[escepticos] Fitna]

Julio Arrieta julius_es en yahoo.com
Dom Abr 13 20:25:03 WEST 2008


Sobre Fitna, hoy en 'El País':
'Provocación y respuesta'
Timothy Garton Ash
-
En el momento de escribir estas líneas, la difusión en
Internet de la película Fitna, un filme
deliberadamente provocador y antiislam realizado por
el parlamentario populista holandés Geert Wilders, no
ha provocado unas protestas violentas como las del
caso Rushdie o las de las caricaturas danesas. Si las
cosas siguen así, eso ya es un avance.

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Son los europeos los que deben destacar que la inmensa
mayoría de los musulmanes quiere vivir en paz

"Deben pensar en el miedo que engendra su religión",
ha dicho el viceministro holandés Ahmed Abutaleb
Mientras tanto, hay que preguntarse tres cosas sobre
la película, que cualquiera puede ver en la Red si
busca en Google "wilders + fitna". La primera es: ¿hay
que asesinar a Wilders por haberla hecho? Es lo que
exigieron los manifestantes ante la Embajada de
Holanda en Indonesia, con pancartas que decían "Matad
a Geert Wilders". Su actitud es la que el escritor
británico Douglas Murray ha definido, con gran
agudeza, como "di que mi religión es pacífica o te
mato". Más en serio, ya antes de que se estrenara la
película, Al Qaeda emitió una fatwa en la que exigía a
los musulmanes de todo el mundo que asesinaran a
Wilders, una amenaza más para un hombre que ya vive
con protección las 24 horas.

Que no se debe asesinar a Wilders por rodar una
película puede parecer algo tan evidente que no hace
falta decirlo. Pero sí hace falta, una y otra vez;
para ser sinceros, es lo primero que hace falta decir.
Porque una de las realidades más corrosivas de nuestra
época es que en nuestro mundo hay no una, sino muchas
personas que viven amenazadas de muerte, escondidas o
con seguridad permanente, simplemente porque han
dicho, dibujado o hecho algo que se supone que
"insulta al islam".

Muchos líderes holandeses e internacionales,
demasiados, se han apresurado a lamentar el filme de
Wilders sin antes criticar como es debido a quienes le
amenazan de muerte. Resulta especialmente atroz la
declaración del secretario general de Naciones Unidas,
Ban Ki-moon, que, al condenar de forma explícita la
película (pero no las amenazas de muerte), llega a
decir que "aquí no está en juego el derecho a la
libertad de expresión". Es una frase verdaderamente
estúpida, que hasta un niño de 10 años puede ver que
no es cierta, y Ban Ki-moon no tiene derecho a
pronunciarla en nuestro nombre.

La segunda pregunta es si habría que prohibir Fitna
por ley, como han exigido los embajadores de 26 países
islámicos al Gobierno holandés. A diferencia de la
cuestión del asesinato, estoy dispuesto a aceptar que
éste es un aspecto que puede debatirse legítimamente
en una democracia, pero mi respuesta sigue siendo un
rotundo no. La película es incendiaria, pero no me
parece que traspase la línea de la incitación, y,
hasta ahora, da la impresión de que el Ministerio de
Justicia holandés está de acuerdo. La verdad es que la
postura de Wilders resulta ridículamente
contradictoria. El año pasado pidió que se prohibiera
el Corán "como si fuera el Mein kampf". Es decir,
quiere que se prohíba el libro sagrado de 1.400
millones de personas, pero que su filme lo vea todo el
mundo. Ésa es su idea de la libertad de expresión.
¿Quién se cree que es? ¿El verdadero profeta?

Partiendo del principio fundamental de que no debe
amenazarse de muerte ni lesiones a nadie por rodar ni
difundir una película como ésta, y de que debe estar a
disposición de todos los adultos en posesión de sus
facultades -y si uno no quiere verla, que no la vea-,
entonces la pregunta crucial es: ¿cómo debemos
interpretarla y cómo debemos reaccionar?

