<br><br><div><span class="gmail_quote">El día 22/09/06, <b class="gmail_sendername"><a href="mailto:david@puntoque.net">david@puntoque.net</a></b> <<a href="mailto:david@puntoque.net">david@puntoque.net</a>> escribió:
</span><blockquote class="gmail_quote" style="border-left: 1px solid rgb(204, 204, 204); margin: 0pt 0pt 0pt 0.8ex; padding-left: 1ex;">
<div bgcolor="#ffffff">
<div><font face="Arial" size="2">He leido tu explicación anterior, y desde luego que
da gusto andar por estos lares, oye¡ </font></div>
<div><font face="Arial" size="2">Lo preocupante, entonces, es que haya esa teoría
prediciendo que las letras sean causa y no que exista la teoría contraria. De
hecho, y hablando totalmente en serio, yo apostaría por lo contrario: Si un
chaval o una chavala gustan de la violencia gratuita les gustará jugar a pegarle
tiros al personal, si gustan de bailar irán a una discoteca, si les gusta follar
y no le ven reparos (y tienen ocasión, que la cosa suele andar mu má)
follarán... Y oirán música con letras alusivas. En el fondo no deja de ser la
cantinela de siempre: Quiero dirigir lo que puedes ver, oir o leer.</font></div>
<div> </div>
<div> </div></div></blockquote></div><br>El estudio está diseñado para intentar controlar todas esas variables y algunas más. Pero en el fondo, tienes razón, es una nueva versión de la polémica sobre si el control de contenidos televisivos, cinematográficos y demás sirve para algo o no. La teoría está ahí, la asociación parece que también, pero que yo sepa, lo que nadie ha estudiado aún es el resultado del control de contenidos.
<br><br>Saludos.<br>-- <br>Ramón Díaz-Alersi