Re: [escepticos] Niños indigos... un magufo ve la luz.
Mariam Chico
xmimisma en gmail.com
Vie Ago 21 11:29:30 WEST 2009
Lo de l en s *niñ@s índigo* me parece un invento de un en s cuant en s
iluminad en sevidentemente, ya que tod en sl@sniñ@s que no son
condicionad en spor l en sadult@sson así (no estoy diciendo con esto que no
haya que condicionarlos,
inevitable por otra parte), lo cual no tienen nada que ver, por supuesto con
la reecarnación, el aura ni demás creencias.
Pero no estoy de acuerdo con algunos planteamientos:
Lo que sucede es que a veces uno como padre, sin desearlo, crea
pequeños ogros al permitirles a los hijos hacer lo que les plazca sin poner
límites.
Actualmente, la TV, la internek, la falta de valores en la
familia, y la falta de compromiso real de los padres como educadores
primarios, hacen más probable que los niños se formen como "malcriados".
Creo que este tipo de
niños, cada vez más numerosos, no son más que el producto de una mala
educación, de una mala formación familiar.
El problema no creo que sean los límites sino más bien la prevalencia de
estructuras de poder y el adultocentrismo. Cuando, desde una maternidad
entrañable, se respeta el desarrollo natural de l en s niñ@s y se elimina la
prepotencia y los dogmas se inicia una crianza verdaderamente responsable.
No obstante entiendo la preocupación paterna por crear un/a tiran@ o un
egoísta porque desconocemos mucho de la visión infantil de la realidad y
porque partimos de la lógica del dominio.
Pero lo cierto es que: para que l en s bebés humanos se desarrollen de forma
saludable necesitan la cercanía, el calor, el aliento y la empatía
materna/"paterna". Cuando l en s niñ@s lloran y no tienen consuelo (a veces es
suficiente con sentirse escuchad@) perciben desprecio, indiferencia,
abandono... y no entienden nuestras "razones". Sentirse querid en s es para
ell en s como el aire que necesitamos para respirar. Dar esto no es malcriar,
malcriar, malacostumbrar es maltratar, maltratar es no aceptar al otr@ tal y
como es, es enseñar a obedecer, a resignarse, a odiarse a sí mism@ para
"amar" al adult@ y sus mandatos.
En el trato con mi hijo putativo he descubierto que la falta de disciplina,
de límites, y de lo que yo llamo "estructura" ha hecho de él algo parecido a
un pequeño déspota.
Lo cierto es que los cambios sociales están reduciendo los límites en el
ámbito familiar (que se están estableciendo en el ámbito social), sin
eliminar las estructuras de poder... y esto es lo que tenemos, nos quedamos
a medias.
Su madre y yo hemos tratado de revertir esta situación
tratando, con mucho amor, de ponerle límites a su comportamiento, de
inculcarle buenos modales, respeto por los demás, de enseñarle las bondades
de compartir lo que se tiene, de permitir que los más débiles tengan
prioridad, de inculcarle los valores del servicio hacia los demás.
Y luego está la hipocresía social en la educación, se obliga a compartir a
l en s hij en s , pero se fomenta un Sistema basado en la competencia, el egoísmo
y el "tanto tienes tanto vales"; se "enseña" a defender a l en s débiles, pero
se utiliza la ignorancia y la inferioridad de condiciones para la
manipulación y el engaño de l en s hij en s .
Mediante el "amor" (demasiado unido en el ámbito familiar con la posesión,
la dependencia y el chantaje emocional) ocurre algo similar al "síndrome de
Estocolmo" en l en s secuestrad en s .
Los niños malcriados, si se les deja así, pueden convertirse en inadaptados
sociales, en neuróticos cuyo egoísmo les dará más problemas de los que les
resuelva. Incluso pueden convertirse en delincuentes.
La percepción de la realidad de l en s niñ@s ni se entiende (sólo un
poquito) ni se hace por entender ni se respeta (sólo en parte), con la
obediencia no se aprende, sólo enseña a minusvalorar el criterio propio y a
la resignación, y te prepara para no ser dueño de tu vida (aún creyendo
serlo).
Yo, personalmente, que no he sido "malcriada" ni consentida" soy una
inadaptada consciente (no me avergüenzo por ello sino todo lo contrario) y
con comportamientos, para algun en s , considerados antisociales.
La crianza requiere infinita paciencia y mínima exigencia. Ell en s son
l en sniñ@s y nosotr en sl@sadult en s. Los límites te dan más seguridad a
l en spadres que a l en sniñ@s , a ell en sles aportan todo lo contrario, pues
se interponen entre ell en sy sus padres. No es cuestión de imponerlos*
sino de informar de ellos, es
cuestión de apoyo mutuo en una relación de igualdad. L en s limites a veces
sólo están en tu cabeza. Eso sí, el pero de los límites es la represión
(violenta o sutil) de los sentimientos.
