Re: [escepticos] Nace la "Iglesia del Cambio Climático"
jmbello
jmbello en mundo-r.com
Lun Oct 15 02:48:18 WEST 2007
Hello Josep,
Sunday, October 14, 2007, 4:07:32 PM, you wrote:
JC> Intuyo -por intuir que no quede- que a muchos les vendrá
JC> ahora la luz, tras la parafernalia propagandistica puesta en
JC> marcha por el ex-vicepresidente de los EEUU, que tan
JC> poco hizo (por no decir nada) para que el Senado de sus
JC> amores tomara en consideración lo de Kioto.
Si te digo la verdad, no seguí en su momento los pormenores de lo de
Kioto, y no tengo ni idea de lo que hizo Gore ni de lo que dejó de
hacer. Pero me picaste la curiosidad, y me encuentro con cosas como
ésta (de hace diez años), en la que da la impresión de que Gore lleva
mucho tiempo a vueltas con el asunto. Parece que lo que decía Akin no
iba desencaminado:
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SOCIEDAD
Martes, 9 de diciembre de 1997
Gore, contra las empresas que contaminan
EEUU «flexibiliza» su postura para salvar la Cumbre de Kioto
ANA ROMERO
ENVIADA ESPECIAL
KIOTO.- Con la vista puesta en el 2000, Al Gore inició ayer en Kioto
su carrera hacia la Casa Blanca. El vicepresidente de EEUU irrumpió en
la conferencia de la ONU sobre el clima con un discurso lleno de
buenas intenciones. Tras él, anunció que EEUU flexibilizará su postura
para salvar la cumbre.
Gore denunció, como nadie había hecho hasta ahora en esta histórica
reunión de 159 países, la hipocresía de aquellos que cuestionan las
devastadoras consecuencias que la emisión de gases de efecto
invernadero tienen ya sobre la Tierra.
«Todos nosotros tenemos que rechazar el consejo de los que nos piden
que creamos que no hay ningún problema. Conocemos su argumento; se lo
hemos oído a otros como ellos a lo largo de la historia», señaló Gore
en clara referencia a los poderosos grupos de presión industriales,
que rechazan los informes del panel científico de la ONU que en 1988
encendió la alarma sobre los peligros del calentamiento planetario.
«Por ejemplo, recordamos a los portavoces de las compañías de tabaco
en mi país que insistieron durante tanto tiempo que fumar no hacía
daño. A aquellos que buscan ofuscar y obstruir, les diremos: no os
vamos a permitir que pongáis estrechos intereses especiales por encima
de los intereses de toda la Humanidad».
Sin embargo, Gore no fue capaz de formular la oferta que todos,
especialmente los países de la Unión Europea, esperaban en Kioto: una
propuesta firme para reducir los gases de efecto invernadero por
debajo de los niveles de 1990 antes del 2012. Su intervención se quedó
en eso, en bellas y motivantes palabras. «Nuestro reto fundamental
consiste ahora en descubrir si podemos variar los comportamientos que
están provocando el problema», señaló ante el plenario de la
conferencia pocas horas después de aterrizar en la oscura y húmeda
madrugada del aeropuerto de Osaka. «Para hacerlo se necesita humildad,
porque las raíces espirituales de esta crisis son el orgullo y el
fracaso en entender y respetar nuestras conexiones con la Tierra de
Dios y entre nosotros».
LAS CRITICAS.- Su labor no fue nada fácil. La presencia de Gore en la
aparentemente inofensiva Cumbre del Clima supone para él un enorme
riesgo político. Jene Robinson, miembro del Edison Electrical
Institute, uno de los 800 poderosos grupos de presió norteamericanos
representados en Kioto, estaba furioso después de oír su discurso. «Es
un irresponsable. Y además nos ha hecho trampa», señaló Robinson a
este periódico. Robinson se mostró especialmente irritado con la
comparación establecida por el vicepresidente con los fabricantes de
tabaco. «Si hay algo que entienden bien los norteamericanos, es el mal
que hace fumar», agregó.
