<br><br><div><span class="gmail_quote">El día 26/07/06, <b class="gmail_sendername">Carlos Soler</b> <<a href="mailto:logos_11@yahoo.es">logos_11@yahoo.es</a>> escribió:</span><blockquote class="gmail_quote" style="border-left: 1px solid rgb(204, 204, 204); margin: 0pt 0pt 0pt 0.8ex; padding-left: 1ex;">
Hola Mr Reivaj,<br><br>Me pillas recién licenciado. No conozco la situación en todas las<br>facultades españolas, pero en la mía (Universidad Autónoma de<br>Barcelona, que cuenta con 4 hospitales docentes y es una de las que
<br>albergan más alumnos de España) el juramento se hace, pero no tiene por<br>qué ser, como tu dices, en los "términos arcaicos"; </blockquote></div><br>Pues a mi eso me pilla un poco más lejos, hace más de 25 años de mi licenciatura, aunque ya con una cierta formación en ética médica que no debo a la facultad (algunos inocentes despistados me llaman experto).
<br><br>El juramento hipocrático ha sido el resumen de la ética médica durante los últimos 2.500 años de historia, pero esto ha cambiado radicalmente en solo dos décadas. Su realización solo tiene un carácter simbólico y muchos de sus mandatos han sido convenientemente adaptados para que no rechinen en un mundo multicultural y donde prima la libertad individual sobre el paternalismo tradicional del médico. Así por ejemplo, este "Guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas. No
<br>practicaré, colaboraré, ni participaré en acto o maniobra alguna que<br>atente a los dictados de mi conciencia" decía originalmente: "A nadie que me pidiere mortífero veneno se lo daré; ni aconsejaré su uso; tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Pura y santamente viviré y ejerceré mi arte."
<br><br>Puede decirse que actualmente estos mandatos han sido sustituidos por los llamados 4 principios de la ética médica (bioética la llaman otros) de Beauchamps y Childress (no-maleficiencia, beneficiencia, autonomía y justicia), los cuales se basan a su vez en este párrafo "On Liberty" de Stuart Mill:
<br><br>"El único objeto que autoriza a los hombres, individual o colectivamente, a turbar la libertad de acción de cualquiera de sus semejantes es la propia defensa, la única razón legítima para usar la fuerza contra un miembro de una comunidad civilizada es la de impedirle perjudicar a otros; pero el bien de este individuo, sea físico, sea moral, no es razón suficiente. Ningún hombre puede ser obligado a actuar o abstenerse de hacerlo porque de esta actuación haya de derivarse un bien para él, porque ello ha de hacerlo más dichoso o porque, en opinión de los demás, hacerlo sea prudente o justo. Esta son buenas razones para discutir con él, convencerle o suplicarle pero no para obligarle si obra en forma diferente a nuestros deseos. Para que esta coacción fuese justificable, sería necesario que la conducta de este hombre tuviese por objeto el perjuicio de otro. Para aquello que no le atañe más que a él, su independencia es absoluta. Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su espíritu, el individuo es soberano".
<br><br>Hay un número monográfico sobre eutanasia que quizás te interese aquí:<br><br><a href="http://www.fundacionmhm.org/Numero1/edicionindice.html">http://www.fundacionmhm.org/Numero1/edicionindice.html</a><br><br>Creo que el acceso es gratuito.
<br><br>Saludos.<br><br clear="all"><br>-- <br>Ramón Díaz-Alersi<br><br>PS: La formación ética en las facultades de medicina sigue siendo mayoritariamente hipocrática, paternalista. Por suerte no le dedican más de una hora en serio en todo el curriculum.
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