[escepticos] La nueva peste
Javier Armentia
javarm en terra.es
Mar Ene 8 19:19:24 WET 2008
Conviene recordar el Manifiesto que sobre el tema realizó hace año y
pico ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.
(Enlace: http://escepticos.blogalia.com/historias/39237 )
*MANIFIESTO
Diseño inteligente: fe contra evidencia científica*
/
Desde la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC)
queremos hacer constar nuestra preocupación ante la exportación
interesada del falso debate entre Evolución y "Diseño inteligente" a
nuestro país./
Desde la publicación de /El Origen de las especies/ de Charles Darwin (a
finales de noviembre de 1859), la Teoría de la evolución de las especies
por selección natural ha constituido la base de la biología moderna.
Nuestra comprensión de la vida y de los fenómenos naturales está
indisolublemente fundamentada en la denominada /síntesis moderna/, que
complementa las ideas de Darwin y Wallace con los mecanismos
hereditarios descubiertos posteriormente por Mendel y otros. Los avances
científicos posteriores han establecido categóricamente que todos los
organismos vivos, lejos de haber sido creados de manera simultánea,
descienden de un antepasado común mediante modificación.
El conocimiento científico se basa en inferencias de la evidencia
empírica y en la realización de ensayos que validan o descartan
hipótesis falsables. Como toda teoría científica, el evolucionismo
cambia según se van conociendo nuevos datos o éstos se analizan a la luz
de nuevos descubrimientos. El hecho central de la teoría (la existencia
de un antepasado comú a todos los seres vivos y la posterior generación
de diversidad por selección natural) no sólo se ha mantenido invariable
durante casi 150 años, sino que cada año que pasa las pruebas
científicas lo refuerzan más, siendo un hecho científico probado fuera
de toda duda razonable.
El camino recorrido para llegar hasta aquí ha sido largo, muy largo. Por
centrarnos en hechos totalmente contrastados pongamos que hace unos
4.600 millones de años se formó un gran remolino de gas y polvo que dio
lugar al Sistema Solar. Poco después se estrelló contra la Tierra un
objeto del tamaño de Marte, que dio lugar a la Luna. Durante 500
millones de años la joven Tierra sufrió otros impactos cósmicos que a su
vez generaron condiciones en las que se hizo posible el inicio de la
vida, tal y como hoy la conocemos. Aunque parezca lo contrario, la
Tierra sigue siendo hoy un planeta peligroso: se cree que el 99% de las
especies que algún día existieron se han extinguido a causa de cambios
climáticos, colisiones de asteroides, actividad sísmica y
volcánica,deriva continental, etc. Un ejemplo famoso es la frontera KT
(entre el periodo Cretácico y el Terciario, hace 65 millones de años),
donde desapareció aproximadamente el 75% de las especies del registro
fósil, incluyendo los célebres dinosaurios.
Los últimos 400 millones de años han sido igualmente agitados: la vida
salió del medio acuoso para adaptarse a tierra firme, evolucionando en
todas direcciones hacia organismos de mayor o menor complejidad. El
resultado: el mundo maravilloso, frágil y complejo que habitamos hoy.
Esta extraordinaria sucesión de hechos ha permitido que en las últimas
décadas, seres inteligentes como nosotros hayamos reconstruido la
historia natural de este proceso y lo hayamos sustentado en hipótesis
falsables, según el método científico. En este punto, es importante
resaltar que la Teoría de la evolución ni da la explicación al origen de
la vida ni tiene por qué hacerlo, ya que para que haya evolución debe
haber vida preexistente. Lo que sí hemos probado, en definitiva, es que
la vida humana surgió así. Este hecho, de por sí, es un hallazgo de
primera magnitud. Sabemos quiénes somos y de dónde venimos. A dónde
vayamos, es otra historia.
Pero hemos recorrido un largo camino. Por eso resulta cuando menos
frustrante que, a estas alturas, un grupúsculo de investigadores que
intenta conciliarse con sus creencias haya abandonado el método
científico para postular la denominada teoría del Diseño inteligente
como una innovación teórica que ofrece una explicación más adecuada al
origen de la diversidad de organismos vivos que la teoría de la
evolución. En respuesta a estas afirmaciones, asociaciones científicas
de prestigio como la Sociedad Americana para el Avance de la Ciencia
(AAAS) y la Sociedad americana de Historia de la Ciencia (HSS) han
denunciado la existencia de errores conceptuales significativos en su
formulación, la ausencia de evidencias científicas creíbles y la
utilización errónea de hechos probados científicamente, así como los
recientes esfuerzos para eliminar la enseñanza de la evolución del
currículo de la escuela secundaria, lo que impedirá a los estudiantes
apreciar el proceso histórico de la ciencia como búsqueda intelectual y
el entendimiento de su papel en la sociedad.
