Re: [escepticos] ideologías

Paco Gaspar fjgaspar en gmail.com
Lun Nov 22 12:10:52 WET 2010


Pego un artículo bastante esclarecedor, a mi parecer, de lo que está
pasando.

Felicidades, ciudadanos de Europa: ¡tenemos un país nuevo! Por menos de
100.000 millones de euros nuestra orgullosa Unión ha comprado una pequeña
isla al este del continente llamada “Irlanda”. Bueno, al menos la parte sur
del invento; el norte está lleno de tipos muy brutos y lo dejamos para
luego. Aunque 100.000 millones parece mucho dinero, el precio es una
auténtica ganga - en el año 2008 esa gente produjeron 207.000 millones de
PIB, así que la compramos con un 50% de descuento. ¡Alegría! en estos
tiempos de crisis, encontrar chollos de esta magnitud es difícil.

Sólo hay un pequeño problema, sin embargo. Un detalle, nada serio. Una
nimiedad. Los bancos de este pequeño terruño en el Atlántico norte han sido
un poco descuidados. Problemas contables, papeles perdidos, nada grave. En
serio, no hay de qué preocuparse. Bueno, quizás todo ese dinero acabe
tapando algunos malentendidos y desgracias numéricas en esos garitos, pero
vuestro nuevo protectorado os va a encantar de veras.

Ah, otro domingo de rescates desesperados. Llevábamos una temporada sin
ellos. Esta vez es para salvar un estado que había dejado que su sistema
bancario lo devorara, y utilizando el mecanismo institucional chapucero para
emergencias que pergueñamos en el desastre anterior.

Varios comentarios sobre el tema, un tanto desordenados. Según sepamos más
detalles sobre el paquete de ayudas y cómo reaccionen los mercados (que Dios
nos pille confesados) supongo que desarrollaré más las ideas e implicaciones
de todo esto, e iré enlazando a gente más sabia.

¿Por qué el rescate ahora?

Se repite mucho que Irlanda tenía financiación hasta el verano que viene,
así que el rescate es incomprensible. El estado irlandés quizás sí tenía
dinero, pero el sistema bancario (recordemos, nacionalizado - y por tanto,
también responsabilidad pública) era una historia muy distinta. Como señalan
por Nada es Gratis (leed su artículo, por cierto - imprescindible) el
sistema financiero estaba perdiendo depósitos a patadas en los últimos
meses. Lo que ha “matado” Irlanda no ha sido el estado de las cuentas
públicas, sino un pánico bancario.

Bueno, y Angela Merkel. Eso de decir en voz alta que Irlanda quizás no va a
pagar todas sus deudas fue realmente enternecedor.

¿Quién paga la factura?

El rescate FMI/Europa es, a efectos prácticos, una “refinanciación”. Irlanda
deja de buscar préstamos a precios desorbitados en el mercado abierto, y
pasa a recibir dinero a un tipo de interés más razonable del fondo de
rescate. El resto de deudas será pagadas mientras tanto con este fondo más
barato. A cambio de la generosidad (es un decir) del resto de Europa, el
gobierno irlandés se compromete a ese viejo amigo del FMI, un plan de ajuste
- básicamente una serie de reformas, cambios fiscales y recortes impuestos
para asegurarnos que van a devolver la pasta.

¿Es justo?

Depende de cómo lo mires. Para el votante medio irlandés pasar a ser un
protectorado europeo seguramente suena como una idea espantosa. Con razón,
porque va a doler. El problema, sin embargo, es que el origen de todo este
castigo no es cosa de la maldad de los mercados, sino en una serie de
decisiones políticas singularmente incompetentes. El modelo de desarrollo
irlandés era un castillo de naipes, ciertamente, pero mientras las cosas
iban bien nadie decía ni pío. Cuando las cosas empezaron a ir mal, el
gobierno cometió el error de garantizar los bancos sin mirar los libros - un
error político, no un fallo de mercado.

Europa esta llena de países pequeñitos que se pasaron la última década
creciendo en plan aburrido, sin dejar que los bancos hicieran lo que les
daba la gana. El caso irlandés no es el de un país que cae víctima de la
tiranía de los mercados - es un país que dejó que los mercados se lo
comieran vivo.

¿Es España vulnerable?

Sí y no - me remito a lo que decía el otro día: tenemos problemas, pero son
distintos. Con Irlanda reducida a un cráter humeante, cualquier persona a la
que un español le deba aunque sea dinero para pipas va a repasar sus
cuentas.

Lo que se encontrará será, como mínimo, contradictorio. Si su deudor es un
banco, verá una entidad relativamente sólida rodeada de una economía
española absolutamente devastada. Los bancos más grandes (BBVA y Santander)
dependen del mercado nacional relativamente poco, así que no dan demasiado
miedo; los pequeños están bien regulados y tienen reservas, pero si la
economía no resucita no van a dudar eternamente.

Si su deudor es una caja de ahorros, lo que se encontrarán será alguna isla
sólida (La Caixa) y un montón de chiringuitos tambaleantes, con el Banco de
España paseándose con el bulldozer arreglando el desaguisado tan rápido como
puede. Si el dinero lo debe el estado lo que verá será capacidad de pago a
corto plazo (la deuda pública es baja), números rojos a medio si la economía
no resucita y un desastre potencial a largo si no arreglamos el déficit
estructural (pensiones y sanidad).

Si queremos salvar el culo, tenemos que hacer tres cosas, como antes mejor.
Primero arreglar el sistema de cajas de ahorros tan rápido como sea posible;
el Banco de España tiene una capacidad de maniobra enorme, pero más vale que
los políticos autonómicos salgan del medio. Segundo, pasar todas esas
reformas estructurales que necesitamos desde hace veinte años para cambiar
el dichoso modelo productivo - desde el mercado laboral a universidades,
pasando por la estúpida regulación sobre farmacias. Tercero, tenemos que
reforzar las pensiones; si lo hacemos bien, aumentando su progresividad.

De momento hemos dado señales de querer hacer estas cosas. La reforma de las
cajas era seria, ciertamente. El problema es que en el resto de reformas o
hemos sido demasiado tímidos (reforma laboral, esa LSE que nunca parece
salir del Congreso) o tenemos a nuestra “leal” oposición trolleando en el
Pacto de Toledo. Si nuestros adorables prestamistas se creen que nos estamos
tomando las cosas en serio, saldremos de esta. Falta ver si somos
convincentes.

Tenemos, aparte, un problema añadido: nuestra caída sería absolutamente
letal. Esto quiere decir que todo el mundo sabe que el resto de la UE hará
lo imposible para evitar que nos la peguemos… cosa que potencialmente puede
quitarnos la prisa para arreglar lo que está roto. Y sí, ¡esa sospecha que
podemos remolonear hace que todo el mundo nos tenga más miedo todavía!.
Bienvenido a una potencial profecía autocumplida.

…

Y por supuesto, los portugueses están aún peor. Y los Italianos, sin
gobierno. Eso sin hablar de los griegos, que tras ser “rescatados” van
camino de suspensión de pagos igual. Esto va a ser muy divertido.

Roger Senserrich

El 22 de noviembre de 2010 13:03, Felipe Martínez Pastor <
felipe.egrupos en gmail.com> escribió:

> Vale la pena comentar que los contraejemplos que cita: "intervencionismo,
> el nacionalismo económico o cualquier variedad conocida o por conocer del
> populismo, del socialismo o del comunismo" no son más que "hombres de paja".
> El neokeynesianismo (¿se escribe así?) se deja fuera a propósito (podemos
> decir que es intervencionista, pero es un intervencionismo bastante
> particular).
>


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