[escepticos] Funcionarios
Richi
richimg en mundo-r.com
Lun Mar 8 12:16:31 WET 2010
Te recomiendo también ésto, en contestación a un artículo de Martin
Ferrand que, la verdad, no leí pero me imagino de qué iba leyendo esta
contestación... Si es que los funcionarios somos unos ladrones y unos
vagos.
http://elkortxo.es/2010/02/21/respuesta-al-articulo-de-opinion-la-dictadura-del-funcionariado-de-martin-ferrand/
Por
eso los empresarios declaran en conjunto menos que los trabajadores por
cuenta ajena, porque los ladrones somos los que tenemos nómina, claro.
Saludos,
Richi
----- Mensaje original ----
> De: maresco <maresco en terra.es>
> Para: Lista Escépticos <escepticos en dis.ulpgc.es>
> Enviado: dom,7 marzo, 2010 00:55
> Asunto: [escepticos] Funcionarios
>
> Comparto con la lista un mensaje que me ha llegado con el ruego de que lo
> difunda. No suelo hacerlo nunca, pero esta vez, por lo raro (hablan bien de los
> funcionarios) hago una excepción.
> ----------------------------------------------------------------------------
>
> Funcionarios públicos y sueldos congelados
>
> En 1956, Dolores Medio escribió “Funcionario público”, novela desgarrada donde
> se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario atado a un sueldo mísero que
> malvivía en un cuartucho junto a su mujer.
>
> Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado público casi
> indigente, trasunto del cesante de novelón galdosiano, fue poco a poco
> hundiéndose en el olvido.
>
> Pero en los últimos días, la cloaca política y mediática neoliberal ha babeado
> de placer ante los ecos de una posible congelación salarial a los funcionarios.
> Sin embargo, nada sería más injusto que pasar la factura de la crisis a este
> colectivo.
> Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un encofrador podía
> duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la Administración, y para conseguir
> que un albañil viniera a casa había, poco menos, que apuntarse en una lista de
> espera y cruzar los dedos.
>
> Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos
> contables con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club y caspa montaban
> una constructora y juntaban billetes de quinientos euros como cromos. Legiones
> de jóvenes abandonaban los estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo
> mientras se pavoneaban en coches refulgentes… ¿los funcionarios? Unos “pringaos,
> hombre, unos “pringaos”… ¿para qué estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué
> innovar?...
>
> “España va bien”.
> Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de coca y
> “España va bien”, miles de hombres y mujeres habían inmolado sus mejores años
> junto a una taza de café cargado, un flexo y un temario de oposiciones. Con los
> codos clavados en una mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de
> un ventanal, a la espera del momento crucial y temible de los exámenes.
>
> Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos de aquellos
> excesos han de pagarlos los “privilegiados funcionarios”, precisamente el
> colectivo que apenas se benefició del auge económico y que, por supuesto, no
> provocó la crisis.
> Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que
> prestaron dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las ganancias
> obscenas de la especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en
> ayuntamientos y comunidades que dilapidaron millones encargando obras absurdas
> que enriquecieron a empresarios. No, no… todo esto que lo paguen los
> funcionarios.
>
> Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del falso esplendor
> económico. Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una oposición
> terrorífica (aparte de los cinco de carrera) para ganar menos que muchos
> fontaneros. Sí, los miles de opositores que hubieron de recurrir al Lexatín, el
> policía que se juega la vida por mil quinientos euros mensuales, el auxiliar que
> no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar la crisis y son unos
> “privilegiados”!
>
> Y todavía el funcionariado español no se ha mentalizado que todas las ideas de
> congelación salarial y ataque a lo público responden a la sobrecogedora ofensiva
> de la derecha ultraliberal, que ha sustituido a la derecha “de toda la vida” y
> que presiona con una fuerza devastadora acoquinando a muchos gobiernos de
> izquierda que, contra su sentir, han de plegarse a estas medidas.
>
> Pero los funcionarios españoles, en una suerte de suicidio colectivo, votan
> masivamente a la derecha actual. Y esta derecha neoliberal odia lo público. La
> doctrina ultraliberal es muy simple: que unos pocos se apropien y aprovechen del
> esfuerzo y trabajo de la mayoría. En la más genuina línea de Esperanza Aguirre y
> su entrega de los servicios públicos a codiciosas manos privadas.
>
> En este sentido, que un funcionario votase a la derecha “de toda la vida” podía
> entenderlo, pero que vote a la actual derecha, la neoliberal, me parece tan
> esperpéntico como que Emilio Botín se afiliara al Partido Comunista
> Revolucionario.
>
> /Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor
> /
>
> http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=43838
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