[escepticos] Ultraderecha en la sierra de Madrid

Juan Juan juanrogar en hotmail.com
Vie Oct 4 08:15:03 WEST 2013


Hola:

Siguiendo con el tema del posible repunte de la ultraderecha en España, me llega este (largo) mensaje sobre el tratamiento no solo político sino sobre todo periodístico que se le da al asunto, y también sobre sus actividades en la sierra de Madrid, donde vivo, y donde estos grupos han tenido tradicionalmente cierto predicamento.

Saludos,
Juan


>  
>  
> A los responsables del programa Equipo de Investigación de la Sexta 
>  
> Les escribo esta carta para hacerles llegar mi desilusión sobre el  
> documental que preparó “Equipo de Investigación” sobre el movimiento  
> neonazi. 
>  
> Cuando ustedes entraron en contacto conmigo pidiendo que les buscara  
> información y contactos con personas para hablar de este tema, lo  
> primero que les comenté es que no queríamos colaborar en un programa si  
> éste iba a tratar el tema de manera amarillista. Enseguida les tuve que  
> contar que varias de las personas con las que hablé no querían aparecer  
> porque temía un tratamiento poco serio de este tema. 
>  
> A pesar de todo, tuvimos varias conversaciones por teléfono, cruzamos  
> varios correos, les proporcionamos documentos e información importante  
> e inédita y me grabaron dos días algo más de dos horas de entrevista. 
>  
> En todo momento yo les dije que no tenía ningún problema en salir, ni  
> en que se diera mi nombre, que se citara mi profesión, etc. En muchas  
> de mis respuesta hice hincapié en que el movimiento neonazi hace uso de  
> la violencia como método de amedrentamiento hacia los que consideran  
> sus enemigos (inmigrantes, jóvenes de izquierda, personas sin hogar…) y  
> como parte fundamental de su propaganda política y banderín de enganche  
> para adolescentes poco formados y asentados. 
>  
> Pero sobre todo intenté explicar que este aspecto es sólo el más  
> visible y el más sonoro de su actividad. Que detrás del movimiento  
> neonazi hay una intencionalidad y una dirección política. Que  
> encuentran apoyo y simpatía en sectores franquistas del PP, así como en  
> sectores fascistas de los cuerpos de seguridad. Que se mueven con  
> impunidad y que son “disculpados” y protegidos por sectores de la  
> derecha oficial. Que sus asesinatos no son considerados oficialmente  
> actos de terrorismo y que sus víctimas no gozan de los derechos de las  
> víctimas de otros terrorismos. 
>  
> También hablé de la forma en que les hemos venido combatiendo en la  
> Sierra de Madrid y de cómo han retrocedido y mucho. Les conté la lucha  
> antifascista de los jóvenes, cómo explicamos el falso carácter  
> revolucionario de los neonazis, cómo denunciamos a quienes les dirigen,  
> apoyan, protegen y disculpan… Como, una vez aislados de esos vínculos  
> con los poderes, los grupúsculos neonazis no son nada. 
>  
> Sé lo difícil que es ser un auténtico periodista en este país, Sé que  
> el margen a la creatividad se reduce cada día. Sé que los periodistas  
> carecen de libertad de expresión. Sé que los medios de comunicación son  
> empresas, o parte de conglomerados de empresas, que no buscan el  
> conocimiento y la explicación de la realidad, sino el mantener un  
> negocio y modular la información en función de los intereses  
> económico-políticos que representan. Sé que el periodismo en este país  
> casi ha desaparecido y que entre sus víctimas estáis los periodistas  
> auténticos. 
>  
> Pero creí que por la información que os proporcionamos y por la  
> profundidad del análisis que os transmitimos, fruto de años de seguir  
> de cerca la violencia neonazi, algo de ello quedaría reflejado en el  
> programa. 
>  
> Y no ha sido así. En ningún momento he visto un análisis serio del  
> fenómeno neonazi, cuando se puede decir que os dimos la información  
> hecha. El programa, amenizado por una música de película de miedo, se  
> limita a hablar de las agresiones neonazis. A mostrar a quienes se ven  
> atraídos por esa ideología criminal y racista, como descerebrados. Y  
> eso, que es una parte de la realidad, no es ninguna explicación de por  
> qué se da este fenómeno. No permite a las personas que desconocen ese  
> mundo ni siquiera empezar a entender lo que es. 
>  
> Ayer una alumna, hablando con otra, le decía que vio el programa y que  
> sintió miedo. Eso es lo que la Sexta ha conseguido. Yo, en la  
> entrevista, insistí en que eso es, precisamente, lo que intentan  
> provocar los naci-fascistas. Insistí en que no tenemos miedo porque  
> sabemos cómo enfrentar este fenómeno. Que lo hacemos denunciando y  
> responsabilizando a quienes, desde “arriba”, les apoyan. Insistí en  
> cómo la actuación decidida de los movimientos sociales de la Sierra de  
> Madrid ha ido reduciendo las bandas neonazis a un fenómeno marginal,  
> aunque peligroso. Insistí en que si pueden ejercer su violencia es  
> porque los responsables de atajarla oficialmente no están actuando,  
> porque no quieren actuar, por razones políticas… Pero resulta que el  
> reportaje provoca miedo que es, precisamente, el objetivo de los  
