RE: [escepticos] Sobre el origen no biológico del petróleo

Rodolfo del Moral rodolfo en at3w.com
Sab Jun 16 17:10:27 WEST 2007


Hola, yo tampoco sé del tema, pero hay varias cosas que me chirrian:

- El tema del C-13. Que yo sepa se asimila igual, porque químicamente (en
sus enlaces) no es distinguible, y forma algo más del 1% del carbono estable
de la tierra, por lo que es lógico encontrar esa proporción de C-13 en
cualquier sustancia (igual que se asimila el C-14 y se utiliza para datar ya
que al ser radiactivo, una vez fallecido el animalito o planta, empieza a
"desproporcionarse" en C-14 respecto al ambiente).

- La falacia de decir que hay mucho petróleo para que lo produzcan los
animalitos. No es por nada, pero sólo pensar la cantidad de alcohol que se
extrae en Brasil para alimentar sus coches con caña. Y eso son cosechas
anuales. Imagina cientos de millones de años de cosechas de fitoplancton que
van muriendo...

- Ese oscuro tema del helio. Ciertamente se crea por procesos radiactivos,
que no son sólo a profundidad, sino en todas partes, pero los que se liberan
a la atmósfera acaban escapando, porque el helio es lo suficientemente
ligero como para escapar. Así que sólo accedemos a las bolsas atrapadas en
roca suficientemente impermeable, que es lógico que también atrape a gas
natural en el mismo lugar, pero vamos, lo mismo meto mucho la pata.

- Pero sobre todo, faltan referencias. Esos pozos que se rellenan solos y
algunas otras cosas suenan francamente raras sin referencias.

 Un saludo,

                                 Rodolfo del Moral

-----Mensaje original-----
De: escepticos-bounces en dis.ulpgc.es [mailto:escepticos-bounces en dis.ulpgc.es]
En nombre de Dasmandr
Enviado el: sábado, 16 de junio de 2007 15:09
Para: Lista Escépticos
Asunto:  [escepticos] Sobre el origen no biológico del petróleo

Generalmente no tengo idea de casi nada, pero de esto mucho menos. Por
eso lo remito, a ver si consigo enterarme de algo, ya que el artículo
me ha dejado flipando.

¿Hay algún dato que me haya perdido?


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http://www.alpoma.net/tecob/?p=734

Sobre el origen no biológico del petróleo
By alpoma on Geo

Antes de pasar a describir las ideas que plantean un posible origen no
biológico del petróleo, auténticas herejías de la geología de hoy día,
lo más lógico será hacer una visita a la teoría más aceptada, esto es,
la que postula un origen biológico del oro negro. Básicamente, en lo
que se refiere al origen del petróleo y el gas natural, hay dos puntos
de vista contrapuestos. Por un lado está la teoría biogénica, la
"oficialmente" aceptada. Por otro, la teoría abiogénica, minoritaria
pero… ¡fascinante!

¿Por qué sería importante que la realidad se inclinara por una u otra
solución? Muy sencillo, si resultara que tanto el petróleo como el gas
natural son de origen abiogénico, seguramente existan reservas de
tales combustibles no descubiertas y en cantidades inimaginables.

Hace poco, repasando por encima algunas publicaciones de finales de
los setenta, he vuelto a comprobar que existen miedos globales que
parecen agruparse por épocas. A mediados de los ochenta, a poco que se
repasen en las hemerotecas los papeles de la época, el terror tenía
forma de misiles intercontinentales. En las revistas de los setenta,
en cambio, era el fin del petróleo la fuente del miedo global. Se
afirmaba, en medio de supuestos sesudos análisis, que para finales de
los años noventa casi no quedaría gota de oro negro con el que
alimentar a la sedienta sociedad industrializada. De ahí que no
extrañe el éxito de Mad Max pocos años más tarde, los ambientes
apocalípticos sedientos de petróleo eran un elemento más de la moda de
aquellos tiempos. Ahora, cuando se conocen reservas de petróleo
inmensas y escasamente exploradas, pocos se acuerdan de aquellos
miedos, el horizonte de la sequía de piedra combustible se ha alejado
aproximadamente un siglo hacia el futuro. ¿Y si en realidad el
petróleo no fuera aquello que se pensó?