Por si no la han visto, les haré un resumen
telegráfico: consiste en retazos de citas sanguinarias
escogidas del Corán mezcladas con fragmentos
espantosos de atentados terroristas y ataques de los
extremistas yihadistas, de carácter antisemita,
anticristiano y antioccidental (la terrible
decapitación de un rehén, una sobrecogedora
conversación telefónica con alguien que está a punto
de morir en las Torres Gemelas, una pancarta que dice:
"La libertad, al infierno"), hasta llegar a una
presentación alarmista sobre la inmigración musulmana
en Holanda y Europa. Concluye con afirmaciones como
que "el islam pretende destruir nuestra civilización
occidental" y "alto a la islamización", antes de
disolverse en negro sobre el sonido de una bomba de
relojería y truenos. Es decir, muestra de forma
implícita una ecuación de tres términos: islam =
terrorismo = inmigración.

Hay que desentrañar cada uno de los tres elementos, el
signo igual implícito entre ellos y las intenciones de
todo el filme. El primer ministro holandés dice que,
en su opinión, "no tiene otro propósito que ofender".
Esta frase puede bastar como fórmula de condena de un
político, pero la verdad es que se vislumbran, al
menos, otros tres objetivos: encender el debate a
propósito de unas cuestiones sobre las que Wilders
tiene una postura apasionada, incluso fanática, y que
preocupan a muchos holandeses; obtener más votos para
su partido político, que tiene ya nueve de los 150
escaños de la Cámara baja holandesa, y adquirir
publicidad mundial para un populista de lo más
moderno.

Una respuesta posible al primer término de la ecuación
-las citas del Corán- es la que ha sugerido el
productor judío holandés de televisión Harry de
Winter, que dice que en la Torá judía se pueden
encontrar frases muy ofensivas para los homosexuales,
las mujeres y los predicadores no judíos, y que, si
fuera una película sobre los judíos, se habría dicho
que era antisemita. Es decir, podríamos responder, por
polemizar, con una selección como la de Wilders sacada
de la Torá, o de todo el Antiguo Testamento de los
cristianos. Más en serio, habría que sopesar hasta qué
punto están equilibrados los fragmentos pacifistas y
los belicosos en el Corán según las interpretaciones
normales que hacen actualmente los musulmanes, en
comparación, por ejemplo, con las interpretaciones
normales que hacen los cristianos de la Biblia;
porque, en todos estos libros misteriosos y
polifónicos, el secreto está en la interpretación.

El segundo elemento de Fitna es el menos original,
pero el que presenta el argumento más válido. No está
nunca de más que nos recuerden que existen yihadistas
takfiri violentos empeñados en matarnos -y, de paso, a
sus hermanos musulmanes- y en destruir nuestras
libertades en nombre del islam. Decir que "esto no
tiene nada que ver con el islam" es casi tan estúpido
como decir, como Wilders, que "el islam es esto". Creo
que los hombres y la mujeres musulmanes de paz deben
abordar esta cuestión, incluso cuando la plantea
alguien como Wilders. "Los musulmanes deben pensar en
el miedo que engendra su religión", ha dicho el
viceministro holandés Ahmed Aboutaleb, que es
musulmán.

La tercera parte de la película, contra la inmigración
musulmana, es al mismo tiempo la más venenosa y tal
vez la más eficaz. Wilders está logrando labrarse una
carrera política a base de decir lo que muchos
europeos piensan. El verano pasado, además de exigir
que se prohibiera el Corán, escribió que "no debemos
dejar que entre ni un solo hombre musulmán más" y que
"no debe haber ni una sola mezquita más". Aquí son
sobre todo los europeos no musulmanes quienes deben
destacar el hecho evidente de que la inmensa mayoría
de los musulmanes quiere vivir en paz, criar a sus
hijos, ahorrar algo de dinero, obedecer las leyes, ver
los partidos de fútbol..., y pensar que no hay nada en
su religión que se lo impida.

Así reacciona una sociedad libre y madura ante una
película como ésta. No apaciguando a los asesinos, no
con la censura y no limitándonos a condenarla por las
buenas. Que la mayoría la ignore -como parece haber
hecho hasta ahora, y está claro que hay muchas mejores
formas de pasar el tiempo- y que la minoría de los que
están interesados se ocupe de ella (para mi castigo,
la he visto tres veces), la examine, la discuta,
revele sus engaños, refute lo refutable y acepte lo
irrefutable, separando las briznas de verdad de los
gordos zurullos de falsedad. -

http://www.elpais.com/articulo/panorama/Provocacion/respuesta/elpepusocdgm/20080413elpdmgpan_1/Tes


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