran un nuevo status-quo en 
el
nuevo escenario, aunque sea como antagonista. Siempre recuerdo esa 
fábula
cuando me topo con comportamientos tecnófobos, pero tambien en otras
actitudes parecidas que se puede resumir en "si no lo entiendo, o no 
lo
puedo aprender, o no me puedo adaptar, lo detesto".

[Mercader]
¿Por qué recurrir a una fábula  para explicar algo obvio?  Casi 
desconfío de quienes no pueden recurrir a otro argumento.
 Yo estoy convencido de que hacemos con gusto aquello que nos es fácil 
hacer; que lo que  circula con soltura por nuestras neuronas  genera 
satisfacción y nos realimenta las ganas de hacerlo.
Sabemos que hay gente que gusta de explorar  nuevos caminos  al tiempo 
que hay quienes   tienen esa capacidad limitada. Nadie tiene la culpa 
de ello. Pero debe de haber algún mecanismo de defensa  en nuestra 
mente respecto a lo que no comprendemos o  nos desagrada. El cerebro 
parece capaz de inventarse cualquier excusa  para no levantarse 
temprano, hacer aquel trabajo urgente,  meter en la lavadora aquel 
montón de ropa que lleva días  acumulándose o leerse un manual escrito 
en términos tecnológicos.   En mi entorno hay muchos  de esos. Gente 
que odia  cualquier electrodoméstico que tenga más de un botón para 
encenderlo y que, casualmente, son los más negados para entender lo 
que sucede dentro de esos chismes.  Pero como todo el mundo  necesita, 
al parecer, estar inmerso en un status determinado,   los antimáquinas 
son muy felices cuando se encuentran con otros de la misma ralea y  se 
unen en bandadas (imagino que para sentirse seguros).  Podría 
explicarse así la existencia de agrupaciones anticientíficas, 
ecologistas radicales y fauna semejante, cuyo origen podría estar en 
la satisfacción de "estar en contra de lo que sea" en compañía de 
otros compadres, combinada con la dificultad para entender el mundo 
racional.
Vamos, que hasta la lucha de clases  podría explicarse así.
Saludos.
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