[escepticos] Ateismo agresivo

[Miguel Martínez Estremera]

El 08/12/2009, a las 14:05, Juan Juan escribió:
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> La verdad, no recuerdo el más mínimo conflicto del Vaticano con  
> ningún régimen fascista (o análogo). Vamos, ahora no caigo.


- Pue es fácil: la Encíclica "Non abbiamo bisogno" http:// 
www.mercaba.org/PIO%20XI/non_abbiamo_bisogno.htm ,de Pío XI,  
condenando los ataques que sufría la Acción Católica por sus abiertas  
actividades contra  el régimen de Mussolini, y , al tiempo, condenaba  
el totalitarismo, que en un párrafo resume en el conocido juramento  
al Duce (*).

Y eso a pesar de que Mussolini, , no hacía sino favorecer al  
Vaticano, restableciendo su miniestado,elVaticano, no por respeto o  
afinidad, sino-como le comentó al conde Ciano, su cuñado- porque  
cualquier agresión a la Iglesia católica haría del Papa un mártir y  
le pondría inmediatamente en contra a media Italia, y aun Europa.
" Henos, pues, aquí en presencia de todo un conjunto de auténticas  
afirmaciones y de hechos no menos auténticos, que ponen fuera de toda  
duda el proyecto -ya en tan gran parte realizado- de monopolizar por  
completo la juventud, desde la más primera niñez hasta la edad  
adulta, en favor absoluto y exclusivo de un partido, de un régimen,  
sobre la base de una ideología que declaradamente se resuelve en una  
verdadera y propia estatolatría pagana,(...)

Y ahora nos preguntáis ya vosotros, Venerables Hermanos, qué se debe  
pensar y juzgar, a la luz de cuanto precede, de una fórmula de  
juramento,que aun a niños y niñas les impone el cumplir sin discusión  
algunas órdenes que -lo hemos visto y lo hemos vivido- pueden mandar,  
contra toda verdad y justicia, la violación de los derechos de la  
Iglesia y de las almas, ya por sí mismos sagrados e inviolables, así  
como el servir con todas sus fuerzas, hasta con su sangre, a la causa  
de una revolución que a la Iglesia y a Jesucristo les arranca las  
almas de la juventud, que educa las fuerzas jóvenes en el odio, en la  
violencia,(...)



Naturalmente, esto no obsta para la complacencia de muchos altos  
dignatarios de la Iglesia con las prebendas de Mussolini, pero  
tampoco con la lucha de instituciones no sólo como la Acción  
Católica, sino tan curiosas como la Orden de los Hospitalarios, que  
llegó a tener regimientos partisanos antifascistas en Malta y Francia.

MIguel A



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(*) Giuro di eseguire senza discutere gli ordini del Duce e di  
difendere con tutte le mie forze e se necessario col mio sangue la  
causa della Rivoluzione Fascista"].