[escepticos] reparto de votos?

[Francisco Mercader]

[Ramon Carceles]
¿Debo entender que, en el origen de tantas y tantas dictaduras y 
satrapías está la no disposición a callejear, es decir,  a no alterar el 
convivir ciudadano? ¿De veras el salir a la calle y gritar *no hay pan 
para tanto chorizo* nos va a resolver el futuro? ¿Terminará eso con 
tanta corrupción? ¿Cuántos políticos honestos van a salir de esa Plaza 
del Sol, de la plaza de Cataluña y de tantas y tantas plazas a lo largo 
y ancho del planeta?
No es ese el camino.
Y el otro, sobradamente ensayado, da salida a personajes como Danton, 
Marat, Robespierre, Lenin, Stalin, etc.
Que no digo que no sea el camino, pero es a mi juicio excesivamente 
costoso. Así que mi posición, a estas alturas de ancianidad más o menos 
venerable, es esperar a un Político, como Diógenes  buscaba al Hombre, 
aunque sin candil ;-)
 Y sí, ya sabemos que un pueblo de corderos da lugar con el tiempo a un 
gobierno de lobos.
Pero también sabemos que los pueblos que olvidan su historia están 
condenados a volverla a vivir.
Todos creo que recordamos la nuestra reciente..

[Mercader]
Si entiendo por dónde quieres ir, creo que tampoco ése es el camino.
Verás: creo que todo parte de una ingenua  división de las personas en 
buenas y malas. Yo, aunque suene fatal, estoy convencido de que casi 
todos nosotros somos   en potencia, un Stalin, Gadaffi o Aznar... si 
nos ponen la ocasión para ello.  El ser humano  se suele mover, en 
general,  con un esquema similar, desde su más tierna infancia: va 
empujando  para ver hasta dónde le dejan. Su comportamiento  queda 
definido por las condiciones de su entorno. Si  vive en un país de 
tontos y él es un poco listo, agarrará el mejor trozo del pastel porque 
su naturaleza  le empuja a ello, dentro de  unos ciertos márgenes 
definidos por su altruismo o egoismo natural.  Si Saddam masacraba a sus 
opositores con gas mostaza  es porque  en ese  lugar    le dejaban 
hacerlo (y puede que él lo encontrase natural y justificado).  Si Saddam 
hubiese vivido en un país europeo, democrático y tal, probablemente no 
hubiese empleado ese  método, no sólo porque  el contexto le hubiese 
acostumbrado a que a los disidentes no se les gasea, sino porque el 
propio entorno le hubiese puesto más dificultades.

Con todo esto quiero decir que las relaciones entre los administrados y 
sus 'administradores',  deben, desgraciadamente, basarse en un contínuo 
forcejeo y vigilancia para  lograr un equilibrio  'democrático' aunque 
sea a la fuerza.  Ya vemos cómo, cuando  el control se relaja, emergen 
como hongos los aprovechados que se sirven de la lasitud o del pasotismo 
de sus administrados para meter mano a la caja del dinero.  No basta con 
votar distraídamente a uno que nos parece más adecuado (todos sabemos 
cuán simpáticos y convincentes suelen ser los estafadores) sino que hay 
que vigilar estrechamente con  alguna forma de participación en la cosa 
de la 'res' pública.  Me temo que no es muy útil vestirse de 'indignado' 
cuando ya es tarde.  Habría que estar permanentemente, si no indignado, 
al menos, vigilante.   Pero no "los buenos a los malos" sino TODOS, unos 
a otros, para que el sistema  funcione fluidamente.
Pero todo esto es pura teoría. Yo estoy tan aburrido como el que más y, 
previsiblemente, votaré  al partido más minoritario que vea.
Saludos.
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