> neonazis. Sin él no son nada. Un reportaje como el que salió les ayuda  
> también, porque puede atraer hacia esa “ideología” a algunos  
> adolescentes que buscan salir de su marasmo y de sus miedos, intentando  
> formar parte de los que lo provocan. 
>  
> Sé que los que trabajasteis el reportaje no tenéis el poder de  
> editarlo. No os culpo. Sois trabajadores que tenéis que cumplir  
> instrucciones, en un trabajo, también el vuestro, cada día más  
> precario. Pero quiero que sepáis mi opinión, que creo que representa la  
> de mucha gente de los movimientos sociales de la Sierra de Madrid. 
>  
> No me molesta que de las horas de entrevistas que tuve con vosotros no  
> salieran más que unos segundos. Esto no sería importante si el resto  
> del reportaje hubiera incluido a otras personas que hubieran explicado  
> el fenómeno neonazi. Yo asumí hacer las entrevistas porque otros  
> compañeros no quisieron y porque creí que había una pequeña posibilidad  
> de que el programa tomara el tema en serio. No ha sido así y La Sexta  
> ha emitido un reportaje amarillista, con un contenido y formato  
> repetido decenas de veces. 
>  
> Además, personalmente, me molestaron mucho dos cosas del programa: 
>  
> En el reportaje se dice que me he convertido en la sombra de los  
> neonazis de la Sierra. Eso es totalmente inexacto, como expliqué cuando  
> se me entrevistó. En numerosas ocasiones dije que desconocía el detalle  
> de la situación actual de esas bandas. En las entrevistas os conté  
> cómo, hace siete años, cuando el fenómeno neonazi era preocupante en la  
> Sierra, los movimientos sociales lo abordamos, elaboramos  
> colectivamente y de manera muy reflexiva un fanzine explicativo,  
> denunciamos las agresiones y a quienes protegían a los neonazis,  
> sufrimos querellas criminales de parte de la alcaldesa de Alpedrete  
> (PP) y de grupos neonazis (que siempre ganamos y de las cuales os  
> facilité una sentencia). Pero parece que es más “periodístico”, y más  
> adaptado a la representación simbólica dominante, presentar a supuestos  
> héroes individuales que luchan contra el mal o presentar a víctimas del  
> mal. Yo no soy ni una cosa ni la otra. Soy una persona más de unos  
> movimientos sociales que luchamos contra la especulación urbanística,  
> por la defensa del medio natural, contra la destrucción de los  
> servicios públicos, por la memoria histórica, contra la corrupción en  
> nuestros Ayuntamientos, etc., y cuando el fenómeno neonazi se hace  
> presente, también contra ellos. No soy, ni quiero ser, el “Llanero  
> solitario”. Soy uno de muchos y, también por eso, no tengo miedo.  
> Tampoco soy una víctima. Soy un activista que lucha y sufre  
> represalias, pero no una víctima. 
>  
> En el reportaje se dice también que he tenido decenas de neonazis entre  
> mis alumnos. Eso tampoco es cierto. Los neonazis son una minoría ínfima  
> de la juventud de la Sierra y, como os conté en las conversaciones, la  
> inmensa mayoría dejan esas bandas al poco tiempo. Un ex alumno mío  
> estuvo implicado en actividades violentas neonazis, sí. Dejó de estarlo  
> cuando un “camarada” suyo le implicó ante la policía en un hecho que no  
> había cometido. Otro ex alumno coqueteó con ese movimiento. Yo tuve  
> ocasión de hablar con su madre, que me contó los complejos que habían  
> llevado a su hijo a esa actividad. Ninguno de los dos son hoy neonazis.  
> He conocido a otros jóvenes estudiantes, pero no alumnos míos, que lo  
> fueron. Casi todos han dejado ese activismo violento y racista. No  
> descarto que algún alumno tenga esa manera de pensar (sic), pero ahora  
> lo ocultan, mientras que hace poco más de cinco años lo exhibían. Ese  
> es nuestro triunfo. Eso tampoco se refleja en un reportaje que vuestros  
> jefes decidieron que ni siquiera arañara lo que hay detrás de este  
> fenómeno. Un reportaje que puede provocar miedo, justo lo que no hay  
> que tener para abordar la actividad terrorista, racista y liberticida  
> de las bandas neonazis y de los que las respaldan y dirigen. 
>  
> Sé que es inútil pedir derecho de réplica. Lo único que puedo hacer es  
> decirles que no volveré a colaborar nunca más con una cadena de  
> televisión, La Sexta, que mezcla programas de calidad con un  
> amarillismo que desmerece la profesionalidad de algunos de sus  
> periodistas, a alguno de los cuales, Wyoming (Chechu), me une una vieja  
> relación. Pido también a mis compañeros/as de la Sierra que se lo  
> piensen dos veces antes de colaborar con los medios amarillistas. Los  
> movimientos sabemos crear nuestras propias fórmulas de comunicación no  
> manipuladas y nos estamos desprendiendo y defendiendo de los manoseos  
> de las empresas del sector. 
>  
> Este correo está siendo enviado, además de a los periodistas de la  
> Sexta que se pusieron en contacto conmigo (a los que no considero  
> culpables del mal reportaje), a las listas de correo de los movimientos  
> sociales de la Sierra de Madrid. 
>  
> Atentamente, 
>  
> Adolfo Rodríguez Gil 
>  
> Los Molinos, Madrid, 3 de octubre de 2013 		 	   		  


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