Re: [escepticos] Re: latorá y el precio delpepinotorero

[Inés Toledo]

El día 5 de mayo de 2008 17:09, Elías Mandeb <emandeb en gmail.com> escribió:

>     ¿Qué nos molesta de la pornografía infantil? ¿Que su producción implica
>  necesariamente dañar (física o síquicamente) a un niño, o que es inmoral
>  mirarla?
>

(IT) Que su producción implica dañar a un niño. Y que es inmoral
mirarla porque su producción implica dañar a un niño.

Los coqueteos con el morbo son un tema sobre el que he conversado un
tanto, y es curioso lo que cada cual encuentra peligroso o enfermizo,
lo que a cada cual le excita, le gusta, le es indiferente, le da
miedo, grima, o le repugna sin remedio.

Introduzco discretamente una cuestión: ¿por qué tanta gente se queda
prendida de las miserias más morbosas que cuenta no-sé-quién en un
programa de sucesos? (En España, pongamos "Gente") Siempre abogo por
no cerrar los ojos ante la realidad, y me parecen muy censurable la
postura de "quítame allá toda esa cara tan desagradable de la vida".
En el lado opuesto está el morbo por el morbo. Alguna vez he oído
explicaciones al respecto, provenientes de la psicología social.
Suelen tener que ver con lo agradable de lidiar desde una posición de
control con situaciones que nos horrorizarían en la realidad . Como
cuando vemos una película de miedo. ¿Nos gusta pasar miedo "bajo
control"? ¿Y por qué a unos más que a otros?

No me atraen los juegos tipo GTA, San Andreas... Pero sí el Doom y sus
sucesores. A veces disfruto de la violencia de ficción desde el
control. Parece que más con la violencia que con el sadismo, y, sin
embargo, hay algo en los juegos "en primera persona" que... no sé.

Kill Bill tiene un componente estético importante (a mi juicio, y,
vale, supongo que nadie va a verla sólo por los colorines). Emplazo a
los fans de La Naranja Mecánica, que también defenderán su estética.
Pero, aparte de los casos en los cuales prestamos más atención a otros
factores... ¿qué hace que nos guste, a veces, pasar miedo o contemplar
algo horrible?

Leyendo los mensajes de Elías, me cuestiono algunas cosas...
¿Encontraría molesto que un montón de personas se reunieran a mirar
cómo se despedazan dos actores de ficción? ¿Sin determinado marco, sin
nada que lo arrope? ¿Sólo por ver dolor simulado? Creo que sí. Creo
que no me gustaría un pimiento. Pero no puedo definir criterios
inamovibles y fronteras claras cuando me muevo por estos terrenos.
Y la psicología social no me ofrece respuestas muy convincentes.

¿Antropólogos, psicólogos-psiquiatras, biólogos, evolución (!?) en la sala?



-- 
Inés

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