[escepticos] OT: 100 libros que cambiaron su vida.

[Inés Toledo]

Yo me refiero a la terrible ideología que destilan los libros de Enid
Blyton (Los cinco, Los siete secretos...). Incluso Guillermo el
travieso y hasta Tom Sawyer, que eran bien entretenidos, por otra
parte. No es que yo diga que a la hoguera con ellos, sino que no me
gustaría que fuesen el principal, casi único "alimento literario" de
una personita que aún crece. Están bien, con más cosas al lado.

Por no hablar, como apunta acertadamente G.Hernández, de "Las mellizas
en Santa Clara" y demás, que nos papamos toda una generación.
Francamente, ahora me doy cuenta de la puñeta que significa haber
admirado a ciertos personajes que se presentaban siempre como los más
atractivos.

Cuando sabías que leías un clásico, al menos sabías que leías algo "de
otra época". Y tampoco eso es algo que una tenga muy, muy claro de
chiquitina. (También me leí todo "Celia", sabía que era una niña de
una época pasada, pero eso no le restó influencia). Y tantos
personajes dibujados de cierta manera, leídos, admirados o denostados
con fruición (libros y libros a toda velocidad) han dejado un poso
bastante maloliente y fuente de disgustos.

Me gustaría haber contado con otro tipo de libros, y en igual
cantidad, por lo menos... Creo que ahora el público infantil accede a
literatura menos ¿castrante? (horror de término, lo sé, es que son las
doce de la noche), pero habrá que esperar años a ver qué cuentan los
que acaban de leer a Harry Potter y a Roal Dahl  (bueno, Roal Dahl,
¿no?, a mí me alcanzó un poquito tarde). Que lo veamos con salud.

Buenas noches.

El día 16 de septiembre de 2008 18:59, Miguel Martínez Estremera
<mimartin en cepymearagon.es> escribió:
> Más que referirme a calidad literaria o educativa, estaba evocando una
> imaginería que incluye no sólo  la estética de ciertos paisajes modificados
> por el hombre, lagos, brezos, casas en el bosque, y demás, tan queridos por
> los británicos, sino un poco más ampiamente el amor por la naturaleza y el
> aire libre, el contacto con sus fuerzas, como el viento, el agua y el sol,
> que luego han marcado y ocupan un lugar destacado en mi tiempo
> libre...desconozco, aunque no dudo que no, si la literatura adolescente
> actual provee ese alimento evocador y vocacional al mismo tiempo, pero más
> que dudar de ella, dudo de que pueda contrarrestar la competencia de la
> PlayStation y demás mundos virtuales.
>
> Miguel A
>
>
> El 16/09/2008, a las 18:25, Inés Toledo escribió:
>
>> El día 16 de septiembre de 2008 16:53, Miguel Martínez Estremera
>> <mimartin en cepymearagon.es> escribió:
>>
>>> Hay que admitir que es una pena que los adolescentes de ahora ya no sepan
>>> lo
>>> que es comer un pastel de pasas de Corinto con cerveza de gengibre, antes
>>> de
>>> meterse en un pozo de una isla lleno de estatuas de jade, o simplemente
>>> estar en casa deTío Quintín en una tormenta. Ay...este cielo azul y este
>>> sol
>>> de mi infancia...
>>
>> (IT) Disiento... Para los niños y preadolescentes de ahora hay libros
>> estupendos. Me causa gran alivio que no lean a Enid Blyton. Que lean,
>> claro, no deberían perderse esa gozada... pero que lean cosas mejores.
>>
>>
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