[escepticos] Leones en el Oeste americano

Antonio Rodríguez Sierra antonio.r.sierra en gmail.com
Sab Sep 8 19:43:36 WEST 2007


No sé, me ha llamado la atención...

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Leones en el Oeste americano

05/09/2007
Internacional | Leones, elefantes, jirafas... Los grandes animales 
africanos que sobreviven fuera de las reservas que hacen las delicias de 
los turistas están desde hace 15 años en grave declive, han comprobado 
investigadores europeos y estadounidenses que trabajan en África. Y, 
recientemente, estos investigadores han recopilado datos alarmantes 
sobre la pérdida de especies también dentro de muchos de los grandes 
parques nacionales.

Tim Caro y Paul Scholte advierten en la revista African Journal of 
Ecology de este mes que se constata un declive espectacular de una 
especie muy indicativa, los antílopes, en los parques nacionales de 
países como Ghana, Kenia y Tanzania. También en la Reserva Nacional 
Masai Mara (Kenia) se ha comprobado un colapso de las poblaciones de 
herbívoros, como el búfalo y la jirafa. La causa más importante es la 
acción directa o indirecta del hombre, seguida en algunos casos por la 
sequía.

Las presiones a que están sometidas las poblaciones de grandes animales 
en África es sólo una de las razones que esgrimen un grupo de ecólogos y 
conservacionistas de Estados Unidos para promover una operación a largo 
plazo, sobre bases científicas: la reintroducción en el centro del país 
de la megafauna (grandes vertebrados) extinguida en el continente 
norteamericano hace 13.000 años (al final del Pleistoceno) por medio de 
sus parientes de otros continentes. Esta iniciativa, llamada Pleistocene 
rewilding (que se podría traducir por repoblación salvaje del 
Pleistoceno), planteada por primera vez en 2005, está atrayendo mucha 
atención, y también muchas críticas, pero sus promotores defienden bien 
la propuesta, que han detallado en las revistas The American Naturalist 
y Scientific American. Empezarían la reintroducción con las tortugas 
gigantes y los caballos salvajes, para seguir con camélidos y guepardos 
y, finalmente, leones y elefantes.

Como sucede hoy en África y en Asia la megafauna tuvo un papel ecológico 
clave en la conservación de los ecosistemas, a través de la predación y 
el pasto, aseguran C. Josh Donlan, de la Universidad de Cornell, y sus 
compañeros en la iniciativa. Lo que plantean no son parques zoológicos, 
más o menos grandes, sino experimentos ecológicos diseñados 
cuidadosamente para conocer y quizás reponer procesos naturales de los 
ecosistemas norteamericanos que existieron durante miles de años hasta 
que hace 13.000 años desaparecieron, seguramente por el influjo humano. 
Según el ecólogo Paul Martin, la caza excesiva por parte de los nuevos 
pobladores, que entraron por el estrecho de Bering, provocó la extinción.

Fuera cual fuera la causa, el hecho es que el continente norteamericano 
se quedó sin el 75 por ciento de los grandes mamíferos (los que pesan 
más de 45 kilogramos) y había muchos. Había perezosos gigantes, lobos, 
osos, tigres diente de sable, jaguares, guepardos, pumas, cuatro 
especies de mamut, otras tantas de caballos y asnos, camellos, llamas, y 
gran número de ciervos y antílopes, además de bueyes y bisontes.

Las mismas especies o semejantes están disponibles ahora, en África, en 
Asia o en los propios zoológicos estadounidenses, recuerdan Donlan y sus 
compañeros. El león y el guepardo son los mismos; los elefantes actuales 
sustituirían a los mamuts, y los camellos bactrianos al Camelops hesternus.

Pero, dejando aparte los detalles, lo que estos especialistas quieren 
plantear es un cambio radical en la estrategia mundial de conservación, 
pasando del objetivo de limitar la extinción de las especies a la 
restauración activa de los procesos naturales. Harán falta acciones 
osadas, más que seguir como siempre, si queremos revertir los efectos 
negativos de la actividad humana , asegura Dohlan, quien se muestra 
tajante: Desde que la biología de la conservación emergió como 
disciplina científica hace más de tres décadas, ha sido sobre todo un 
trabajo marcado por el pesimismo y el fracaso, una lucha para conseguir 
sólo retrasar la pérdida de biodiversidad .

En EE UU hay grandes extensiones muy poco pobladas, en el centro y 
suroeste, que permitirían, convenientemente cercadas, iniciar los 
experimentos. Éstos, a su vez, atraerían el turismo y, con él, el 
desarrollo económico de las comunidades cercanas. Y se salvarían 
especies que ahora están en peligro en sus hábitats naturales, como el 
camello bactriano del desierto del Gobi. El tema, importantísimo, de si 
estos animales podría vivir en el clima actual de esas áreas, se deja 
para estudiarlo en cada caso.

El paleontólogo español Jorge Morales cree que la propuesta no es tan 
disparatada como pudiera parecer en principio. Desde luego, en general y 
en España en particular, no tendría sentido, lo que hay que hacer es 
conservar las áreas naturales, pero Norteamérica es un continente, con 
muchas áreas vírgenes controlables , explica. No sería una locura 
intentar reconstruir un ecosistema original que se mantenga y que tenga 
grandes carnívoros y proboscídeos . Morales recuerda que allí hay muy 
buenos investigadores, muchos recursos, y excelentes centros de 
conservación de la fauna. Si sirve para conservar la fauna actual en 
peligro de extinción, muy bien, pero si hay que ir reponiendo la fauna, 
como sucede en los parques zoológicos actuales, no tiene sentido .

Fuente: EL PAÍS

http://www.ambientum.com/boletino/detalle.asp?noticia=37780&cat=Flora
-- 
Antonio Rodríguez Sierra.
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