Los hidrocarburos líquidos y gaseosos procederían, según la teoría más
ampliamente aceptada, de la materia orgánica depositada en procesos de
sedimentación por diversos fenómenos geológicos. Con el paso del
tiempo, lo que anteriormente fueron organismos vivos como los
planctónicos, quedan atrapados en el interior de la corteza terrestre
y comienzan a "madurar". El aumento de temperatura producido por la
profundidad gracias al gradiente geotérmico, además de otras fuentes
de calor locales, hacen que se alcancen temperaturas que, aunque
moderadas, facilitarían la transformación de la materia orgánica
original en preciados hidrocarburos. Al principio, bacterias
anaerobias son las encargadas de poner en marcha el proceso, pero con
la profundidad desaparecen, pasando a ser la temperatura el agente
"catalizador" cuanto más se desciende, desarrollándose un largo
proceso de destilación de la materia original para dar lugar a
petróleo y gas natural. Los expertos han desarrollado esta teoría de
manera bastante detallada, diferenciando tres etapas en el proceso en
función de la temperatura1.

Bien, parece algo plausible, pero hay lagunas en el proceso que
originan preguntas sin respuesta hasta la fecha. Por este motivo,
diversos geólogos durante el siglo XX se han planteado alternativas a
la corriente mayoritaria. En la extinta Unión Soviética surgieron
varias nuevas teorías que enfocaron el problema desde otro punto de
vista muy distinto. Entre los pioneros de la abiogénesis del petróleo,
el gas natural y hasta el carbón, se encontraba Nikolai Alexandrovitch
Kudryavtsev quien, junto con muchos otros compatriotas, estudió en
profundidad el petróleo que se extraía de diversas partes de Asia,
llegando a la conclusión de que había muchos datos que no encajaban
con la teoría biogénica. En efecto, si con audacia se pensaba en una
alternativa no biológica, podrían solventarse muchos de aquellos
enigmas que no podían encajarse en el modelo teórico mayoritario.
Posiblemente el ser soviéticos influyó en la cuestión, tanto por
desmarcarse voluntariamente de la ciencia occidental como, también, en
ser considerados por los investigadores del oeste como poco más que
charlatanes.

La cuestión no levantó el vuelo hasta que apareció en escena un
astrofísico llamado Thomas Gold, de la Universidad de Cornell. Hay
quien le acusó de plagio, sobre todo porque al principio de su
"ataque" contra la teoría biogénica no parecía citar autores
soviéticos, pero no se puede negar que Golg ha sido el más conocido y
quien más tiempo ha dedicado a escudriñar en los entresijos de la
teoría abiogénica en occidente. El "escándalo" de Gold nació cuando
publicó un libro en el que explicaba con detalle los problemas de las
teorías biológicas y cómo podía plantearse una alternativa novedosa2.

¿En qué consiste el enfoque de Gold que, por otra parte, es similar a
otras teorías abiogénicas? Basicamente, esta teoría plantea que los
compuestos orgánicos, presentes en el Sistema Solar desde su formación
–cosa que está recibiendo cada vez más respaldo gracias al
descubrimiento de moléculas orgánicas en un gran número de lugares del
cosmos– también estuvieron presentes en la formación de nuestro
planeta, siendo estos compuestos los que han originado el gas natural
y el petróleo. Según Gold, existirían gigantescas bolsas de
hidrocarburos en el interior de la Tierra, a gran profundidad.
Estarían ahí desde la formación de nuestro planeta y, por tanto, no
sería biológico su origen. El petróleo y el gas que actualmente se
extrae, diríase a flor de piel si se compara con las enormes
profundidades a las que estaría el "mar" de petróleo del que Gold
hablaba, no serían más que pequeños "charcos" que estarían alimentados
por el petróleo o el gas bombeados desde las profundidades a través de
materiales porosos.

