[escepticos] Existencia de las "razas" y lógica difusa

Jose Ramón Brox ambroxius en terra.es
Vie Abr 4 12:11:01 WEST 2008


>Deja de marear la perdiz, y da algún criterio por el que se pueda
>afirmar  que una persona es de determinada raza, y que sea un criterio
>objetivo, y que no sea una excusa para justifica que determinados
>colectivos humanos tienen más derechos que otros o justificar que se les
>niegue derechos a otros colectivos.

Pero vamos a ver, si lo que dice Moreno es muy sencillo, aunque no lo esté explicando 
demasiado bien:

Basándonos en algunos rasgos anatómicos y fenotípicos, las personas clasificamos o podemos 
clasificar al resto de las personas y "tradicionalmente" las hemos clasificado en grupos, 
a los que se ha venido en llamar "razas", con muy poco acierto desde luego (pongámosle 
comillas a lo largo de mi mensaje), y que cualquier persona que yo (o que Moreno) conozca 
sabe distinguir sin problemas, incluyendo aquellos integrantes de la lista que tratan de 
desmontar la idea mediante ejemplos (porque gracias a esos ejemplos se ve que entienden el 
concepto perfectamente).

El problema que estáis teniendo es que estáis intentando defender algo que es falso: 
mantenéis que una definición para ser "real" u "objetiva" (en otras palabras, para ser 
"cierta" o ajustarse al mundo real), tiene que estar basada en una lógica bivalente, ¡y 
eso es manifiestamente falso! Decís que dada una propiedad sobre las "razas", por ejemplo 
la propiedad de "ser negro", no se puede determinar con claridad si una persona lo es o 
no, es decir, no se pueden determinar el conjunto de las personas negras y su 
complementario el de las personas no negras, y concluís (erróneamente) que dicha propiedad 
no existe porque no se puede definir el concepto de forma satisfactoria (que sí que se 
puede).
Esto puede sonar a rollo relativista, pero no es así en absoluto: aunque no lo parezca, 
estoy hablando de matemáticas. Si alguno de vosotros sabe de lógica difusa, como estoy 
seguro de que Pepet sabe, ya se habrá dado cuenta de dónde está el error que comento: 
resulta que no hay ninguna falacia, ningún sofisma, ninguna contradicción matemática en 
definir conjuntos con límites difusos, en los que un elemento puede pertenecer a cada uno 
de ellos o no con una determinada probabilidad (como decía, tan poca contradicción hay que 
esto es actualmente una subrama de las matemáticas, la lógica difusa (fuzzy) o teoría de 
conjuntos difusa). Es decir, para definir propiedades de objetos y trabajar con su 
ordenamiento, distinción y clasificación, no es necesario que estos objetos cumplan 
propiedades de la teoría de conjuntos "clásica", la basada en la lógica bivalente del 
verdadero o falso, sino que se puede trabajar con propiedades que asignen un "valor de 
verdad" (otro nombre escogido sin demasiado acierto) decimal, entre 0 y 1 (yo prefiero 
decir que trabajamos con probabilidades).

¿Será que me estoy escudando en un abstruso constructo matemático de procedencia oscura y 
fabricación artificial para defender las "razas", una idea que tenía asumida ya a priori? 
¡En absoluto! Es al contrario: la lógica difusa no surge como colofón a alguna entelequia 
algebraica extraña evolucionada a lo largo de años y años de investigación abstracta, sino 
que surge... ¡de la observación de las propias clasificaciones que hacemos las personas de 
a pie en el día a día, para distinguir los fenómenos más comunes! En las situaciones más 
habituales, estamos más que acostumbrados a realizar decisiones y formular enunciados en 
base a escalas cualitativas. Los matemáticos y los físicos no han hecho más que coger 
estos ejemplos y ver si esa idea se podía rigorizar y matematizar, o si contenía 
incoherencias en su base :D

Total, que todo este rollo que me he marcado se entiende mucho mejor con los ejemplos que 
llevaron a la aparición de la lógica difusa: cualquier persona sabe decir en general si 
otra es fea o guapa, alta o baja, gorda o flaca, si es un hombre o una mujer... aunque 
admita que los conceptos son relativos, que pueden variar para cada persona, "pero dentro 
de unos márgenes", que además el concepto es relativo a la comparación de personas entre 
sí (alguien que me parece bajo me puede parecer alto en comparación con un tercero) y que 
existen ejemplos concretos en los que es difícil decir si es feo o guapo [tendrían algo 
así como p=0.5 de feo y q=0.5 de guapo], en cuyos casos suele ser útil inventar una 
tercera opción en la clasificación que sea el tipo "normal", pero claro, en ese caso el 
límite está difuso en el medio y convendría inventar otras opciones, las 
normal-tirando-a-guapo y normal-tirando-a-feo, pero claro, entonces aunque tendríamos más 
capacidad de detalle, seguiría habiendo límites difusos (entre los guapos y los 
normales-guapos y entre los feos y los normales-feos), con menor incertidumbre, pero 
difusos, y sabemos que esos límites se pueden empequeñecer todo lo que queramos pero no se 
pueden hacer desaparecer...

Aunque las más habituales, no son las distinciones con respecto a personas las únicas 
difusas que manejamos en el día a día; basta con encontrar un parámetro que percibamos 
como un rango continuo de variación, en el que nos convenga realizar apreciaciones 
cualitativas: sabemos decir si hace frío o calor, si un color es verde o azul, si un sabor 
es dulce o agrio, si una voz es chillona o melodiosa, si un cuadro es bonito o feo... y 
aunque simplifico en clasificaciones de dos conjuntos para ilustrar en los ejemplos, no 
hay nada que nos impida tomar clasificaciones de tantos conjuntos como queramos y de hecho 
las utilizamos a menudo (como también es común aumentar o disminuir la cantidad de 
conjuntos de una misma clasificación cuando queremos "afinar" con mayor o menor 
precisión). En el caso de más de dos conjuntos, los "choques" pueden producirse de formas 
más complejas que el simple "está en un sí ni no".

