Re[2]: [escepticos] Ética y heroína
jmbello
jmbello en mundo-r.com
Lun Sep 10 19:41:09 WEST 2007
Hello Yamato,
Monday, September 10, 2007, 7:32:41 PM, you wrote:
Y> Ojo, que el secreto profesional no es un secreto de confesión ni nada
Y> por el estilo. Ángel Arnal citaba el caso de los protocolos de
Y> comunicación a la autoridad judicial de posibles malos tratos, que es un
Y> buen ejemplo de limitación del secreto profesional.
Y> No sé si existirá algún protocolo previsto para estos casos, pero
Y> asumiendo que la toxicomanía del piloto pueda suponer un peligro para
Y> los pasajeros, creo que si no da parte a la autoridad judicial el médico
Y> podría incluso incurrir en el delito de omisión del deber de impedir
Y> determinados delitos (artículo 450 del Código Penal).
Pero no discutíamos (o al menos yo no discutía) la comunicación a la
autoridad judicial (con la cual el secreto sigue estando guardado,
según apuntó creo que el mismo Ángel, además de no salirse de la
esfera de los poderes públicos o de la función pública en general),
sino la denuncia directa a la empresa, que es lo que se proponía en
algunos mensajes.
Por otra parte, creo que se están dando demasiadas cosas por sentadas.
Lo planteas bien: "asumiendo que la toxicomanía del piloto pueda
suponer un peligro para los pasajeros". No creo que debamos asumirlo
sin ver. Por lo poco (o mucho, a saber) que conozco por la vida misma,
hay toxicómanos silenciosos que pueden llevar una vida perfectamente
normal sin que año tras año nadie sospeche ni siquiera de tal
toxicomanía. De heroína hablo, claro; porque de otras historias como
la cocaína, mejor ni hablamos. O del alcohol. Alguna vez leí o me
contaron que los pilotos tenían prohibido beber alcohol en las doce
horas anteriores a pilotar. Me parece de coña: una buena trompa doce
horas antes, y las condiciones del despertar de la resaca deben ser
finas...
En el caso concreto del que hablamos, creo haber leído en el mensaje
de Català que el piloto es toxicómano desde hace años. Si ha
desarrollado su vida profesional con normalidad hasta ahora, con toda
su toxicomanía, ¿qué nos autoriza a suponer que su comportamiento va a
ser más peligroso bajo vigilancia y tratamiento médico? Más bien da la
impresión de que es un señor con capacidades de autocontrol, que sabe
dosificar su adicción en los momentos en que puede hacerlo.
Resumiendo:
1) La drogadicción es una enfermedad y ese piloto es un enfermo.
2) Es un enfermo que se ha controlado hasta ahora en su ejercicio
profesional.
3) Es un enfermo que quiere curarse, dado que ha acudido al Centro de
Desintoxicación de la Seguridad Social.
4) Cabe suponer en consecuencia que es un paciente recuperable,
"sanable" (no sé si con medicamentos, jejeje).
5) Si durante su tratamiento de recuperación el médico estima que no
está en condiciones de realizar con garantías su ejercicio
profesional, procede darlo de baja médica hasta su curación (el médico
"desintoxicador" puede hablar con el de cabecera para plantear de
común acuerdo la estrategia a seguir, si es el caso).
6) Si el enfermo se niega a aceptar la situación de baja laboral, y a
juicio del médico puede derivarse peligro, procede dar parte del caso
a la autoridad judicial.
7) En ningún caso, a mi juicio, procede que el médico tome la
iniciativa de denunciar la toxicomanía ante la empresa para la que
trabaja el piloto.
Más o menos, por ahí van los (mis) tiros. Creo que no estamos en
desacuerdo, al menos profundo. Como ves, no me niego para nada al
recurso a la autoridad judicial. Pero me parece deseable resolver el
caso por las buenas, entre médico y paciente, como cualquier otra
enfermedad, sin recurso a autoridad alguna. Si no funciona, qué
remedio. Pero nunca a la empresa, que no es autoridad de ningún tipo.
Eso, si hay que hacerlo, que lo haga el juez, que lo hará conforme a
leyes y procedimientos previos, no conforme a sus concepciones morales
particulares (puestos a pedir...).
Y> Anda, ¿pero de verdad hay alguien que confiese que es culpable, aunque
Y> sea a su abogado? ;-)
Hombre, estábamos hablando en teoría...
Y> Va una batallita:
Y> "¿Quiere una? Dígame de qué marca la quiere, que yo se la regalo".
A mí me "regalaron" la mía en una ocasión. Alumnos. Se enteraron de
que me habían robado la radio, me preguntaron cómo era, y al día
siguiente la tenía encima de la mesa al entrar a dar la clase.
En otra ocasión me atracaron tres tipos a punta de navaja en un
callejón. Cuando en medio del susto ya empezaba a buscar la cartera,
oigo una voz: "¡A éste no, que es un tío legal!". Era un exalumno.
Murió en una pelea callejera, de navaja, unos meses después.
Es todo un mundo.
Saludos
JM
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