De ahí que Gore no tuviera más remedio que deslizar en su intervención
las condiciones de Estados Unidos para firmar el Protocolo de Kioto. A
todas ellas se opone la Unión Europea: que Estados Unidos sólo
empezará a reducir las emisiones por debajo de los niveles del 90
dentro de 15 años (la UE quiere hacerlo ya); que se incluyan seis
gases (los Quince proponen sólo tres) y los sumideros (lugares que
absorben el CO, como bosques y océanos). La UE se opone porque cree
que no existe suficiente evidencia científica sobre el poder reductor
de los sinks; el canjeo de emisiones (emissions trading, que los ricos
puedan intercambiar emisiones con los pobres. La UE piensa que hay que
empezar por la propia casa; puesta en funcionamiento conjunta: ricos y
pobres a la vez. Europa prefiere que sean los desarrollados los que
empiecen las reducciones.
EL ACERCAMIENTO.- El mayor paso lo dio Gore con un comentario fuera de
discurso, cuando dijo que acababa de hablar con el presidente Clinton
y que éste le había transmitido su deseo de que la delegación
norteamericana en Kioto siguiera negociando con una «nueva
flexibilidad».
Pero los desencuentros irresueltos tras una semana de negociación
técnica y perpetuados por su discurso apenas un día antes de la firma
del Protocolo, no restaron a Gore el proverbial optimismo
norteamericano, clave de su victoria junto a Bill Clinton en 1992. «He
venido a Kioto convencido de que podemos triunfar. Creo que sólo el
hecho de estar aquí supone ya una victoria de sustancia y de
espíritu», afirmó.
«Sigamos insistiendo. Decidamos comportarnos de modo que los hijos de
nuestros hijos, cuando lean sobre el espíritu de Kioto, recuerden el
lugar y el momento en que la Humanidad decidió, por primera vez,
embarcarse en una relación sostenible a largo plazo entre nuestra
civilización y el ambiente de la Tierra», concluyó.
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Cinco años desde la «Tierra en Equilibrio»
ANA ROMERO
ENVIADA ESPECIAL
KIOTO.- Uno de los principales artífices de la Cumbre de Kioto es
precisamente el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore,
vilipendiado ahora por tener que defender la poco generosa postura de
su país.
En 1992, Gore definió el calentamiento global como «la más seria
amenaza a la que nos hemos enfrentado nunca». Lo hizo en su libro
Earth in the Balance (Tierra en Equilibrio), un best-seller que lo
consagró como abanderado mundial del medioambiente.
En él, Gore defendía que la «salvación del medioambiente» había de ser
«el principio organizativo central de la civilización».
Ayer, los grupos ecologistas reunidos en Kioto no cejaban en sus
críticas. Greenpeace encontró una original forma de comunicar a la
delegación norteamericana su reacción al discurso de Gore: repartiendo
una pequeña botella de agua derretida de la Antártida, recolectada en
la península de Larsen.
«Al Gore, corta el rollo o le llegará al pingüino» (Al Gore, cut the
hot air or the penguin gets it)», rezaba la etiqueta que acompañaba al
frasco.
Las dos grandes ONG medioambientales, el Fondo Mundial para la
Naturaleza (WWF) y Greenpeace, criticaron que Gore se limitara a
«reiterar la posición norteamericana» sin adelantar nuevos objetivos
de reducción.
A los empresarios, por motivos bien distintos, tampoco les gustó el
discurso de Gore. Miembros de la Coalición Global del Clima (CGC), que
agrupa a empresarios del carbón, el petróleo y el automóvil, se
declararon «inquietos de que el vicepresidente norteamericano haya
evocado un programa para sacar las conversaciones del punto muerto,
con un acuerdo que iría más allá de las intenciones anunciadas por
Clinton».
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Saludos
JM
PS: La fuente, http://www.elmundo.es/1997/12/09/sociedad/09N0001.html
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