Re: [escepticos] Concilio Ateo - Josep Catalá - Leo Bassi

[Juan Luis Aranda]

Yo, sin embargo, mucho más banal, le hubiera asegurado que nunca me había hecho falta rogar al "urinario del lugar" para poder "reingresar".

Saluton

P.S: el juego de palabras es penoso, pero seguro que en esos momentos solo se me ocurre eso.

--
Un saludo, como por ejemplo ¡adiós!

-----Original Message-----
From: Josep Català <jcatala en tecnopress.es>

Date: Tue, 11 Dec 2007 15:44:15 
To:Lista Escépticos <escepticos en dis.ulpgc.es>
Subject: Re: [escepticos] Concilio Ateo - Josep Catalá 
	- Leo Bassi


Eduardo Gallo ha escrito:

>Para Josép (mejor así? una españolización de un nombre catalan ;) :
>  
>

No sé lo que opinarán los lingüistas, pero  es ingenioso.  Y eso,
en estos momentos (de la sociedad),  vale un huevo.

>Estuviste en el concilio ateo? Viste a Leo Bassi? Qué tal fue?
>  
>

Incialmente estaba previsto que Bassi  representara en la
ex-capilla que nos acogió, su espectáculo "Revelación" (o
"La Revelación", que no sé bien ahora). El caso es que
en las negociaciomnes previas para que el Concilio se
pudiera celebrar en Toledo, los organizadores se vieron
obligados ("Haz concesiones pequeñas si no quieres hacer
una grande", que dijo, más o menos, Lenin) a prescindir
de la exposición de fotografias ("blasfemas y pornográficas"
al decir del cardenal Cañizares et al) de un autor que ahora
no recuerdo. Y, también, a la posibilidad de que Bassi
interpretara su obra.

Sí fué posible que esas fotografias se proyectaran, como
quien no quiere la cosa, durante algunas ponencias, en
el escenario... Y que Bassi ofreciera algo así como una hora
y cuarto de "Revelación". Incluyó todo lo que se refiere, en
la obra original, al papa de Roma, para que viéramos que no
era nada del otro jueves como para encrespar, como sucedió
en su momento, a fundamentalistas, falangistas (he escrito
bien: falangistas) y otros heterodoxos. Heterodoxos
del pensamiento lógico y racional, claro...

Yo es que quizás ya no me sorprenda nada, o casi nada. Pero
el espectáculo de Bassi  lo encontré bien, sin llegar a ser
nada que te empujara a levantarte y aplaudir. En realidad,
es una obra para que interprete un bufón, que es como él
quiere que se le llame (hablé como unos 10 minutos con él,
tras la representación). Básicamente, os lo recuerdo, es una
feroz e imaginativa crítica al creciente poder, no ya del papa
solamente, sino de las sectas evangelistas norteamericanas.
Leo Bassi, si bien es un perfecto ciudadano del mundo,
nació en los EEUU.

Lo que sí es de agradecer es que un tio (Bassi) sea capaz de
plantarse en un escenario y decir y hacer lo que hace, en un
país como España. Con amenaza de bomba (que fué
desactivada a tiempo) incluída, en Madrid. Además, para su
edad, se nota que hacer el "saltimbanqui" le agota mucho;
pero lo hace, con tal de dejar meridianamente claro lo que
piensa. Si podeis acudir a una de sus representaciones, vale
la pena. Sobre todo la escena del reparto de condones por
parte del papa, y la que recuerda cuando los israelíes
llevaban 40 años vagando por el desierto...

>Has podido apostatar sin problemas? (he creido entender que en algún lugar en el tiempo se te expulsó de la ICAR...)
>  
>

Si, pero no apostaté. Me da igual, porque mi relacióncon
la ICAR es nula; o sea que ni esfuerzo merece que comience
con el papeleo para apostatar.

Por razones muy largas de explicar, llegué a  presencia de
unos de los jueces eclesiásticos de Barcelona. Concretamente
del pope que, en su momento, casó (por la ICAR, of course)
a Jordi Pujol. Se trataba de "monseñor" Malaquias Zayas.
Mi "delito" (desde luego, nadie me obligó nunca a presentarme
ante tal Tribual, sino que fue por aquello de saber hasta dónde
iban a llegar...) fué que difundia, en donde solicitaban mi
presencia, "ideas peregrinas" (sic) sobre el amor humano. Por
supuesto contra la establecido por el Derecho Canónico
(procreación impulsada por la mano de dios, sobre todo).

Así que fuí condenado (¡oh, espanto!) a ser declarado fuera de
la ICAR, y a que, si arrependido de mis "tropelías" quería
"reingresar" (!) debía pedirlo con suma humildad al "ordinario
 del lugar" (sic), o sea al obispo. Mi comentario a esto del
"ordinario" encabritó aún más al juez, pero sin consecuencias
porque la sentencia ya estaba redactada. En efecto: el
"ordinario" en aquel momento era el carenal Jubany, bastante
amigo mio, que sabía cómo pensaba yo; al que yo habia sacado
de algún apuro terrenal, y que, sobre todo, era muy permisivo
con los sacerdotes conflictivos: el alcalde comunista de Santa
Coloma de Gramenet, la vida en pareja de Xirinacs, etcétera,
etcétera.

Pues bien: le dije a Malaquias Zayas qué cómo se atrevía
llamar "ordinario" a alguien tan respetable como el
arzobispo-cardenal Jubany. Se cabreó, claro. Cristianamente
pero se caberó. En fin, cosas del cargo, supongo...

Saludos.
Josep Català


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