Se han descubierto compuestos orgánicos en asteroides, en Marte, en
Titan, en el mismísimo Júpiter, en Saturno, Urano, Neptuno. Por
ejemplo, el metano, ha sido registrado de forma persistente en lugares
donde no "debiera" estar. ¿Acaso será también de origen biológico? Muy
improbable, por no decir que imposible. Sugiere Gold que se trata de
compuestos que están ahí desde mucho antes de que la vida floreciera
en la Tierra. Pero, como si de un moderno Wegener se tratara, el
astrofísico de Cornell trató de encontrar pruebas físicas que probaran
la veracidad de su teoría. El tiempo dirá si hay algo de cierto en
ello, pero se trata de algo intrigante, sobre todo porque la teoría
biogénica no parece explicar algunos asuntos clave.

Gold plantea en su libro y en sus artículos que los yacimientos de
petróleo explotados actualmente están asociados a estructuras
geológicas que guardan similitudes entre sí y que se relacionan con
otras estructuras mucho más profundas. Ahora bien, si la vida se ha
distribuido a lo largo de todo el planeta, ¿porqué los organismos que
originaron el petróleo parecen haber tenido "predilección" por esos
lugares y no otros? Así, la distribución geográfica de los yacimientos
de petróleo no parece relacionada con la ubicuidad de la vida en la
Tierra. Es más, hay un problema que llama especialmente la atención,
se trata de la composición del petróleo. En un campo petrolífero, al
tomar muestras de petróleo más superficial y otras más profundas, no
se suele hallar una variación en su composición que sea considerada
importante. Esto es curioso, es como si todo el petróleo se hubiera
formado "a la vez", algo que no casa con los diversos fósiles
aparecidos en los estratos atravesados por la "bolsa", relacionados
cada uno de ellos con su época geológica correspondiente. Por otra
parte, la excesiva similitud química del petróleo extraído de lugares
geográficamente muy alejados ofrece también motivos para una seria
reflexión.

Por otra parte, ¿alquien se ha detenido a pensar qué cantidad de
materia orgánica –léase cantidad de seres vivos– habría hecho falta
para generar las inmensas cantidades de petróleo y gas registradas
hasta la fecha? Los organismos planctónicos están compuestos, en su
mayoría y como le sucede a la mayor parte de los seres vivos, de agua.
No cuadran las cifras, porque la biomasa necesaria para generar el
petróleo y el gas extraído y el de las reservas conocidas sería tan
gigantesca que es difícil pensar en un océano capaz de albergarla. Es
más, hay algo que ha desconcertado a muchos geólogos expertos en
petróleo desde hace decadas. La imagen típica del yacimiento, la bolsa
o "lugar" en el que habita el preciado oro negro es la de un espacio
que, con el tiempo, se vacía gracias a los procesos de extracción.
Curiosamente, en muchos de los yacimientos de Oriente Medio, Asia o
los Estados Unidos, yacimientos que, desde hace mucho, tendrían que
estar "agotados" –haciendo caso a los cálculos iniciales– siguen
aportando petróleo sin problemas, como si se rellenaran una y otra
vez, sin descanso. A esto, Gold respondió con sencillez: las inmensas
reservas de hidrocarburos presentes en áreas muy profundas de la
Tierra nutren gracias a la presión y a las grietas o rocas permeables
a esas reservas de "superficie".

