[escepticos] Controladores y estado de alarma

[Francisco Mercader]

[Paco Gaspar]
(...) a esta situación se ha llegado merced a una absoluta falta de 
capacidad del gobierno, que, una vez más, ha tratado de arreglar las 
cosas con cagadas e improvisaciones no medidas, cuyas consecuencias, a 
su vez, ha tratado de solucionar de nuevo con cagadas e improvisaciones 
no medidas, dejando de lado toda posibilidad de sentarse a negociar, e 
imponiendo las cosas por cojones, ora con RDL, ora con el
ejército.

[Mercader]
No parece tan fácil. Sin entrar en  si tienes una parte importante de 
razón o no (mis dos vecinos  de los lados son controladores y manejan 
argumentos  similares a los tuyos) y reconociendo  la incapacidad del 
gobierno para hacer algo a derechas,    hay que admitir que  no había 
mucho margen de maniobra, fuese o no razonable, para resolver 
momentáneamente la situación aparte de mandar al ejército a amenazar con 
la cárcel.
Yo he vivido en mi profesión -examinador de permiso de conducir-  una 
situación permanente  de trabajo estresante como la que arguyen los 
controladores, con el añadido de un peligro real al desarrollar nuestro 
trabajo (yo he tenido suerte pero puedo contar los compañeros  en silla 
de ruedas o con lesiones  varias en episodios de examen) sólo que 
nosotros no teníamos ningún arma para defendernos.  Si amenazábamos con 
huelga, la Dirección no dudaba en enviar a examinar a personal no 
cualificado, lo que (1) no comportaba ningún riesgo visible 
inmediatamente para la seguridad  de nadie y (2) no era percibido por el 
público como algo negativo para ellos, sino  exactamente lo contrario, 
porque la situación era inmediatamente jaleada por nuestros enemigos 
naturales (los profesores de autoescuela) que prorrumpían en vítores al 
ver que alguien nos  fastidiaba.  ¿Alguien recuerda alguna huelga de 
examinadores? Hubo varias, pero no hacía falta ninguna amenaza para que 
durasen un día, o menos. Nuestra presión  negociadora era poco menos que 
inexistente;  el daño al servicio era irrelevante; el asunto no era tan 
importante como para  que la prensa se molestase demasiado en  noticias 
tan pobres y, sobre todo,  nuestros sueldos no daban para arriesgarse 
más.   Por añadidura, cualquier error o malentendido en nuestro trabajo 
no comportaba  una colisión de aeronaves  sino  una situación 
desagradable (cuando no una agresión)  que, la mayor parte de las veces, 
nos teníamos que tragar con patatas, sin poder echar mano de la Ley. 
Como se ve, toda la situación es muy distinta en el caso de los 
controladores, a los que no veo más malvados  que al resto de la especie 
humana cuando las circunstancias le ponen un caramelo delante.
Saludos.
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