Como las golondrinas en verano, como las cigüeñas por San Blas... ¡acaban de aparecer dos señoras testigos de Jehová en el umbral de mi puerta! Madre mía, de golpe me han llevado a mis recuerdos de la infancia, me ha parecido entrañable. No me ha salido ni lo de ser borde, fijáos... Un saludo, R