El llamado Diseño inteligente postula la existencia de una complejidad
irreductible en determinados procesos biológicos, lo que a su juicio
implicaría la necesidad de la existencia de un Diseñador (del que nada
sabemos) ante la supuesta imposibilidad de explicar dichos sistemas
complejos por mera selección natural. Para ello, ignora y malinterpreta
gran parte de la evidencia existente, sin plantear hipótesis falsables
ni presentar una explicación mecanística que sea más acorde con los
hechos que la actualmente aceptada. De hecho, no puede ni siquiera
calificarse de Teoría, en el sentido que esta palabra tiene en ciencia,
pues no constituye un marco teórico acorde con evidencias experimentales
y expuesto a la falsabilidad. El desarrollo de esta falsa teoría
requiere en último término de explicaciones sobrenaturales, seres de
inteligencia y voluntades inescrutables y, en definitiva, conduce a
aceptar como ciencia hechos blindados, conceptualmente, al conocimiento
científico.
Entre otros errores de bulto del Diseño inteligente, podemos destacar
los siguientes:
(a) Llamada a la ignorancia. Aluden a datos que no están disponibles
como si fueran pruebas. Es más, algunas de estas afirmaciones ya han
sido refutadas aunque ignoren los datos correspondientes: caso del
flagelo bacteriano y el sistema de secreción tipo III.
(b) La ausencia de ciertas evidencias es considerada como evidencia de
que existe un diseñador. ¿Quién diseñó al diseñador? El Diseño
inteligente no entra en ese tema, lo que es inaudito en una teoría
científica. Si fuera una teoría científica buscaría evidencias de ese
diseñador y se preguntaría sobre su origen. No lo hacen porque es una
puerta trasera hacia la religión.
(c) Las /lagunas/ que denuncian en la Teoría de la evolución no son
tales. El corpus teórico darwinista (o neodarwinista, o sintético de la
evolución), lejos de ser una colección de dogmas inamovibles es una
aventura humana en pos del conocimiento que se va contínuamente
refinando según se van acumulando nuevas pruebas. Esto, lejos de
constituir una debilidad de la Teoría como pretenden convencernos desde
el Instituto Discovery, está en el mismo fundamento del conocimiento
científico y afecta a todos los hechos probados que normalmente asumimos
como verídicos.
El Diseño inteligente, por tanto, no puede ni debe ser calificado de
teoría científica sino que es un acto de fe, y como tal debe juzgarse.
Es pues materia para clases de religión y teología, y no debe formar
parte de los estudios de ciencias y menos como alternativa a la teoría
de la evolución. La polémica generada recientemente en los Estados
Unidos se explica fácilmente si se considera que la religión no se
enseña en las escuelas públicas de ese país por el imperativo
constitucional de neutralidad religiosa. Es más, en 1987 el Tribunal
Supremo de los EE.UU. prohibió la enseñanza del creacionismo (/creation
science/), una relectura pseudocientífica del Génesis inventada en los
años 60. Desde entonces, los creacionistas han evolucionado su doctrina
hasta el actual Diseño inteligente en un intento proselitista de
expandir una determinada visión del cosmos mediante supuestas evidencias
científicas. En ese sentido, la victoria del sentido común en la
reciente sentencia del caso Kitzmiller contra Dover ha sido de gran
importancia para que la enseñanza de la ciencia en EE.UU. y en el resto
del mundo siga haciendo honor a lo que siempre ha sido: la versión de
los hechos más ajustada a la realidad que hemos podido generar.
Desde la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico (ARP-SAPC)
queremos hacer constar nuestra preocupación ante la exportación
interesada del falso debate entre Evolución y Diseño inteligente a
nuestro país. En los últimos años, hemos tenido noticia de episodios de
revisión creacionista del currículo educativo en países como Italia,
Brasil y Serbia. Algunos artículos recientes en prensa en los que
nuevamente se presenta el Diseño inteligente como teoría científica
alternativa al darwinismo han hecho saltar nuestras luces de alarma.
Lejos de querer restringir la libertad de expresión de cualquier tipo de
ideas, incluyendo las no basadas en la evidencia, estamos a favor de
llamar a las cosas por su nombre: mientras el Diseño inteligente no siga
escrupulosamente las reglas del método científico, tampoco debe gozar de
la respetabilidad asociada al conocimiento generado mediante el mismo.
/El presente documento ha sido elaborado coletcivamente por los socios
de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Ctrítico, a partir de un
texto original de *Ander Izeta*./
Más información sobre la lista de distribución Escepticos