"Ser adult@ no es más que una opción mediante la cual se traiciona"
Christiane
Rochefort
Saludos,
Mariam
*La única excepción son los que suponen un riesgo grave para el/l
propi en niñ@ u otr en s.
El 31 de marzo de 2009 19:11, <david en puntoque.net> escribió:
> ¿Os acordáis del sitio ese magufo por el que de cuando en cuando me doy una
> vuelta para reírme un poco? Bueno, esta vez me ha salido bien; había una
> discusión sobre la naturaleza, composición y fórmula magistral de los niños
> índigos, y uno va y suelta lo siguiente; un poco largo, pero bueno, es
> divertido ver cómo el pobre señor ve la luz a base de hostias.
> Por cierto que parecería que eso de los niños índigos fuera un invento de
> los pedagogos, no?
> :D
>
>
> -------------
>
>
> (...)
> En relación con este tema de los así llamados niños índigo mi opinión es
> que, de acuerdo con las características que se les atribuye, su descripción
> se acomodaba más al concepto que se tenía en otros tiempos de los "niños
> malcriados". He analizado desde hace varios años la literatura sobre los
> "niños índigo" porque alguien nos sugirió que esa podría ser la
> clasificación de Carlitos.
>
> Tengo un hijo putativo, Carlitos, que desde que tenía unos 8 años, su
> comportamiento ha sido un dolor muelas para su madre, para mi y para sus
> maestros.
>
> Por desfortuna no me tocó educarlo desde pequeño, pero siempre he pensado
> que se le consintió demasiado por tener un problema de audición. No es que
> culpe a su padre biológico y a su mamá, mi actual esposa, de lo que es
> ahora
> Carlitos. Lo que sucede es que a veces uno como padre, sin desearlo, crea
> pequeños ogros al permitirles a los hijos hacer lo que les plazca sin poner
> límites.
>
> El punto es que unos amigos nos dijeron que era probable que Carlitos
> exhibiera ese comportamiento por ser "índigo". Aquí en México usamos una
> palabra coloquial que se parece mucho y que refleja mejor el comportamiento
> de Carlitos: "méndigo" (con acento).
>
>
> Resumo algunas sus características negativas: Egoista, caprichoso, flojo,
> poco colaborativo, berrinchudo, comodino y desobediente. No es que me fije
> sólo en lo negativo, lo que pasa es que me saltan a la vista como una
> asombrosa similitud con la descripción de un niño índigo, de acuerdo con la
> literatura. Por ejemplo, Lee Carroll menciona que a un niño índigo "...no
> se
> lo podrá convencer de otra cosa que no sea que él es merecedor de todo. Él
> intuitivamente sabe quien es a nivel celular. Esta " majestad " en ellos
> hace la diferencia es sus sentimientos. Muchos adultos están notando esta
> cualidad y los están llamando "tercos" y "difíciles".
>
> Y es que antes que se inventara el término de "índigo" para describir niños
> con estas característcas y que además presentan, según algunos
> investigadores paranormales, un color azul en su "aura", estos niños eran
> los menos, los que de vez en cuando se veían entre otros niños mejor
> educados. Actualmente, la TV, la internek, la falta de valores en la
> familia, y la falta de compromiso real de los padres como educadores
> primarios, hacen más probable que los niños se formen como "malcriados". No
> creo que se deba a una especie de aura diferente. Creo que este tipo de
> niños, cada vez más numerosos, no son más que el producto de una mala
> educación, de una mala formación familiar.
>
> Creo que etiquetarlos como "índigo" y darles un trato especial como si
> fueran "los que vinieron a salvar al mundo" no les hará nada bien, ni a los
> niños ni a los padres ni a nadie.
>
> En el trato con mi hijo putativo he descubierto que la falta de disciplina,
> de límites, y de lo que yo llamo "estructura" ha hecho de él algo parecido
> a
> un pequeño déspota. Su madre y yo hemos tratado de revertir esta situación
> tratando, con mucho amor, de ponerle límites a su comportamiento, de
> inculcarle buenos modales, respeto por los demás, de enseñarle las bondades
> de compartir lo que se tiene, de permitir que los más débiles tengan
> prioridad, de inculcarle los valores del servicio hacia los demás.
>
> Mi conclusión es que, al etiquetar como "índigo" a los niños malcriados se
> les está dando un estatus de intocables, de superiores, de más limpios, de
> más puros. En realidad un niño con estas carácterísticas no es nada del
> otro
> mundo. Es un niño que requiere de más atención por parte de sus padres. No
> creo que sean seres con recuerdos claros de vidas pasadas (no creo en vidas
> pasadas), no creo que sean seres con una clara "conexión con la fuente de
> luz".
>
> Los niños malcriados, si se les deja así, pueden convertirse en inadaptados
> sociales, en neuróticos cuyo egoísmo les dará más problemas de los que les
> resuelva. Incluso pueden convertirse en delincuentes.
>
> Saludos
>
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