[escepticos] El pago del pato

Inés G.A.T. inesucu en gmail.com
Mie Sep 25 18:44:50 WEST 2013


El 25 de septiembre de 2013 15:36, Mr Reivaj <mrreivaj en gmail.com> escribió:

>
> Es interesante su propuesta : "Igual que escogemos camisa o ropa interior,
> elegimos estado afectivo. Siempre y cuando, claro está, tengamos la
> decencia de entrenarnos para ello y no hagamos pagar el pato de nuestras
> frustraciones al prójimo."
> <http://www.lne.es/opinion/2013/09/25/pago-pato/1473952.html>
>
> (*) Este escritor y profesor [en la reserva, creo] ;-), fue protagonista
> colateral en algun hilo de esta corrala.
>
>
(Inés)
Semirreserva: colabora en la radio (en la RTPA, "la radio es mía", creo que
sale mañana la primera y breve intervención, después del boletín de
noticias de las 9) y sigue dando conferencias, escribiendo artículos, etc.
Está jubilado como profesor de Lengua y Literatura en la enseñanza pública.
Tengo entendido que el próximo día 16 de octubre da una charla sobre
Cervantes en el Centro de Cultura del Antiguo Instituto Jovellanos, en tu
ciudad, yo estoy mirando a ver si puedo ir.

Respecto al artículo, a mí lo que más me gusta es la anécdota final, claro.
Sobre eso de si podemos elegir el estado de ánimo... si tengo que opinar,
opino que no podemos en determinadas circunstancias en las que suele
aflorar el llamado "instinto de supervivencia" más "animal". A ver si me
explico: si duermo sola en un bosque donde sé que hay lobos y oigo aullidos
y luego gruñidos y ruidos de cuatro patas acercándose, no puedo elegir
estar tranquila por mucho que me den a cambio.

Sí puedo elegir mi estado de ánimo en otro tipo de circunstancias en las
que mi comportamiento es mucho menos instintivo, cuando (por lo poquitín
que sé de neuropsicología, si lo sé bien, aquí interviene mucho más la
corteza prefrontal que en los comportamientos que se dan bajo las
circunstancias que antes describí) y está mucho más relacionado con cómo he
aprendido a socializar y con mi personal evaluación de costes y beneficios.

Por lo que sé, no creo que ese esfuerzo sea realizable cuando entran en
juego conductas mucho más cercanas a lo que se considera como "instintos
animales", o cuando, lógicamente, no hay algo que nos compense lo
suficiente.

Por cierto, he oído a algún profesor de psicología explicar que eso de los
"instintos", cuando hablamos de seres humanos, no puede llamarse así. Como
no me acuerdo bien de la explicación y tampoco tengo claro este tema, a ver
si hablando de esto por aquí aprendo. Aprovechando que el Pisuerga pasa por
Valladolid, me he leído lo que dice la wikipedia al respecto de los
instintos en los humanos... No es que me deje muy claro nada. Tal vez sirva
de luz en esta complicada cuestión la neuropsicología, a la que he aludido
antes, y sus explicaciones de que en ciertos momentos entran en actividad
ciertas áreas del cerebro (la prefrontal) y en otras circunstancias, "somos
más esclavos" de lo que pasa en el eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal...
Y que me perdone quien sea si estoy equivocándome a lo burro, pero esto es
lo que creo que sé.

También se me ocurre que uno no puede elegir su estado de ánimo (y, a estas
alturas, creo que esa elección supone poner a currar la corteza prefrontal,
pero que me corrijan si me equivoco) si toda su fisiología está francamente
alterada por una enfermedad o un estado anómalo (intoxicación,
alucinaciones tras un shock, desnutrición severa, "mono"...). Algo que
siempre me ha producido curiosidad son las fobias. Yo nunca he sido capaz
de tender ropa en un patio de luces inclinándome sobre el tendedero, otras
personas a mi alrededor son incapaces de cruzar determinados puentes o de
subir a una noria... Si me ofrecieran un millón de euros por tender la ropa
sin tirarla, ¿mi evaluación de coste-beneficio me permitiría sobreponerme a
algo que a día de hoy catalogo como "fobia"?



-- 
Inés G.A.T.


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