[escepticos] ** Respuestas a multimails

[Inés Toledo]

El día 1 de mayo de 2008 12:54, Marcelo Huerta
<marcelo.huerta en gmail.com> escribió:

>
>  Esas cosas me hacen perderle el respeto a la gente, y yo no puedo ser amigo
> de alguien cuya inteligencia no respeto.

(IT)
Aunque considero que hay cualidades más importantes que la
inteligencia, y, de hecho, creo que la brillantez está un tanto
sobrevalorada, es cierto, para qué nos vamos a engañar, que me
resultaría difícil ser amiga de alguien con muy pocas luces, por muy
bueno y simpático que fuera.

La cuestión es que considero que mi amiga, sin ser precisamente
alguien que se cuente entre mis seres cercanos más brillantes, es
inteligente. Al leer esta respuesta tuya y pensar en la mía, he
recordado los interesantísimos y largos hilos que se establecen aquí,
de vez en cuando, sobre el concepto de inteligencia. Los he leído,
desde que llevo en la lista, y, aún así (o por eso) no tengo una base
sólida en la que apoyarme, ni argumentos irrefutables que sacar a la
luz cuando atribuyo a alguien la cualidad de inteligente. En el caso
de mi amiga, no hablo de inteligencia emocional o gaitas gallegas.
Hablo de una destreza intelectual a la hora de comprender y resolver
problemas de muy distinta índole.

Recuerdo que hablábamos hace poco de desmagufizaciones de novias. Yo
planteo el asunto en el contexto de una amistad. Alguien tiene todas
las cualidades deseables (al menos para mí) para considerarle amigo.
Suficiente instrucción, curiosidad, amabilidad y simpatía  para
mantener conversaciones interesantes y amenas. Bondad y afecto
compartidos, de modo que podamos contar una con otro en situaciones
menos banales que las conversaciones de café. Pero su sistema de
pensamiento es diferente al mío. Esa persona es dada a las creencias
irracionales y suele explicar la realidad utilizando caminos alejados
de aquellos por los que discurre el pensamiento racional, crítico, y
con ciertas bases científicas. ¿Eso lleva al desprestigio del otro y
al desencuentro irremediable?

Confieso que a mí me costaría muchísimo establecer una relación de
pareja con alguien con un sistema de pensamiento irracional. Y algo
tiene que ver con lo que tú apuntas en tu mail. Para compartir lo que
se comparte cuando formas una pareja estable con alguien, necesito
que quien esté a mi lado tenga un sistema de pensamiento semejante al
mío. Me da bastante grima la condescendencia. En una pareja con
aproximaciones a la realidad muy diferentes, aparece. En ambas
direcciones. Y se acabó lo que se daba. En una amistad... si se
mantiene, es que no ha aparecido.

Inés Toledo

http://blogdeinestoledo.blogspot.com/