> EAR> Anda, si ya no somos alpargatas, ahora somos monos. > EAR> Pobrecitos, y se quejan de los ataques ad hominem. > > Es que en nuestro caso los ataque no son ad homines, sino ad pithecos. He estado pensándome un rato en qué decirte y no puedo más que hacer una genuflexión para honrar al maestro.