[escepticos] Clásicos contra jazzeros (era: Fisiología de la audición)

[Francisco Mercader]

[José Ángel Morente]
Manque claro, aquí entramos en el terreno de lo subjetivo y de la 
deformación de cada cuál (mi deformación es evidentemente clásica),
 por lo que ahora puede venir Mercader y rebatir mi opinión, y 
difícilmente le quitaré la razón.


[M ercader]
No lucharé por tener razón porque, como bien dices, este terreno es 
totalmente subjetivo.  Pero daré mi subjetiva opinión: la Música 
empezó siendo 'popular' y no 'clásica' (me imagino a un tipo peludo 
haciendo vibrar por casualidad la cuerda de su arco, levantando una 
ceja al percibir el curioso ruidito y  yendo a repetir el  fenómeno 
ante el cazador más cercano. Eso debió de ser la primera 
interpretación musical. Muchos años o siglos después  algunos 
decidieron prepararse y practicar para tocar mejor y eso fue el primer 
conservatorio. Lo malo es que  algunos de ellos perdieron el sentido 
de la proporción  y dejaron que el 'oficio' se superpusiera 
excesivamente a lo que había de arte  en su actividad. Y no hablo por 
hablar:  en mis casi cuarenta años de músico comercial me he tropezado 
con legiones de buenos lectores de solfeo que cumplían muy bien su 
papel de artesanos de la música pero que no se enteraban  de lo que 
estaban tocando. Como ejemplo, el director del 'esbart dansaire' en el 
que yo toco el contrabajo,  es un correcto pianista que lee sus 
partituras a enorme velocidad pero que si ve dos bemoles en la 
armadura no es capaz de distinguir si estamos en si bemol o en sol 
menor, que son dos modos que comparten la misma fórmula.  Y es que eso 
no se puede  saber si no se dispone de cierta predisposición musical, 
que no es en absoluto necesaria para estudiar solfeo. O lo que ya he 
contado en alguna ocasión:  el surrealista  episodio del pianista de 
nuestra sala de fiestas que estuvo tocando una nota rarísima en su 
partitura  todas las noches hasta que fuimos a rascar  una cagada de 
mosca que el buen señor confundía con una semicorchea. Se trataba del 
director de la Banda Municipal de Almería. Eso es un episodio real que 
viví en los años sesenta.
De todo esto no se ha de desprender, por favor, que yo esté en contra 
de los músicos de formación clásica.  Me refiero a los que *sólo* 
tienen formación clásica pero nada de músicos, que son demasiados.  Es 
significativo que una mayoría de ellos se dedique a ser intérprete' de 
otros pero no a ser creadores. Ojalá todos los músicos que han 
contribuído a alegrarnos la vida  hubieran dispuesto de formación 
técnica suficiente.   Por eso miro con recelo a los intérpretes, ya se 
llamen Barenboim,  Rostropovich, Oistrakh, Menuhin o Yepes. Me resulta 
difícil saber si en lo que les oigo hay algo de ellos o todo es del 
compositor.  En cambio, el más humilde de los 
improvisadores/compositores  no nos puede engañar: da todo de sí  y en 
dos compases se ha retratado como quien se juega la vida sin red.
Saludos.
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Mis residuos mentales, en:
 http://www.telefonica.net/web/fmercaderr
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