Si aceptamos todo lo anterior (y sinceramente, no veo manera de no aceptarlo; quien no 
esté muy seguro de la consistencia lógica de lo anterior, puede buscar un libro 
introductorio a la lógica difusa), entonces creo que todos veremos claramente que la 
clasificación de las personas en "razas" no es más que otra distinción difusa en nuestro 
largo elenco de clasificaciones cualitativas, en la que asociamos una probabilidad de que 
una persona pertenezca a un grupo o a otro en base a ciertas características anatómicas y 
faciales (de forma muy similar a como decidimos si alguien es hombre o mujer, pero con más 
conjuntos). En este sentido, el símil que hacía Moreno con los colores era acertado, 
aunque no se le haya sabido entender muy bien: la clasificación "social" (en 
contraposición a la interpretación física del concepto de color) cualitativa en nombres de 
la escala de colores existe y está perfectamente definida, aunque para algunos ejemplos 
concretos no podamos clasificar o comparar por encontrarse bastante entre los límites de 
varios conjuntos difusos (el clásico "¿esto es verde o azul?"); en el mismo sentido existe 
la clasificación cualitativa de las personas en "razas", aunque en algunos casos pueda 
haber conflicto para asignar una "raza" u "otra" a una persona en concreto (como 
apuntábais muchos para negar la existencia del concepto) o haya que asignar a alguien a 
varias "razas" simultáneamente (como apuntaba Inés, que prefería ser políticamente 
correcta cuando en realidad lo que hacía era aumentar un poco el espectro de su 
clasificación y luego asignar probabilidades altas de pertenencia a varios de sus 
conjuntos de "razas" simultáneamente).

Por supuesto, otra discusión es (aunque se haya intentado meter en ésta) la de la 
conveniencia o acierto de denotar por "raza" a la propiedad cualitativa de esta 
clasificación*. Pero al existir la clasificación, existe la propiedad, decir lo contrario 
es un absurdo como una catedral; cierto es que tanto clasificación como propiedad son 
difusas (no podía ser de otra manera, al basarse en nuestra percepción de la amalgama de 
varios parámetros que varían de forma continua, casi todos los del rostro de una persona), 
pero eso no las hace menos válidas, reales, o usadas. La comparación con la clasificación 
angélica es falaz, pues esta es inexistente (en el mundo real) no por ser difusa, sino por 
estar basada en entes jamás observados:  únicamente se puede definir porque a un elemento 
jamás observado se le puede atribuir una propiedad sin que se pueda demostrar su falsedad, 
y en este caso podemos decir que es una clasificación inexistente (en el mundo real) pero 
factible (no es lógicamente contradictoria porque no hay hechos que la contradigan). Lo 
mismo ocurre con la clasificación de los extraterrestres.

*Lo de llamarle "raza" a la propiedad es poco acertado porque, efectivamente, la 
diferencia que somos capaces de percibir para realizar esta clasificación no tiene 
suficiente variación genotípica como para justificar la aplicación del concepto biológico 
de raza (de la misma forma que somos capaces de distinguir hombres y mujeres sin que ello 
justifique su pertenencia a especies diferentes). Sin embargo, no es la primera vez ni 
será la última que la sociedad se apropia del vocabulario científico para denominar algún 
concepto más o menos similar a uno más técnico y riguroso, con divergencias más o menos 
recalcitrantes (por ejemplo, ahí tenemos el uso de "dirección" en las normas de tráfico 
para lo que los físicos denominan "sentido", dejando la dirección para otra cosa). Esta 
realidad es general independientemente de quién usara el término "raza" por primera vez, 
bajo qué ideología y con qué fines lo hiciera: hoy en día se usa de forma extendida y sin 
prejuicio ideológico, aunque claro está, algunas personas sí lo utilizan para justificar 
sus ideas aberrantes, pero en esta lista no somos tan inocentes como para creer que tienen 
esas ideas debido a las letras que forman la palabra "raza", y que si las llamáramos de 
forma común "etnias", entonces su racismo desaparecería (no me vengáis con que 
desaparecería porque sería "etnismo" :P). Son las ideas las que forman las palabras y no 
las palabras las que forman las ideas, ¿estamos o no estamos de acuerdo en que la tesis de 
Shapir-Wolf ha sido suficientemente desmontada? En acuerdo con lo anterior, yo sugiero no 
tratar de cambiar sea como sea la lengua imperante, cosa que se puede abordar pero 
difícilmente lograr, sino sencillamente aceptar la acepción de "raza" dentro de la palabra 
raza como una más, sin polémicas, y enseñar claramente la diferencia entre el término 
biológico y el "social" o cultural en el ámbito educativo correspondiente; es más, esta 
"casualidad" puede servir de punto de apoyo para dejar clara esta diferencia de forma 
interesante y así ayudar a la educación en valores.

Por último un apunte para la lista, porque la veo algo falta de forma: Si cuando tocamos 
temas sensibles para la sociedad, saltamos con la vena emotiva en lugar de razonar 
friamente, entonces no estamos siendo más escépticos que el ciudadano medio. En mi opinión 
lo difícil de ser escéptico es precisamente ser capaz de sobreponerse a los impulsos y 
analizar la situación de forma objetiva cuando el asunto a tratar es particularmente 
emocional o peliagudo. Lo de razonar de forma crítica cuando no hay nada en juego ya lo 
hace el común de los mortales.

¡Un saludo! Jose Brox 



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