La cantidad de detalles técnicos proporcionados por Gold acerca del
petróleo y el gas natural, sobre todo desde el punto de vista de su
uniformidad quimica y otras peculiaridades de su composición, son lo
bastante numerosas y consistentes como para, al menos, tomarlas en
cuenta. Por ejemplo, hay algo que llama especialmente la atención. El
petróleo, en teoría, procede de organismos vivos que utilizaban
mecanismos energéticos que guardarían parecido con los utilizados por
los vegetales actuales. Se sabe que las plantas asimilan
preferentemente dióxido de carbono que contiene el isótopo C12 y, en
cambio, no asimilan aquellas moléculas que contienen C13, que aparece
en ínfimas cantidades en la naturaleza. Vale, ¿y esto qué nos dice?
Muy sencillo, los preciados hidrocarburos, como los del petróleo, no
tendrían que contener C13. ¿Los análisis qué dicen? Sencillo, aparecen
los dos tipos de isótopos, en la misma proporción descubierta en rocas
terrestres que contienen carbono, esto es, de origen no biológico.

Por otra parte, hay más asuntos que no cuadran. ¿Qué empresas son unas
de las mayores productoras de helio comercial del mundo? Para decirlo
de otro modo, el helio ¿dónde se "fabrica"? Se puede extraer del aire,
donde aparece en pequeñísimas cantidades, utilizándose tecnologías
para licuarlo por medio de bajas temperaturas y el uso adecuado de la
presión. Pero no, la mayor parte del helio es comercializado por
empresas petrolíferas y de gas natural porque en los yacimientos de
combustibles "fósiles" aparece en grandes cantidades. ¿Y eso por qué
será? El helio, como gas noble inerte, no forma parte de ninguna
reacción química biológica conocida, pero sí está presente en el
cosmos en grandes cantidades y, en la Tierra, es originado en cadenas
de desintegración radiactica, como la del uranio, presentes a grandes
profundidades, muy por debajo de los actuales yacimientos
petrolíferos. El helio, compañero inseparable del petróleo y el gas
natural nos parece indicar algo, a saber, que este gas inerte ha sido
transportado desde las grandes profundidades en las que estarían los
supuestos e inmensos reservorios de hidrocarburos propuestos por Gold
hacia los yacimientos más superficiales, a través de rocas permeables
o grietas, a merced de la presión.

Los críticos suelen afirmar que las elevadas temperaturas que están
presentes en las áreas muy profundas que Gold ha descrito como "hogar"
del petróleo, son demasiado elevadas como para que éste se mantuviera
estable. Diversos cálculos, sin embargo, apuntan a que la presión
elevada de esas áreas serviría como agente "estabilizador" capaz de
neutralizar, al menos en parte, la capacidad de la temperatura elevada
para descomponer los hidrocarburos "primigenios". Por si esto fuera
poco, otros análisis indican que diamantes formados en áreas profundas
contienen moléculas de hidrocarburos atrapadas en espacios
intersticiales microscópicos.

La teoría biogénica parece que guarda en su seno problemas de difícil
solución. ¿Será la teoría abiogénica la solución? Puede que haya que
plantearse alternativas a medio camino, pues la presencia confirmada
de organismos vivos a profundidades y temperaturas, presiones o
ambientes químicos en los que anteriormente se hubiera afirmado que
era imposible la vida –los extremófilos– puede aportar algún elemento
nuevo en el debate. Pudiera ser que, en realidad, haya inmensos
océanos de hidrocarburos a cientos de kilómetros bajo nuestros pies,
esperando ahí, pacientes, a ser descubiertos y, claro está,
explotados. De momento, suceda lo que suceda, lo que sí está claro es
que, a pesar de lo que los agoreros llevan afirmando décadas, las
reservas potenciales de petróleo conocidas no han hecho más que crecer
en los últimos años.
___________
1 A estas etapas se las denomia diagénesis, catagénesis y metagénesis,
partiendo la primera desde la sedimentación de la materia orgánica,
con temperatura ambiental, hasta unos 650 grados centígrados. La
siguiente fase abarca desde los 650 a 1500 grados centígrados y,
finalmente, en la metagénesis pueden alcanzarse los 2000 grados.
2 El libro, titulado The Deep Hot Biosphere, fue publicado por
Copernicus Books en 1999. ISBN 0-387-98546-8.




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